Sentía que ya no podía moverme al ver esta escena, incluso ma había olvidado completamente del cansancio al ver algo tan horrible. Se podía ver que el árbol estába completamente cubierto de huevos de esa araña, que había destrozado al guía y a esos animales que encontramos en el bosque.
Mire a Antonio, él también parecia igual que yo, porque no se movía ni decía nada.
Entonces empeze a oír desde atrás varios golpes al suelo, paresia que esa araña se estaba acercando otra vez asía nosotros.
Los dos reaccionamos al mismo tiempo y empezamos otra vez a correr sin rumbo.
Ya estábamos corriendo como por una hora sin descansar ni decir nada, entonces paramos junto a un árbol para descansar. Mi corazón latía muy rápido y mis pensamientos estaba desordenados, ya habían pasado unos diez minutos cuando mire a Antonio y dije:
-Será mejor que sigamos caminando.
-Si, - me respondió incorporándose-puede que nos empieze a seguir.
-Deberíamos encontrar un refugio para pasar la noche.
-Si porque ya no podemos regresar a la cue...
Entonces Antonio fue interrumpido por un pequeño temblor, pero que luego se pudieron sentir más temblóres similares, pero que con cada uno que pasaba se hacían un poco más fuertes. Entonces se me heló la sangre cuando a solo unos veinte metros de nosotros bajo algo gigantesco que al chocar con el suelo provocó otro temblor, lo que veíamos en ese momento parecía ser una de las patas de un animal gigante. Otra vez no sabía que aser, por el miedo me quedé inmovilizado.
Mientras más se alejaba lo podíamos ver con más detalle, paresia ser más grande que un edificio de veinte pisos, aunque no podia ver muy bien la forma de su cuerpo pude distinguir que tenia extremidades muy largas que con cada paso que daba hacía retumbar el suelo. Tampoco pude calcular cuantas patas tenía por lo asustado que estaba de tener esa cosa frente a mi pero parecía tener más de cuatro.
Una vez que los temblores se dejaron de sentir me tranquilice un poco y note que estaba sudando por el miedo. Traté de asimilar lo que había visto pero no podía aceptar que una criatura de ese tamaño pudiera existir.
Aún temblado me empeze a alejar del árbol en el que estaba apoyado.
Ya no tenía ideas para seguir este camino sin rumbo, en lo único que pensaba era que en cualquier momento pediría venir cualquier cosa que estuviese en este bosque y nos destrosaria.
Ya no tenía nosion del tiempo y no había notado que el sol ya se estaba comenzando a ponerse y la oscuridad comenzaba a envolver todo el bosque.
Entonces a la distancia pude distinguir una cueva, por unos segundos pensé que habíamos vuelto a la cueva de donde había llegado pero no, era diferente porque esta cueva estaba aún más rodeada por árboles que la otra.
Me di la vuelta para mirar a Antonio, y él paresia también haberse dado cuenta de esta nueva cueva.
-Crees que sea seguro entrar ahí.-dije a Antonio.
-Es mas seguro que aquí afuera.
Luego de eso comenzamos a dirigirnos hacia esa esa otra cueva. Antes de entrar comenzamos a recoger ramas caídas y hojas secas, para prender fuego.
Entonces comenzamos a entrar lentamente hacia la cueva por sí hubiese algún animal peligroso ahí dentro. Cuando llegamos hacia el fondo descubrimos que estaba completamente vacía.
Antonio sacó algunas cosas de su mochila y luego con su encendedor hizo prender fuego a las hojas secas para que las maderas prendieran con más facilidad.
Lugo de prender el fuego agarro la navaja y comenzó a abrir las dos latas de sopa que tenía, y comenzamos a comer.
Después de comer yo tomé la navaja y una madera que habíamos traído y comense a tallarlo por un extremo para que tubiera una punta afila con que protegernos si uno de esos animales entra a esta cueva.
Hice dos de estas lanzas y le entregue una a Antonio el cual lo recibío pero no dijo nada.
Estuvimos así hasta que ya había oscurecido completamente.
-Deberíamos de tomar turnos para vijilar-dijo Antonio.
-Esta bien, yo vijilo primero porque párese que ayer no dormiste nada.
-Tienes razón, pero te quedes por mucho tiempo y me haces despertar si escuchas algo extraño.
Y de esta manera transcurrió toda la noche aunque aveses se podía oír el caminar apresurado de algun animal fuera de la cueva.
Cuando comenzó a amanecer yo fui a ver la entrada de la cueva, me alivie mucho cuando comprobé que no había nada.
Esperaba que hoy pudiéramos encontrar otro refugio como este.
Editado: 09.02.2020