Cuando esa cosa salió para devorar al ave no lo vi bien pero una ves que se había devorado al ave volvíao a salir nadando en la superficie y aveces dando grandes saltos fuera de agua.
Era un pez gigantesco con cientos de dientes afilados en el interior de su boca y tenía unos grandes ojos negros a los lade su boca.
Cuando esto pasó las aves que estaban sobre nosotros se comenzaron a alejar por el inminente peligro que había en el lago.
Nosotros quedados inpactados por lo que vimos. Ya casi no nos podíamos mover por tal impresión de que algo así se escondiera debajo de las aguas de este lago.
Llegue a pensar que todo iba a ser sin motivo ya que si esas aves lograban entrar al agua tendríamos que salir huyendo porque de nuevo saldrían los extraños bichos que salieron ayer.
Cuando Antonio y yo nos tranquilizamos comenzamos otra vez la marcha para poder rodear a tiempo todo el lago y así continuar nuestra búsqueda.
Por momentos se podían ver que las aves volvía a revisar el lago a ver si el pez ya no estuviera allí.
Llebavamos buen tiempo ya que ya era medio día y ya habíamos recorrido mas de la mitad del lago así que paramos un rato para descansar.
Mientras descansaba Antonio me dio una manzana y él tomó otra para luego comerlar mientras descansabamos.
Entonces en una rama estaba otra vez uno de esos pequeños monstruos que nos persiguieron la otra vez.
Solo se que allí obserbandonos sin aser nada.
Pensé que ahora nos tendríamos que preocupar por ellos más ya que seguro que esperan el mejor momento para atacarnos mientras estamos desprevenidos.
Luego de eso cuntinuamos nuestra marcha sin parar mientras comíamos algunos dulces que tenía Antonio en su mochila para quitarnos un poco de estres.
No paresia siguirnos pero sabía que estaba allí estoy seguro que nos seguirá hasta que nos hayamos desprevenido lo sifisiente para atacarnos.
Ahora estábamos corriendo de nuevo para así poder ganar tiempo.
Ya habían pasado unas horas y ya casi llegábamos hasta el final del lago para así poder encontrar la siguiente cueva.
Pero pare de repente por mi visión paso algo que me atrajo. Cuando regrese a mirar lo que era descubrí que en verdad era lo que creía lo que era estaba allí mi mochila.
Corrí rápidamente hasta donde estaba.
Estaba un poco mas maltratada de lo que recordaba.
Luego después de estar observando un poco mi mochila oí un ruido extraño delante de mi.
No pude ver que es lo que era pero por unos instantes pude ver una luz blanca resplandeciente.
Cuando llego Antonio al ver asombrado mi mochila yo le conté lo que había visto pero no dijo nada y continuamos.
Ya no habían mucha cosas que nos sorprendieran después de todo lo habíamos visto pero aun así a mi me intrigaba lo que había visto en ese momento que encontré mi mochila.
Seguimos caminando y se notaba que ya estaba comenzando en atardecer así que comenzamos a correr otra vez.
Quedamos grandemente aliviados cuando al llegar al lado opuesto del lago estaba ahí otra cueva.
Pero antes de que entrará en el interior pude sentir otros pasos que nos estaban siguiendo pero al darme la vuelta no había nada.
A la final nunca supe lo que era esa luz extraña que encontre junto a mi mochila.
Cuando entramos ya a la cueva me saque la mochila y empeze a sacar lo que me paresia mas importante.
Tenía un reloj ahí que paresia aún funcionar así que me lo puse.
Era extraño ya que en mi mochila ya no estaba mi tienda de campaña.
Tenía cuatro latas de sopa y unos chocolates.
Tan bien había una linterna y un cargador portátil.
Puse mi celular a cargar y saqué una manta.
Después Antonio y yo nos dormimos pensando que al igual que en las otras veses los animales que habías en este lugar no pudieran entrar dentro de la cueva.
Cuando desperté tome la linterna y comenze a salir de la cueva, al llegar a la entrada y alumbre hacia afuera, cuando estaba comenzando a amanecer y con la linterna pude observar que en el piso habían dos marcas de zapatos como si alguien hubiese estado ahí parado por horas.
Editado: 09.02.2020