La Debilidad Del Mafioso

07 - Valería

Luego de que fueramos a comer Aleksis nos fue a dejar a casa, apenas estuvimos ahi, le pedi a Valentina que se diera un baño y luego hiciera sus tareas, mi pequeña de catorce años. Con tantos traumas asechando sus sueños desde que tenia cinco...

Trague en seco sintiendo todo mi cuerpo estremecerse con violencia

Maldita sea...- murmure con pesadumbre, al llegar a mi habiación luego de activar toda la seguridad del lugar

Me fui directamente a la mesa de noche, saque mi libreta y apunte el nombre

España, aqui ya no era seguro para ella. Mordi mi labio inferior mirando el resto de la lista

México
Guatemala
El Salvador
Honduras
Nicaragua
Costa Rica
Panamá
Colombia
Ecuador
Bolivia
Chile
Argentina

Me quedaba sin opciones, Valentina aun no lograba hablar ingles correctamente, asi que mudarnos a alguno de esos paises no era una opcion aun. Pase la hoja y me puse palida, ya casi no tenia opciones...

Uruguay, Paraguay, Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba...

Abri el cajon de la mesa de noche, y tambien mire todos los pasaportes falsos con identidades falsas que teniamos, los saque todos empezando a apartar uno a uno los marcados como usados...

Lucía Beltran
Sofía Hidalgo
Martina Mendoza
María Godoy
Julia Herrera
Paula Jolet
Emma Lara
Daniela Miranda
Carla Saavedra
Alba Pereira
Noa Ponce
Alma Bernard
Sara Mercier

Esos y más nombres tenían los documentos, tanto los míos como los de mi hermana... Mi corazón se hundió en mi pecho al notar que solo nos quedaban dos identidades mas pára usar, maldije entre dientes. Apartándolos con cuidado

Siempre nos registrabamos como hermanas, a mis veintiocho años nadie creeria que tuviera una hija de catorce, era peligroso. Y lo que menos me gustaba correr cuando se trataba de ella eran peligros.

Toma el telefono desechable que tenia en ese mismo cajón y lo encendí, espere pacientemente mientras apuntaba en mi libreta cada nombre y fechas, lo haria en la computadora, pero yo mejor que nadie sabia que la red no era segura para absolutamente nada...

Vega y Olivia Dubois

Eran las identidades que más tiempo habíamos usado, hace un año que dejamos de mudarnos, creí que al fin estariamos seguras, creí que al fin lo habia lograddo... Creí que ella al fin estaria bien

Maldita sea, ni siquiera para proteger a mi pequeño mundo servía, desde que murieron nuestros padres me había encargado de ser yo quien velara por su seguridad, ser yo quien le diera todo lo que necesitara siempre. Sí, tome malos pasos y fui quien la metio en el infierno, pero tambien era quien la protegia de las llamas aunque eso quemara mi piel. Jamás la pondria en peligro

Fue una jodida mala decision usar las habilidades que me enseño mi padre para entrar en el mismo mundo que nos habia costado la vida como la conocíamos, pero era el único camino que conocia para poder sustentarnos de forma correcta y poder mantener a servicios sociales lejos de nosotras para que no me quitaran a Valentina.

Mis entrañas se retorcieron cuando me invadieron esos recuerdos, trague en seco y negué para mí misma, negándome a dejarme arrastrar por esos recuerdos.

Yo tenia diecisiete cuando paso, descubrieron la red de mi padre y aquellos a quien el habia jodido antes se vengaron... Los asesinaron frente a nosotras, me estremecí sintiendo un escalofrio recorrer mi espina dorsal, respire de forma superficial tratando de sacar esos pensamientos de mi cabeza con mas fuerza cuando visiones golpearon frente a mis ojos como si estuviera ahi otra vez...

Lo recordaba tan vívidamente, las lágrimas de mi pequeña mientras la tenia un enorme muro musculoso de dos metros lleno de cicatrices en el rostro mientras los otros tres hombres que habían llegado a arruinar nuestro hogar, me violaban frente a ella, con la sangre de nuestros padres debajo de mí, mientras ellos se reian a carcajadas cargados de burla.

De ese dia, solo agradecería una cosa. Jamás consideraron tocarla a ella.

Senti las arcadas golpeando mi garganta sin piedad mientras un espasmo de asco me golpeaba la espina dorsal, sacudi mi cabeza con fuerza, echando esos recuerdos de mi cerebro.

Tome el telefono cuando se encendio, de inmediato, entro una llamada, sonreí ladinamente

"Tigresa, que bendecido es mi día con tu señal."- ronroneo Rossi del otro lado de la linea

Oh, Rossi, ¿Me echas tanto de menos que estas tan pendiente de mi?- dije, con tono neutral mientras pasaba mi mano por mi rostro

"Por supuesto que sí."- se quejo él, luego, suspiro con pesadez- "Aunque para mi pesar, jamás es nada bueno recibirla... ¿Ocurrio algo?- dijo con tono bajo y cuidadoso, sonreí apenas

Rossi era alguien de mi entera confianza, trabajo con mi padre y fue quien nos encontro a nosotras dos, inconscientes junto a los cadaveres de Adriadna y Diego Sinclair luego de recibir una extraña señal de la seguridad de la casa donde antes viviamos.

Y era mi fuente segura y personal de identificaciones falsas.

Necesito nuevas identificaciones...- dije, con cuidado

"Mierda, ¿Cuánto te has movido Valeria?"- murmuro en tono ahogado, aun mas bajo que antes, me estremecí con cierto miedo al escuchar mi nombre salir asi de sus labios

Demasiado...- murmure apenas, tome la bolsa donde habia metido las identificaciones que ya no podia volver a usar, y baje a la sala con ella en la mano

"Eso es una mierda... Bonita, sabes que siempre puedes regresar a casa... Aqui te recibire y las protegere de lo que sea que anda detras de ustedes..."- intento, otra vez, sonreí apenas para mi misma mientras tiraba los documentos a la chimenea dejando que ardieran con la leña




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