Roma...
El hecho de que hubiese huido de esa base no significaba que era libre, que los soldados o científicos se hubiesen olvidado de mí no significaba que el peligro estuviese fuera de vista. Los peligros me perseguirían hasta encontrarme y matarme si era necesario. Sus propios pensamientos lo invadían. Engañar a Nora fue fácil era igual que todas las mujeres, siempre dejándose llevar por sus propios pensamientos carnales. Sus ojos se dejaban ver con brillos, destellos de deseo desde el día en que llegue aquí. Pero realmente nunca me había interesado en algo más que saber que anhelaba escapar. Continuaba empapado de agua helada, estaba en una ciudad desconocida y sería la primera vez en años que saldría. No sé dónde estoy, como salir y que hacer; ¿hacia dónde iré? Suspire levemente recargue mi cabeza en las paredes de piedra que parecían ruinas. Observaba mi entorno, era hermoso, la brisa era cálida aún más de la que jamás había sentido, no recordaba cómo se sentía el calor en su piel, personas caminando a mis alrededores, a lo lejos percibí el aroma de comida recién preparada, en el cuarto que tenia solo era pescado o comida deshidratada después de una semana completa sin comer.
Podía acostumbrarme a esto, pero los recuerdos siguen llegando, sigo queriendo acabar con John Steel y sus malditos ayudantes.
Aun sin recordar quien soy o que hacer tengo al menos todas las habilidades que conseguí ahí dentro. Entre otras cosas.
Sin embargo sería difícil pasar desapercibido, todos vestían de maneras particulares, el idioma era distinguible a pesar de no saber que idioma era exactamente, comenzaba a sentir miedo mis manos comenzaron a sudar mientras se mezclaba con las pocas gotas que aun caían y se deslizaban de mi cabello hacia mi ropa. Comencé a caminar, mezclándome con la multitud de turistas al parecer, no percibía la mirada de nadie eso me daba un alivio inmenso, me detuve en frente de una calle repleta de artesanías "La Rome"
Roma dije entre dientes, me adentré con la esperanza de encontrar un poco de ropa. Tome con precaución una camisa blanca abotonada de mí misma medida, pantalones negros más ajustados de lo que deberían ser supongo que me fallo la opción de los pantalones y por último unos; ¿MO CHA SINES? realmente no tengo idea que decía esa caja eran negro al igual que los pantalones. Camine un poco más esperando pedir indicaciones para un baño, lo intentaría, hablare con alguien distinto al fin, sentía ansiedad mientras caminaba hacia una anciana, de cabello rubio y vestido verde menta largo una brisa de recuerdo llego a mi comencé a sentirme mareado. Tome el borde de su silla y ella inmediatamente se asustó.
-Stai bene?-dijo con preocupación en su rostro.
-Scusi, sto bene grazie. -fluido y concreto. Era como si supiese el idioma.
Impresionado por mí mismo tome su mano y di un beso en sus nudillos, soltó una risa y camine hacia el lado opuesto del mercado. Mis ojos captaron una pequeña motocicleta blanca, una calavera colgaba de uno de los retrovisores sin pensarlo dos veces vi la llave y arranque. Aun sin rumbo, pero debo salir de aquí.
Amber:
La puerta sonaba timbres y golpeteo en ella, estaba tan ebria como para olvidar que tenía que abrir la maldita puerta. Deje que siguieran tocando y fui a dormir solo imaginando, deseando volver a ver a Ed, aunque solo fuera un sueño más. La bebida y las pastillas para dormir realmente estaban quemando mi cerebro, pero no tengo a quien culpar más que a mí misma, mi psicóloga envió un mensaje a mi celular por la mañana.
"Señorita Watson espero este disfrutando de sus vacaciones, empiezo a preocuparme no se ha presentado a las ultimas citas del mes, solo quería revisar si se encuentra bien, o seria necesario pasar a verla.
Mis saludos más cordiales.
Alexandra Corfe."
Era irritante ver a la psicóloga, mas aun porque mi padre lo veía necesario, era increíble ver como aun podía tratarme como una niña sin control. Tome mi café matutino la resaca hizo su efecto, empezar el día vomitando solo para luego irme en avión hacia Roma sí que era un día diferente, al subir al autobús que nos llevaría a la aerolínea veo a Beau con una sonrisa enorme, era casi tétrica.
-Buenos días, Amber. Su mano golpeteo el asiento a su lado supongo que sentarme con él no estará mal. Aun tengo una cita pendiente; pensé.
-Beau buen día listo para la gran misión o la mejor de tu vida un viaje gratis a Roma no se ve todos los días no lo crees? Mi sonrisa se ampliaba, su rostro me daba escalofríos por todo el cuerpo. Los ojos azules más bellos que había visto en un largo tiempo, la barba comenzaba a salir mas a detalle se veía incluso mas varonil, estaba muy segura de ver uno que otro tatuaje en su pecho y brazos.
-Solo si tú lo dices supongo que es cierto, no te vi ayer en la fiesta en el bar, déjame decirte que estuvo genial Daniel cayó encima de Jared...
Beau hablaba si lo estaba escuchando, pero mis ojos parpadeaban para dormir un poco más deje de escuchar su voz y todo se estaba tornando oscuro, estaba cayendo en un sueño pero no en cualquiera sabía que vería a Ed en este.