Deimon

Había pasado una semana desde que Sena se despertó en el pasado, y aquella mañana en especial Sena se levantó muy temprano debido a los nervios, a pesar de saber que iba a entrar estaba muy nerviosa, pero no por los resultados, sino por ver nuevamente, (por primera vez) a su capitán, aquel que había apostado todo por ella sin dudar un segundo, incluso cuando ella dudaba de sí misma, aquel chico demonio al que le debía lo que es, o mejor dicho en lo que se convertiría. Esto de viajar por el tiempo era confuso, pero daba igual.

Estiró sus músculos con un poco de yoga, había agregado el yoga a su rutina como una forma de relajarse y mejorar su flexibilidad.

Una vez terminada su rutina diaria, tomó su bolso y salió en espera de Mamori, esta Mamori era igual, pero a la vez tan diferente de su Mamori, a veces le dolía un poco el corazón cuando la veía, Sena no pudo seguir pensando en eso, puesto que Mamori estaba llegando a su encuentro, y desde la distancia había gritado su nombre para llamar su atención.

Se movieron con pasos lentos con rumbo a Deimon, durante todo el recorrido Mamori había tratado de conversar con Sena, pero esta no respondía, parecía estar muy metida en sus pensamientos, Mamori descartó sus preocupaciones pensando que el estado pensativo de Sena se debía al nerviosismo por los resultados, por lo que trató inútilmente de tranquilizarla.

—Tranquila Sena-Chan ya verás que todo irá bien y sin duda entrarás en Deimon, y entonces volverás a ser mi linda koukai.

—Tienes razón Mamo-nee, hice lo mejor que pude y sé que entraré —a pesar de que sabía que entraría, se sentía feliz de que Mamori se preocupara de su felicidad, y al pensar en eso una sincera sonrisa se posó en sus labios, debido a sus estudios en el extranjero y su posterior trabaja allá, ya no pasaba mucho tiempo con Mamori, y a veces la extrañaba mucho.

—¡¡Esa es la actitud!! —Las chicas siguieron con una conversación tranquila y amena, hablando de todo y nada a la vez, hasta que finalmente al temido instituto.

Al poco tiempo Mamori logró encontrar el número de registro de Sena, ambas estaban realmente felices, pero por motivos totalmente diferentes. Mamori estaba feliz porque su amiga había entrado, y Sena estaba feliz por poder volver a ver a aquellos que representaron tanto para ella.

—A pesar de todo lograste entrar, estoy tan orgullosa, ya vuelvo voy a buscar la guía para nuevos estudiantes —Al terminar de decir aquello Mamori se despidió de Sena, y corrió limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas, mientras se iba no noto a cierto demonio que estaba rondando el lugar.

—¿Estás seguro de esto Hiruma.

—No empieces con estupideces maldito gordo.

—Pero Hiruma...

—Nada de peros y ponte a trabajar, que he encontrado a nuestra siguiente víctima

—Hiruma, es una chica, y no creo que le guste jugar al futbol americano.

—Aun necesitamos una secretaría o una manager para el equipo, así que prepárate, khe khe khe*

Hiruma y Kurita muraban a la distancia a una despistada Sena, la cual solo miraba el lugar por donde se había marchado su querida amiga, aquel demonio rubio y su fiel amigo y colega, se acercaron sigilosamente a la castaña, que no advertía del peligro que corría. Se acercaron por su espalda y antes de que ella pudiese gritar pidiendo ayuda...

—Muchas felicidades, viva viva, felicidades —Hiruma junto a Kurita lanzaban a Sena por el aire, la cual solo reía internamente por las payasadas de sus amigos.

—Toma cuéntales a tus padres las buenas nuevas —el rubio le entrego un celular a pesar de saber lo que pasaría decidió llamar de todas formas, y tal y como había imaginado, este le arrebató el celular en el momento en que le contestaron y se fue rápidamente del lugar seguido por Kurita.

El día paso sin mayores contratiempos, todo era como ella lo recordaba, estuvo con Mamori durante un tiempo, hasta que decidió ir a entrenar un rato, quería mejorar su resistencia, motivo por el cual corría todos los días por el lapso de una hora, cada vez se aseguraba de cambiar de ruta, aún no se sentía preparada para reunirse con quién había sido su mayor rival y fuente de inspiración, sus horarios y sus rutas estaban especialmente realizados para no encontrarse con Shin.

Su resistencia estaba mejorando, ya no llegaba sin aire a su casa, una pequeña risilla se escapó de sus labios al ver esa escena en su casa, Hiruma nuevamente le había mandado mucha publicidad de los Deimos Devil Bats. Solo se encogió de hombros y decidió no prestarle atención y se retiró para darse una ducha rápida.

Mientras se bañaba los recuerdos de su vida anterior llegaban a ella, estaba emocionada por ver a su equipo de nuevo, ver a sus compañeros y a sus antiguos rivales, y esta vez no dudaría ni un segundo que esto es lo que quiere.

Después de bañarse se dirigió a su habitación, se sentó en la silla de su escritorio sacó un pequeño cuaderno que tenía escondido y en él anotó los resultados del día.

El Progreso era constante, pero aún estaba lejos de su 100%, necesitaba trabajar en su resistencia, con su velocidad de 4,2 seg estaría bien por el momento, pero no sería suficiente, a pesar de los años aún recordaba con cariño todas aquellas dificultades qué pasó junto a los Devil Bats.

Con una pequeña sonrisa se recostó en su cama, sus dedos recorrían su cabello de manera delicada, era extraño, sus manos eran tan suaves y pequeñas, que a veces se le hacían irreconocibles, a veces las veía y le parecía que le faltaban ciertos cayos o ciertas cicatrices.

—Todo estará bien, solo debo esforzarme.

~~~~~~~Notas~~~~~~~

Sigo sin presupuesto para mejores efectos de sonido.

Les recuerdo que tengo dos historias originales en dreame, sueñovela, buenovela e inkspired, si desean pueden apoyarme compartiéndolas o regalándome un café en ko-fi. Los amo y nos vemos después. Besos.

Pd. No olviden dejar sus comentarios que me encanta leerlos.