La diosa de las piernas de Oro

Encuentro con el destino

El primer día de clases pasó sin mayor novedad, sin embargo, Sena sabía que debía reunirse con Hiruma lo más pronto posible, había quedado claro que Kurita no la dejaría jugar, por considerarla pequeña y frágil.

El problema que se presentaba ahora era encontrarlo, la vez anterior los hermanos Ha-Haa la habían perseguido y en algún momento Hiruma la había visto mientras huía de ellos.

Pero ahora ellos no la estaban persiguiendo, y no sabía dónde podría estar Hiruma. Sus únicas opciones eran intentarlo en otro momento o ir por donde fue antes con la esperanza de encontrarlo. Obviamente eligió la segunda opción, ya había tomado una decisión.

Ahora tenía un nuevo problema, ya había estado caminando por al menos una hora y no sabía dónde podía estar Hiruma, no recordaba mucho de lo que había pasado esa vez, recordaba vagamente haber cruzado el puente, ya que siempre lo usaba, recordaba girar y correr hacia el centro de la ciudad lo más rápido que pudo, así que eso hizo.

Sin embargo, una vez que había llegado a la estación de trenes, ya no supo que más hacer, se quedó parada por unos segundos pensando en su siguiente movimiento, lo que provocó que chocara con una persona que venía distraída, al levantar la mirada se encontró con Sakuraba Haruto de los Caballeros Blancos de Oujo, a su lado se encontraba Shin, del mismo equipo, Sena se puso muy nerviosa, no esperaba encontrarse con su antiguo rival y su primer amor. Estaba tan nerviosa que no era capaz de entender lo que le estaban diciendo, en un acto de pánico solo atino a disculparse y salir corriendo, atravesando todo el gentío que estaba en el lugar.

Sakuraba y Shin ignoraron todo el suceso atribuyéndolo a otra de las fans de Sakuraba. Siguió moviéndose a donde se dirigía aun con la cabeza en las nubes, por lo que volvió a chocar con alguien, al alzar su mirada se encontró con Musashi, no sabía que hacer, ¿se iba o hablaba con él? Bien, parece que se demoró tanto en decir algo que esa decisión ya no era de ella.

—Disculpa, ¿Estas bien? —Musashi se acercó lentamente, para ver si la chica con la que había chocado se había hecho daño.

—Bi-bien s-si, quiero decir, estoy bien, perdón por chocar con usted —Sena no sabía que responder, la lengua se enredaba en su boca y palabras sin sentido escapaban de ella.

—Todo está bien, me alegra que no te lastimaras, una pregunta más, te veías perdida, ¿Necesitad ayuda? —Musashi siempre había sido alguien gentil y amable, la chica frente a él parecía estar buscando algo o a alguien. Sena tenía sus dudas, pero aun así decidió decirle la verdad, ¿qué podía perder? No tenía más pistas, quien sabía y tal vez Musashi podía ayudarla a unirse al equipo, y ella trataría de que regresara lo más pronto posible.

—No, bueno si, lo que quiero decir es que estoy buscando a alguien, pero no logró encontrarlo —lo dijo casi en un susurro jugueteando con sus dedos, sin querer mirarlo a la cara, por la estupidez que estaba por hacer.

—Dime a quien buscas y tal vez pueda ayudarte, trabajo por la zona.

—En verdad me vas a ayudar, muchas gracias, estoy buscando a Hiruma Youichi, ¿Lo conoces? —Bien, ahora fue el momento de Musashi de quedarse sin palabras, después de todo que quería esta chica con alguien como Hiruma.

—Lo conozco, pero ¿Qué busca una chica como tú con alguien como él? —le contestó mientras clavaba su mirada en ella, esa chica empezaba a ser sospechosa.

—Acabo de convertirme en la secretaria de los Demon Devil Bats y hay algunas cosas que necesito hablar con él.

—No creo que puedas encontrarlo ahora, ¿por qué no mejor no intentas mañana en el colegio —Musashi trató de persuadir a la chica, era cierto que podía encontrarlo, pero a estas horas, quien sabe lo que esté haciendo, Hiruma era alguien muy conocido por no gustarle que alguien lo interrumpiera, era mejor si Sena se olvidaba del tema por lo que quedaba del día.

—Si, creo que hare eso, es decir ya se está haciendo tarde y mis papás se van a preocupar si no llego a casa a tiempo, gracias por todo, Musashi —si antes la chica parecía sospechosa, ahora no tenía dudas de que lo era, él en ningún momento le había dicho su nombre y mucho menos su apodo.

Con resignación Sena se marchó dejando detrás a un confundido Musashi, era cierto que sus padres se preocuparían por ella si llegaba tarde, pero aún le quedaba una hora más antes de su toque de queda, así que opto por ir a entrenar, después de todo aún tenía que regresar a su antigua gloria, o debería decir futura en verdad odiaba el viaje en el tiempo. Sin saber que lejos de ella otra conversación se estaba llevando a cabo.

—¿Qué quieres jodido viejo? —se escuchó la voz de Hiruma a través del auricular del teléfono.

—Hay alguien buscándote.

—¿Y eso por qué debería importarme?

—Sabían quién soy, dice ser parte de Delmon —no era muy común que alguien conociera la cara de Musashi, este muchas veces era confundido con un adulto, así que sí, era muy sospechoso.

Mientras Sena caminaba por la orilla del río, haciendo un entrenamiento ligero se encontró con una figura muy familiar.

—Así que eres la chica que me anda buscando, y bien aquí me tienes ¿Qué quieres conmigo? —le dijo Hiruma con su típico tono amenazante, a la par que masticaba chicle, mirando detenidamente a la pequeña niña frente a él. Sena se había detenido por completo cuando había llegado Hiruma, sin poder creer su suerte.

Cuando le habían dicho que alguien lo buscaba, se imaginó a alguien grande y corpulento, el típico matón de cuarta, pero la chica frente a él no era ni por asomo lo que había pensado. Además, a pesar de estar un poco nerviosa, cosa obvia, no desviaba su mirada de él, el nerviosismo no era por miedo a él.

«Interesante»

Había dejado una marca clara en Hiruma, quien ahora estaba interesado en saber que podía querer una niña típicamente femenina con él.



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En el texto hay: eyeshield, femsena, hiruma

Editado: 07.08.2024

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