12. DESPERTAR

Renné, mí amada Renné; qué te paso tanta era tu prisa por escapar de él. Mí Renné no se te ocurra dejarme porque voy al mismo infierno y te devuelvo a mi lado, -- Piensa el doctor desesperado rogando al cielo que nada grave le pasé a su gran amor.

Llega la ambulancia y rápido ingresan a la paciente, sin perder el tiempo la trasladan a quirófano por orden del Doctor Lombardì proceden a la cirugìa que a pesar de la perdida de sangre y un paro cardìaco y un gran susto para los presentes en quirófano, al final logran estabilizarla y mantenerla viva, claro esta bajo extrema cautela.

En una habitaciôn " X " de aquel lujoso hospital: Una paciente poco a poco volvìa de su letargo, algo confusa y aùn somnolienta. --- Parece escuchar una voz muy familiar y un tanto anhelada, desesperadamente logra enfocar sus ojos hacia donde provenía aquella voz tan varonil que sonaba preocupada. Rennè, Rennè escuchame sabes quien soy pequeña, --- Sssi, eres mi vieja ranita, -- Y él al escucharla nombrarlo por su apodo esboza una leve sonrisa de alivio. Asi es pequeña esta rana vieja que seria capaz de ir por ti al mismo infierno, reposa linda no es hora de bromear tuviste una muy complicada cirugìa. No debes hablar ni esforzarte todavia enseguida vendra un colega a evaluarte, es el neurológo.

No, ranita espera, René, René escuchamè bien, dice la paciente aùn balbuseante; Te lo suplicó por favor no quiero volver, ayúdame, no puedo volver, no aùn, ayúdame recuerdas la manìobra legal que pedì en caso de fuerza mayor, aplicala por favor, le pide con los ojos suplicantes a su gran amigo en su habitaciòn privada en un ala partícularmente alejada de las demás y más privada.

--- Pero pequeña, que pasa. --- Pregunta el doctor algo confundido por la expresiòn de tristeza y dolor de su amiga, Y tus padres?, le dice él. Por favor te lo suplco ayudame.

René Lombardí si no quieres verme convertírme en asesina en este mismo momento aunque tenga que sacar fortaleza de no sé donde diablos, haz lo que te pido.