La Disputa Perfecta

CAPITULO II " REENCUENTRO CON UN IDIOTA"

Olivia:

Siento como la puerta se abre y deja ver a una tímida Emily, lo se aun esta pensando que es su culpa que me hayan puesto una prueba para mi ascenso, la observo y dice:

  • Licenciada ya es hora del almuerzo – su voz suena apagada, creo que esta desanimada por lo que paso – la Señorita Dumont la esta esperando, junto a su sobrino.
  • Está bien – digo mientras me levanto y tomo mi saco – gracias Emily, y deja de estar tan preocupada, no fue tu culpa – apoyo mi mano en su hombro – esto no tiene nada que ver contigo.

Veo que sus ojos se han cristalizado, es tan tierna e inocente, le doy una sonrisa y continuo mi camino, llego al ascensor, donde una Señorita Dumont muy emocionada me recibe y me toma del hombro para que entre junto a ella; miro de reojo a Bruno quien esta serio como siempre y levanta su vista del teléfono de a  momentos para ver en que piso nos encontramos, las puertas se abren y el primero en salir es él; donde quedo la caballerosidad de los hombres, caminamos por el estacionamiento, mientras la Señorita Dumont aun sostiene mi hombro, sus sobrino le hace una mueca para que su tía entre en el  auto, pero ella parece no estar interesada y me lo confirma cuando dice:

  • Iré con Olivia querido – me da una sonrisa – hay tanto que debo hablar con ella, tu sabes cosas de mujeres – se limita a asentir mientras cierra la puerta del copiloto y camina hacia el asiento del conductor.7

Ambas subimos a mi auto, volteo a verla para darle una sonrisa, pero ella está bastante seria, lo cual me confunde de sobremanera, ella suele ser bastante alegre, ¿Qué le sucede, estará todo bien, sucede algo?, son algunas de las preguntas que pasan por mi mente a verla así. Ambas nos colocamos el cinturón de seguridad, active el GPS y comencé a manejar, el ambiente tenía el olor de nuestros perfumes, baje la ventana y ella me hablo.

  • Ay querida – suena agobiada – debo de pedirte un favor.
  • Dígame señorita Dumont – volteo levemente - ¿en qué puedo ayudarla?
  • Quiero que vigiles a mis sobrinos – sus palabras me sorprenden – he oído rumores de unos conocidos, que la Empresa OKEY quiere adquirir nuestra empresa de cualquier forma.
  • Mil disculpas, pero creo que no entiendo bien – digo confusa, sus palabras no tienen sentido, porque se preocupa por la empresa okey, hasta donde se les dejo muy en claro que no deseaba vender.
  • No tomaron bien la negativa – dice y saca su celular – mis contactos dicen que uno de mis sobrinos se está aleando con la Vicepresidenta de OKEY para arruinarnos de alguna manera – se saca las gafas de sol – no quería creer que esto era verdad, pero ahora mis dos sobrinos desean que me retire, y ambos desean tener un cargo importante dentro de la empresa – quizá tenga razón – tú sabes lo mucho que batalle con esos chicos para que les interesara la empresa.
  • Esta usted segura – debo de admitir que estas palabras salen de boca para fuera, no las siento, es más estoy más que segura que los rumores son reales – quizá sus sobrinos solo quieren formar parte de la empresa de su querida tía para que descanse.
  • Me encantaría que fuese así – me detengo en el estacionamiento del restaurante lujoso, observo a su sobrino quien está parado al lado de su auto, nos observa con una mirada seria, le doy una leve sonrisa, pero esta parece molestarle – conoces a  mi sobrina, a ella solo le interesa gastar el dinero que ganamos y odia el trabajo, por otro lado, a mi sobrino no le interesa manejar una empresa como la nuestra, desea viajar y conocer el mundo, en  ambos casos a ninguno le interesa estar frente a la empresa.
  • Eso lo entiendo, pero creen que sus sobrinos podrían vender la empresa que le costó levantar, no creo que sean tan tontos para desperdiciar la oportunidad de ser sus propios jefes y tener cantidad de dinero, y aun más cuando la nueva reputación que tiene la empresa, usted sabe más que nadie que en unos años más estaremos entre las 3 empresas de marketing con mayor prestigio y con posibilidades de expansión a nivel mundial – me desabrocho el cinturón, para bajar ya que su sobrino empezó a acercarse al auto se ve molesto.
  • Así es querida – la voz de la Señorita Dumont cambia de inmediato, su sobrino está abriéndole su puerta, cambio mi rostro por la sorpresa de sus palabras – es un lugar encantador – vuelvo en mi al darme cuenta de que ella cambio el tema por culpa de su sobrino.
  • Me encantaría conocer a torre Eiffel – respondo de inmediato y el rostro de su sobrino cambia a uno neutro – deberíamos viajar juntas ya que no se francés.
  • Solo quieres llevarme como una traductora – ahora suena dulce – que decepción querida – ambas bajamos del auto y ella toma de su codo a su sobrino y a mí.
  • No me malinterprete, quiero que usted me muestre su ciudad natal – sonrió como una niña – y que me cuente sus aventuras en la ciudad del amor.
  • Me encantaría hacerlo – suena emocionada – será hermoso, tú también deberías venir Bruno.
  • Dudo que pueda ir con nuestros asuntos – dice observándome molesto – sin mencionar que cuando viajo quiero tener buena compañía.

Diablos mi nuevo jefe es un idiota, no me extrañaría que en realidad este aliado con la vicepresidenta de OKEY, ambos son bastantes frívolos y odiosos, caminamos hacia la terraza del restaurante, la vista de las viñas es preciosa, el olor a campo se introduce a mi nariz  y me trae buenos recuerdos de la niñez, hacia tanto que no venia al campo, pedimos la comida y empezamos con charlas triviales, hablando del clima, contratos de la empresa, del hermoso viaje a Europa de la señorita Dumont, de cuales fueron los logros de su sobrino, etc. El hablar sobre mi nuevo jefe me hace dar cuenta que tiene todas las características de un perfecto idiota sobrevalorado; todo parecía ir bien, cuando veo entrar a Luca Fiere y al lado de Lesma Dumont, al parecer ambos son buenos amigos, tanto yo, como Bruno estamos molestos, yo lo disimulo como de costumbre, pero el rostro de Bruno no, la señorita Dumont también cambia su rostro, a ella no le agrada la familia Fiere.

  • Tía – dice con su voz chillona – como no me avisaste que vendrían, ambos son unos malvados – da la vuelta para mirar a su hermano.
  • Es un almuerzo de negocios – dice Luca con una sonrisa – o podemos sentarnos con ustedes – su voz de galán de telenovela es tan molesto.
  • Claro que no – dice con rapidez Lesma – es claro que mi tía trajo a su empleada porque mi hermano comienza hoy como el presidente de la empresa, y en una semana yo lo haré como su vicepresidenta – se sienta y apega sus codos en la mesa y le hace una cara de niña a su hermano.
  • Por supuesto - Bruno suena serio, saco el celular con el fin de buscar una excusa para marcharme, pues si estos dos se quedan prefiero marcharme.
  • Eso aún no está decidido – habla señorita Dumont y hace que su sobrina haga una mueca de desagrado hacia ella, como pueden ser familia, son dos polos opuestos – quizá la nueva vicepresidenta sea Olivia, para mi esta mejor preparada.
  • Tía – dice su sobrino al escuchar su afirmación, Luca me da una sonrisa pícara.
  • Así que no eras un don nadie como pensé – suena altanero – creí que solo eras una mentirosa.
  • No me extrañaría – Bruno nos mira ambos – después de todo ella debió aprender de ti.
  • No lo conozco – volteo para ver que Bruno me ve molesto – la única vez que lo vi fue esta mañana, y me pareció una persona patética.
  • No decías eso en la escuela – dijo mientras voltee a ver a una muy calmada Lesma – o crees que no te reconocería con solo bajar unos kilos, dejar de usar botellas en los ojos y vistiéndote mejor Luz o mejor dicho Castorcita.
  • Por lo tonta que solías ser en la escuela – sonrió y me levanto – después de todo trabajo ya 4 años para tú tía y nunca me dijiste ese nombre antes, no me digas que te diste cuenta de quien era solo porque tu hermano me investigo para encontrar algo sucio en mi pasado – miro el reloj de mi mano, para disimular que voy a llegar tarde – si me disculpan, debo retirarme tengo una reunión con un cliente, hasta luego señorita Dumont, como disculpa por mi partida le invitare la cena – empiezo a caminar a la salida sin importarme que la comida ya esta llegando, me retiro con calma.
  • Puff gorda sin gracia – es lo último que escucho antes de salir por completo de su radar



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En el texto hay: amorodio, rivalidad, viejo amor

Editado: 12.08.2023

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