La Disputa Perfecta

CAPÍTULO X "DOS TRISTES HISTORIAS"

Bruno:

La observo caminar por el pasto se ve tranquila, camino con las cervezas en la mano, la observo con detenimiento y veo que una mueca de tristeza se posa en su rostro, me acerco lentamente y observo como unas lagrimas caen en sus mejillas, le entrego la cerveza y luego le limpio las lágrimas con delicadeza y siento como el estomago me da un vuelco al verla así, me pregunto que paso para que ella este así, verla vulnerable despierta en mí una necesidad de protegerla.

  • Creí que solo yo necesitaba un trago, pero al parecer no soy el único con algo que lo atormenta – digo mientras la observo
  • En eso tienes razón – dice mientras tomo un sorbo.
  • Y no me contaras – digo mientras limpio sus lágrimas.
  • Te diría lo mismo – dice mientras me ve a los ojos.
  • Una historia por otra – digo luego de tomar un sorbo de cerveza.
  • Está bien – dice mientras me mira a los ojos – pero para eso creo que necesito unos tragos más.
  • En eso tienes razón, aun no estamos lo suficientemente mareados para hablar de eso – ambos empezamos a caminar hacia la banca que esta fuera de la cabaña – o quieres hablar ahora.
  • En eso tienes razón, aún nos falta embriaguez para poder hablar tranquilos y que no me de pena que me veas llorar.
  • Vas a llorar – digo mientras tomamos asiento.
  • La verdad es que si, soy una persona muy sensible.

La miró con detenimiento y observo lo delicado de su rostro, sus gestos de tristezas despiertan en mí, la parte sobre protectora, intento no pensar en eso y suprimir mis pensamientos, no puedo demostrarlos. Cambio del tema aprovechando que estamos tranquilos, y las preguntas referentes a la empresa son el mejor tema para callar mis pensamientos, y una perfecta opción para informarme de la situación de esta.  A cada respuesta que me da, me sorprende más, es tan inteligente como hermosa, como una chica que solo estudio una carrera en marketing pudo elaborar una estrategia administrativa y económica para sacar lo máximo de una mínima cantidad de trabajadores y recursos, sin contar el manejo alocado de mi tía y mi hermana, con tan solo el 40 % del capital pudo triplicar las ganancias del año y constituir una reputación implacable de una empresa que estaba destinada a quebrar, ahora la verdad agradezco a mi hermana el evitar que se pudiera ir a otra empresa, pues si hoy mi familia tiene una economía sostenible y lujosa, esta chica no hace más que sorprenderme y no puedo evitar admirarla por completo.

  • Eres asombrosa – digo sin pensar y ella voltea hacia mi y me da una pequeña sonrisa que despierta algo en mi corazón, algo que no sentí antes.
  • ¿Por qué? – dice mientras voltea su cuerpo hacia mí, ya que no me vio en ningún momento durante su explicación.
  • Porque vi los números y manejaste todo de tal manera que le disté una buena solvencia a la empresa y una reputación impecable.
  • No solo fui yo – dice mientras acomoda su cabello – fueron todos y cada uno de los empleados, sobre todo los jefes de equipo que fueron de mucha.
  • Pero fue con tu guía – digo mientras me levanto y camino hacia la cocina para traer una de las papas – no le quites merito a tus acciones.
  • No le resto méritos – dice mientras me sigue adentro.
  • Si lo haces – digo mientras doy vuelta y quedamos cara a cara – es solo que digo que eres buena líder, que termino haciendo un trabajo que no le tocaba – tenerla tan cerca me pone nervioso.

Me alejo de ella con rapidez con él miedo a que ella escuche los latidos de mi corazón, ella se voltea y vuelve a salir de la cabaña y empieza a caminar hacia la piscina y se sienta en una de las sillas, mientras mira al cielo. La observo mientras miles de pensamientos inundan mi mente, algo en ella me tranquiliza, como si hubiera algo en su ser que me cautivara, salgo de la cabaña con un par de cervezas y algunas papas fritas, me acerco a ella y tomo asiento a su lado, me observa con detenimiento hasta que le extiendo la cerveza, su mirada analizándome me pone nervioso.

  • Pasa algo – digo mientras me siento a su lado.
  • En realidad, no – dice mientras abre la lata de cerveza – solo que me pregunto qué paso, para que tú y tu hermana sean completamente distinto.
  • ¿A que te refieres? – la observo fijamente por unos segundos y volteo hacia otro lado para no incomodarla.
  • A que tú eres respetuoso, tenaz, entre otras cosas, que te hacen una persona admirable, a diferencia de tu hermana, quien al parecer es solo una niña mimada que disfruta maltratando a la gente que considera inferior.
  • Ella no es así, solo es una niña asustada intentando mostrar que es fuerte, no es esa clase de persona.
  • Ciertamente no la conoces, e visto destruir y maltratar a más de una persona solo porque no le gustaban sus zapatos o porque las chicas eran consideradas más bonitas que ella, sin mencionar las cosas que me hizo a mí con la colaboración de su noviecito.
  • ¿Qué es lo que ella te hizo?

Olivia:

Los recuerdos de una adolescencia tormentosa vuelven a mi cabeza, las burlas, el acoso y el daño físico y emocional que ella me causo, pienso en si debería contarle la verdad sobre su hermana, desenmascarar lo bruja que puede ser, pero siento que no debería hacerlo. Siento su mirada sobre mí y cuando volteo, me encuentro con sus hermosos ojos verdes puestos sobre mí, lo cual debo de admitir que me pone nerviosa. Siento una lagrima caer por mi mejilla y intento limpiarla, pero mi jefe me gana, siento su mano pasar por mi mejilla, pero rapidamente se aparta cuando escucha a su amigo llamarnos.

  • ¿Y ahora qué hiciste amigo? – dice mientras se acerca con dos platos de sándwich – ya hiciste llorar a tú novia, eres una decepción.
  • No paso eso – digo mientras me levanto y lo tomo de la mano – es que me torcí el tobillo – digo mientras apoyo levemente uno de mis pies, y para hacerlo más creíble mi Jefe me levanta para llevarme a la cabaña, y comienza a caminar en esa dirección, y me sienta en los sofás que se encuentran fuera de la cabaña, los tres no sentamos y yo estoy al medio de mi jefe y su amigo, el pone mis pies sobre los suyos.
  • Que romántico – dice con vos burlona, me sentí como si siguiera a una pareja de recién casados – por cierto, les traje estas Acarajé, son mucho mejores que las frituras que trajeron, es algo típico de Brasil, espero que les guste – mi jefe aparta con cuidado mis piernas y entra por más cervezas para tomar con su amigo.
  • Deja de decir tonterías amigo, no parecemos una pareja de recién casados – dice mientras lo miro con una sonrisa y su amigo se sorprende.
  • Él tiene razón – digo con una sonrisa mientras le extiendo la mía y busca una excusa perfecta para arreglar lo que acaba de decir – somos más bien como una pareja de recién enamorados, luego de los preparativos de una boda, la pareja créeme que no termina así.
  • En eso tienes razón – dice con una sonrisa y mi jefe parece darse cuenta de que casi arruina la mentira – las novias casi quedan como locas luego de tantos preparativos – aclara su amigo y mi jefe me toma la mano.
  • El organizar esa clase de eventos es bastante estresante – dice mientras me mira – aunque es pronto para hablar de eso, verdad cariño – debo de admitir que escuchar eso de él me puso algo nerviosa, pero intento disimular mi nerviosismo, así que lo miró a los ojos.
  • En eso tienes razón amor, es muy pronto para hablar de matrimonio, tenemos tantos planes antes de casarnos – por algún motivo me pongo más nerviosa al verlo a los ojos, pero a pesar de eso no puedo quitar mi mirada de la suya.
  • ¿Cuánto tiempo llevan juntos? – pregunta su amigo, logrando que él quitara su mirada de la mía, me tranquilizo levemente y el que responde es él.
  • Llevamos 3 meses de relación – me da una sonrisa, y me acomoda el cabello – los mejores diría yo.
  • ¿Cómo se conocieron? – volteo para ver a Joao.
  • Nos conocimos hace cuatro meses en la cena de aniversario de la empresa de su familia – digo bebo – aun lo recuerdo bien, debo de admitir que me cautivo desde el momento en que lo vi.
  • Yo quede más cautivado – dice mientras ambos sonreímos al vernos – me encanto el vestido color azul que llevabas, te veías hermosa.
  • Espera, ella es la joven de la que nos hablaste – dice mientras me mira.
  • Si – dice – aun lo recuerdas – lo noto nervioso, mientras veo como lleva su mano hacia su cabello para tocarlo nervioso.
  • Pues tenias razón, es preciosa – sonrió – debo de admitir que los chicos pensamos que eras una modelo o una de esas chicas plasticas, nunca pensé verlo con una belleza natural, tus gustos han mejorado amigo.
  • Confirmo – digo mientras tomo un sorbo y siento que el aprieta levemente mi mano.
  • Espera – dice al escuchar mi respuesta – no me dices que conoces a su ex novia.
  • Si – digo mientras, lo miró fijamente – la conocí hace tres años, cuando aun era su novia y yo apenas y empezaba a trabajar en su empresa, recuerdo muy bien su antipatía y su poca coherencia al hablar y al trabajar, sin mencionar los incidentes que causaron ella y su hermana, fue un desastre.
  • Enserio la conociste hace tres años, nunca me lo platicaste.
  • Por que no sabía que era tú ex novia, además no lo veía pertinente mencionar a tú ex.
  • De haberlo sabido, nunca le  hubiera comentado a mi hermana que íbamos a venir a Brasil.
  • Se lo dijiste – digo mientras volteó molesta – le contaste a tú hermana que la persona que mas detesta que vinimos a Brasil, es por eso que esa loca entro a nuestra habitación.
  • Espera Amber está aquí – dice mientras tomo uno de los sándwiches.
  • Si - digo mientras le doy un mordisco; Dios que cosa más sabrosa – y ubo un escándalo, aun no entiendo como saliste con ella, tu eres mucho para esa rubia – digo sin pensar, pero cuando lo miro me pongo nerviosa.
  • Ella le hizo un amarre – dice en broma Joao – mi teoría es que aquí mi amigo le encanta las rubias con operaciones, por eso me sorprendí al verte, una belleza natural como la tuya no es su tipo.
  • En eso tienes razón, tampoco es mi tipo – Joao mi mira extrañado – pero por algo dicen que uno se enamora de quién menos piensa – digo mientras llevo mi mano y acomodo su cabello mientras nuestras miradas chocan y tengo la necesidad de abrazarlo, me digo a mi misma que solo es producto del alcohol.
  • Es cierto, dice mientras me acerca a él – y me siento extraña, pero cómoda al estar más cerca de él – antes me gustaban las modelos, mujeres que sean extremadamente guapas, pero cuando la conocí, fue una completa locura, pasar de no aguantarnos e intentar matarnos en el trabajo, hacer la pareja perfecta.
  • Ay que bonito el amor – dice Joao y me mira – dijiste que el no era tu tipo, entonces ¿Qué tipo de chicos te gustaban?
  • Pues me gustan los nerds – digo mientras tomo un sorbo de cerveza – me gustan los chicos que son inteligentes, de complexión delgada y altos – siento como mi jefe aprieta mi  cintura y volteo hacia él – y cuando lo conocí solo pensé que era un playboy que le gustaban las fiestas y las chicas guapas, era lo contrario que buscaba en una pareja, o bueno eso pensaba hasta que lo conocí mejor y me di cuenta de como es en realidad – volteo porque me pongo nerviosa y le doy una sonrisa a Joao.



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En el texto hay: amorodio, rivalidad, viejo amor

Editado: 12.08.2023

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