La Anduirath/ Parte IX

La Historia de las Luces en el Cielo

Elvara cruzó los brazos mientras Reinhard la miraba con atención, su postura erguida, a pesar del evidente cansancio que lo aquejaba. Había algo en él que la hacía sentir que cada palabra que pronunciaba era analizada con la precisión de un estudioso.

----Bueno, todo comenzó con las luces,----dijo finalmente, su mirada perdiéndose en algún punto más allá del pasillo metálico. ----Primero vi dos: una era blanca, intensa como el fuego de mil antorchas, y otra de un violáceo oscuro que parecía devorar la luz a su alrededor. Al principio, parecían solo estrellas lejanas, casi inofensivas, pero sus movimientos… eran precisos, como si estuvieran flanqueándose entre sí.

Reinhard asintió lentamente, en señal de que escuchaba cada palabra con atención.

---- Las luces comenzaron a proyectar ases de luz, intensos que iluminaban el cielo como si fuera un segundo día, -----continuó Elvara. ----Al principio, solo eran esas dos, pero luego comenzaron a aparecer más, muchas más, primero de colos violaceas que empezaron a rodear a la luz blanca, luego aparecieron otras luces, más blancas. Eran luces brillantes, que interceptaban a las violáceas. Fue una danza caótica en el cielo. Y entonces, una de esas luces descendió...

Hizo una pausa, cerrando los ojos por un momento, recordando el destello que había iluminado el horizonte.

----Parecía un cometa,---- dijo en voz baja. -----Descendió con una fuerza impresionante, estrellándose en el mar, cerca de mi nave. El impacto fue tan fuerte que casi vuelca mi embarcación. Luego, de la nada, aparecieron más luces. El combate que parecía en ese momento lejano de pronto empezó a acercarse justo encima de mi posición. Las luces lejanas se transformaron en colosos alados de Hierro y Fuego.

Reinhard inclinó la cabeza, loss ojos de su máscara inmutable mientras procesaba la información. Su silencio, cargado de gravedad, hizo que Elvara continuara.

----Vi cómo lanzaban rayos desde sus alas y sus cuerpos, destruyendo a sus oponentes con una precisión brutal. Fue… impresionante y aterrador al mismo tiempo.

Finalmente, Reinhard rompió el silencio.

---- ¿Viste alguna de aquellas naves negras con tintes violáceos estrellarse cerca de tu posición?-----Preguntó, su tono grave, como si la respuesta que le fueran a dar, fuese crucial.

Elvara asintió.

---- Vi cuatro explotar en el aire, pero hubo dos que se estrellaron en el agua, no muy lejos de donde estaba.

Reinhard murmuró algo en un idioma que Elvara no entendió, pero su expresión se endureció.

---- Es posible que sus tripulantes hayan sobrevivido,---- dijo al fin, su voz grave, cargada de preocupación.

Elvara arqueó una ceja.

----¿Qué clase de seres habitan esas naves?

El guerrero tardó un momento en responder, sus ojos brillando con una intensidad que hizo que Elvara se sintiera pequeña ante él.

----Son de la clase que disfruta dominar y devorar a otros,---- Dijo con voz baja pero firme. ----Si no me apresuro a eliminarlos, comenzarán a crear un área de influencia. Desde ahí, empezarán a llamar a otros de su especie, otros Sangre Oscura que se encuentran en los cúmulos colindantes de esta galaxia y de otras. Si eso sucede, este planeta será invadido por un millar de esas naves, y con ellas, su destrucción será inevitable."

Elvara frunció el ceño, sintiendo una mezcla de confusión y temor ante esas palabras, No sabía que era Galaxia, pero sentia que era algo importante.

-----¿Qué son exactamente esos Sangre Oscura?

Reinhard suspiró, como si hubiera esperado esa pregunta.

----Son criaturas híbridas,---- explicó con seriedad. ---Unidades vivas creadas a partir de la mezcla de diversas razas y castas. En su origen, servían al Imperio en la era de la Gran Expansión, liderados por un gran líder militar llamado Borrar, que logra ponerlos en cintura, y todo estaba hiendo bien. Eran nuestros mejores soldados, diseñados para resistir, para adaptarse a cualquier entorno, para ser imparables.

Hizo una pausa, su voz tomando un matiz más sombrío.

----Pero, como sucede con todo poder descontrolado, se rebelaron, por desgracia mis superiores no me informaron que paso con exactitud y por qué su líder se rebeló, pero algo sucedio. Ahora son una plaga, expandiéndose por galaxias donde la mano del Imperio aún no ha llegado. Se infiltran en planetas clave, crean áreas de influencia, y desde ahí consolidan su poder. Tu mundo, Elvara, es uno de esos sectores clave. Planeaban convertir este lugar en un nuevo bastión para sus horrores."

Elvara sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La gravedad de lo que Reinhard describía la golpeó como un martillo. Quizá allá afuera, había una guerra que ella no era capaz de entender. Sin embargo, el tema del Aérea de Influencia,la dejaba desconcertada.

----¿Qué significa eso? ¿El área de influencia?---- Preguntó finalmente, con un hilo de voz, temiendo la respuesta que vendría.

Reinhard la miró fijamente, como si evaluara cuánto podía decirle. Finalmente, inclinó la cabeza ligeramente, su voz baja y firme, como si cada palabra cargara un peso ancestral.

----Significa que si los Sangre Oscura logran establecer un bastión aquí, tu mundo no solo será destruido físicamente,---- explicó, su tono frío pero calculado. ---- Su naturaleza hybrida ser eficaces a un nivel que no te imaginan, son capaces de cosas que no te imaginas, y su ingenio les permite extraer los recursos vitales de un planeta y crear cosas que no te imaginas: Naves, armamento, armaduras capaces de soportar ataques de alta potencia, pero eso es solo el comienzo. Lo que buscan es algo más profundo, más siniestro: el control absoluto de las mentes y las almas de aquellos que habitan en ese lugar. En este caso, el mundo donde vives.

Elvara dio un paso atrás, con los ojos muy abiertos.

----¿Dominar las mentes y las almas? ¿Cómo es eso posible?"