Luego de que el Teniente Sander y su grupo se marcharan con los Vehículos, los Raiders se reunieron y atendieron las heridas de su líder. Aunque habían pasado varias horas desde que el Teniente los atacó, por algún motivo permanecían en ese lugar. El tiempo pasó muy rápido, nuevamente el Sol comenzaba a ocultase, el cielo se tornó de un color rojizo para luego dar paso a la noche.
Cuando las primeras estrellas se hicieron visibles varios vehículos llegaron al campamento de los Raiders, cinco vehículos para ser exactos y de ellos bajaron varias personas con máscaras de color negro que mantenían tapada sus bocas y solo dejaban ver la mitad de su rostro, cada una de las personas que usaba una máscara llevaba consigo un arma de fuego. A medida que se acercaban hasta a los Raiders uno de los sujetos empezó a hablar de una manera muy autoritaria y mostrando superioridad -¿Donde está su jefe?- preguntó el hombre que poseía una máscara blanca y transmitía una presencia imponente...
—Está en un vehículo descansando... Nos atacaron y mataron a dos de los nuestros, y a nuestro jefe lo hirieron —Dijo un Raider con algo de temor en su voz.
—Oh, ¿Enserio? —preguntó sarcásticamente el hombre con la máscara de color blanco.
El hombre se acercó al vehículo donde se encontraba el líder de los Raiders y abrió de una manera muy brusca la puerta.
—Hola Harmat —Saludo mientras se apoyaba de la puerta del vehículo—. ¿Tienes lo que les pedí? —Lo miró de una manera amenazante—. No veo al Híbrido aquí ¿Donde lo tienen?
—Lo... logr... logramos Recuperar al Híbrido —Respondió con dificultad mientras se retorcía por el dolor que aún sentía en su cuerpo— Pero, los sujetos que lo mataron vinieron y se lo llevaron —Continuó.— mataron a dos de mis hombres.
—Que pena por eso. —Fingiendo empatía— Pero ¿sabes algo? —Sujeto bruscamente al líder de los Raiders del cuello de la camisa— ¡Les pago por cumplir No por fallar y dejar que los maten! —apuntó al Raider con un arma mientras esperaba su respuesta.
—Cálmate, cálmate —subió las manos asustado— Recuerda que dijiste que bastaba con que cortara una muestra de la carne de ese Híbrido —Hablo mientras un sudor frío comenzaba a recorrer su rostro.
—Entonces... —Bajo el arma— ¿Tienes la muestra?
—Claro —Giró a los asiento de la parte trasera del vehículo, sacando un pequeño contenedor— No fue fácil cortarla... es una carne muy dura.
—Bien, bien —Estiró su mano para que el Raider le entregara el recipiente- con esto bastará —Dijo mientras le daba varias palmadas en el hombro— Les pagaremos con más Armas, en unos días se las entregaremos.
El hombre con máscara blanca volvió con su grupo dejando a los Raiders con su líder dándole. Ordenó con un grito a sus acompañantes que subieran a los vehículo e irse de ese lugar, no sin antes decirle que les dieran unas cuantas Armas a los Raiders por hacer un buen trabajo.
Los vehículos donde habían llegado esos hombres eran claramente más avanzados y resistente que los vehículos que poseían los Raiders, cuando encendieron los motores y empezaron a desplazarse se alejaron desapareciendo en el horizonte en cuestión de unos pocos minutos.
[...]
Cuando el grupo liderado por el Teniente Sander llegó al Olimpo dejaron los VDAYE's del Edén en la parte más baja de la montaña, pero esta vez los subordinados del Teniente se quedaron para cuidar de los VDAYE's. Por otra parte el Teniente y el resto del grupo subieron a la ciudad en los vehículos de los soldados del Olimpo.
Una vez en el Olimpo se dirigieron al Cuartel e inmediatamente fueron a informar que su misión había sido un éxito. David, Leo, Jesus, Octavia y Elizabeth fueron a Los talleres a buscar a Clara y a Hanna, mientras que, Abigail se dispuso a buscar a Dianna para analizar la sustancia que los Raiders usan para no ser atacados por los Híbridos.
Aunque habían pasado casi siete días de que salieran a la misión y dejaran a Clara diseñando el arma sonica en el taller, el Progreso que Clara, Ethan Y Hanna habían tenido con el arma era muy poco. Si bien tenían varios prototipos ninguno producía la suficiente potencia de sonido y aquellos prototipos que lograban producir una fuerza de sonido considerable no permitían concentrarla toda en un solo punto y dispararla a un objetivo.
—¡Hola Chicas! ¿ cómo están? —Octavia saludó a sus dos amigas mientras les entregaba un vaso con alguna bebida típica del Olimpo— ¿Como van las cosas por aquí? —Se acercó más al lugar y pudo ver todos los prototipos fallidos que habían sido fabricados.
—Oh genial, más molestias —Dijo Ethan con sarcasmo tratando de ocultar lo molesto que estaba.