Este capítulo es largo ya que quería abarcar todo en este solo.
El teniente Sander y los demás intentaban llegar al pueblo lo más rápido posible, todos seguían al Teniente pero él no corría hacia el pueblo sino que en dirección contraria.
—¡El pueblo es hacia el otro lado! —Rechisto Elizabeth en voz alta diciendo lo que todos pensaban en ese momento.
Sander no se detuvo y siguió corriendo y como era de esperarse todos lo siguieron.
Llegaron a un tipo de zanja en la tierra donde por fin se detuvo el Teniente.
—El pueblo está siendo atacado —Decía mientras retiraba muchas lianas que recorrían las paredes de la zanja—. Llegar directamente solo haría que nos maten.
Sander termino de quitar las lianas revelando una vieja puerta que al abrirla mostraba un túnel con dirección al pueblo.
—Es mejor llegar sin que nos vean —Agregó y sin pensarlo mucho tiempo se adentró en el túnel.
Todos siguieron al Teniente por ese túnel hasta que salieron en los talleres del Cuartel.
—Sepárense, los que no tiene armas busquen algunas, protejan a toda nuestra gente y ayuden lo más que puedan en la batalla.
Luego de indicarles que hacer el Teniente corrió hacia la entrada del pueblo, allí estaba su hijo, Adán, liderando a un pequeño grupo de soldados del E.R.E que servían como primera línea de ataque y defensa.
—¡No dejen que lleguen al muro! —Gritó en forma de orden mientras le disparaba con un subfusil a los Híbridos.
La estrategia que Adán había ideado para mantener a raya a los Híbridos parecía funcionar, era simple, usar las armas Sonicas para acabar con los Híbridos más grandes y Armas de fuego para acabar o al menos retener a aquellos Híbridos que intentarán llegar al muro el tiempo suficiente como para que las Armas Sonicas vuelvan a acumular la suficiente potencia como para otro disparo.
—¡Sander hasta que llegas! —Escuchó la voz de Williams—. Hemos llevado a los niños y a los ancianos al Cuartel y les hemos dado Armas a todos los que puedan combatir.
Como dijo Williams todos en el pueblo tenían un arma, pero, no todos tenían un arma de fuego. Algunos tenían espadas, lanzas y otros tenían sus arcos, todos preparados para la batalla en caso de que el muro sea destruido.
El muro comenzó a retumbar, los Híbridos poco a poco llegaban y arremetían contra el muro, el temor se hacía presente en el rostro de muchas de las personas que esperaban el momento en el que los Híbridos entrarían, era normal, muchos de ellos ya han pasado esta misma situación y saben lo difícil que es sobrevivir a un ataque así.
—¡Esto no se ve bien! —Exclamó Sander mientras pensaba rápidamente en un plan— ¡¿Donde esta Lorraine?!
—¡Está dirigiendo al equipo médico en el cuartel! —Exclamó Williams mientras disparaba su arma hacia los Híbridos.
Sander corrió hasta el Cuartel para buscar a Lorraine, dudaba que tuviera lo que necesitaba pues en estos momentos pues los materiales para crearlos eran difíciles de conseguir y fabricar, especialmente ahora que no cuentan con un buen equipo para hacerlo. Cuando llego al Cuartel se tuvo que abrir paso entre una gran cantidad de personas que corrían de un lugar a otro preparándose para defenderse en caso de que los Híbridos destruyeran el muro.
Después de varios minutos buscándola finalmente la encontró, estaba atendiendo a un hombre que había sido herido por su propia arma cuando el mecanismo de disparo falló y causó que la bala estallara dentro del arma causándole daño.
—¡Lorraine! Te estaba buscando.
—¿Para que? —Cuestionó ella mientras comenzaba a vendar el brazo del hombre—. Estoy ocupada aquí Sander.
—¡Necesito todos los explosivos que tengas! —Exclamó apresurado pero a la vez con calma. Lorraine solo se limitó a decirle en donde estaban así que él fue y los tomó todos, no eran muchos pero eran suficiente para su plan.
El teniente volvió a correr hasta el muro, llamó a Williams y a su hijo y le explico lo que pensaba hacer con esos explosivos.
[...]
—Esas Armas son un problema.
Jackson hizo una seña y uno de los sujetos que los acompañaban, específicamente una mujer que caminó hacia uno de los Vehículos que estaban con ellos y sacó un gran rifle de la parte de atrás del vehículo.
—Balas Fragmentarias —Volvió a hablar mientras tomaba una de las balas del rifle y la inspeccionaba—, explotan al hacer impacto causando una pequeña explosión pero suficientemente potente como para matar a una persona en un rango de un metro.
—Si... como digas —Dijo la mujer que cargaba el arma—. Esos detalles solo te importan a ti.
La mujer posicionó el arma en un árbol caído preparándose para disparar, apuntó hacia su primer objetivo y disparo matando a la persona que protegía al Edén.
—Veera eres muy impulsiva y eso te puede hacer cometer una mala jugada en el futuro —Volvió a decirle ya interesarle lo que hiciera.
Veera continuó disparando el arma matando a los guardias del pueblo, aunque fallaba algún que otro disparo la bala explotaba al impactar con cualquier cosa cercana a su objetivo.
Con los guardias muertos los Híbridos pudieron arremeter contra el muro sin seguir muriendo. Cada vez que embestían el muro este mismo temblaba al recibir los fuertes impactos, a pesar de estar reforzado en algunas partes con hierro era notable que no aguantaría mucho. Los Híbridos continuaron hasta que lograron derribar el muro. Con velocidad comenzaron a correr hasta el interior del pueblo, pero, salieron volando en pedazos luego de que varias y fuertes explosiones ocurrieran.
—Vaya... —Ironizó Jackson.
Otro grupo de Hibridos comenzó a correr rumbo al pueblo pero al igual que anterior también fue erradicado, solo que esta vez no había sido por explosiones sino debido a una lluvia de balas.
—Así que tenías razón con esto —Finalizó viendo con curiosidad la buena estrategia que habían usado los habitantes del Edén para defenderse.