Capítulo XXIII

—¡¡¡ALTO!!! —Se escuchó un grito a la lejanía y todos los Híbridos se paralizaron.

David alzó su vista y miró hacia la dirección de la que escuchó venir el grito y ahí estaba su hermana, Clara, pero algo no estaba bien en ella y era que estaba llorando sangre.

—¡Lárguense! —Volvió a gritar y los Híbridos comenzaron a correr alejándose del pueblo, luego de eso ella cayó al suelo desplomada.

Al ver cómo los Hibridos se alejaban las personas que venían con ellos también se fueron del pueblo. Haciendo un gran esfuerzo David logró ponerse de pie y caminó muy rápido hacia Clara, se agachó para poder inspeccionarla; lo primero que hizo fue revisar su respiración, era muy leve pero al menos respiraba. Trato de cargarla pero el dolor de su cuerpo lo hizo desplomarse y caer nuevamente.

—¿¡Están bien!? —Cuestionaron  Elizabeth y Leo al unísono llegando al lugar.

David solo negó con la cabeza, le preocupaba más el estado de Clara que el de él mismo.

—Su respiración es muy leve —Dijo con preocupación pues poco a poco la respiración de Clara disminuía—. Traigan a Abigail.

Sin darse cuenta un pequeño tipo de Dron voló sobre ellos y disparó un tipo de aguijón que se incrustó en la piel de Clara.

—¡Hey! —Exclamó luego de percatarse del Dron y haber visto lo que le hizo a Clara, intentó derribarlo de un disparo pero el Dron se fue igual de rápido cómo llegó.

Todos volvieron a concentrase en Clara, en cómo podrían ayudarla. No sabían que le había pasado ni si era grave.

—¡Vamos al Búnker! —Exclamo Elizabeth tras recordar que Abigail había dicho que allí había equipo médico avanzado—. Cárgala con cuidado —Le dijo a Leo, luego se acercó a David y pasó uno de sus brazos sobre sus hombros para ayudarlo a ponerse de pie—. Vamos...

[...]

Jackson y parte de su gente estaban reunidos en el bosque fuera de Edén. Todos lo que se encontraban allí habían visto la extraña escena, algunos se sorprendieron al ver cómo los Híbridos obedecieron a la chica deteniéndose y como después se comenzaron a correr alejándose del lugar y la batalla.

—Así que... —Un hombre que estaba a punto de hablar fue interrumpido por Jackson.

—Lo encontramos —Completo la frase, él aún estaba impactado ante lo que acababa de ver. Apresurado sacó un extraño objeto de su bolsillo y lo arrojó al aire, el objeto se desplegó y se hizo un poco más grande, era un Dron—. Yong ya sabes que hacer —Hablo a través de su comunicador.

Yong estaba en su "base" el junto con otras personas más se encargaban de controlar los aparatos que se pudieran usar a distancia, así como el Dron que desplegó Jackson, y de coordinar a todos los grupos manteniendo estable y funcional su sistema de comunicación.

Jackson volvió a usar su comunicador.

—Retírense —Ordenó—. Tenemos lo que buscábamos —Agregó mientras recibía en su mano un pequeño tubo de cristal lleno con la Sangre de Clara de parte del Dron.

[...]

En otro lugar del pueblo se encontraban Jesús, Hanna y Octavia. Las chicas no estaban muy lastimadas, solo tenían raspones por haberse caído una que otra vez y pequeños cortes de las armas que usaron las personas que los atacaron, por otro lado, Jesús no estaba también como ellas ya que él había recibido un disparo en su pierna cuando corrió para ayudar a Hanna y a Octavia quienes estaban acorraladas contra dos Híbridos y cuatro sujetos con armas, por suerte él llegó rápido y pudo matar a tres por la espalda pero el último se percató de él y logró dispararle aunque la bala le dio en la pierna.

La herida era muy grave pues la bala había roto la arteria.

Hanna se arrancó un gran trozo de su camisa y con ayuda de Octavia le hicieron un torniquete a la herida de Jesús.

—Eso no detendrá el sangrado —Dijo Jesús al ver que el trapo ya estaba rojo por la sangre—, perforó una arteria.

Jesús se rescató de un escombro que tenía cerca e hizo mucha más presión en la herida cubriéndolo con otro trozo de tela que esta vez era de su camisa.

—¡Hay que llevarte a la enfermería! —Exclamo Hanna preocupada por su compañero, lo ayudó a ponerse de pie e intentó ayudarlo a caminar pero Jesús se rehusó.

—Puedo caminar solo —Dijo con una expresión seria, casi como si no sintiera dolor.

Hanna lo miró un poco molesta, le molestaba el hecho de que Jesús siempre actuara así cada vez que sufría una herida pues siempre se rehusaba a recibir más ayuda de la necesaria y siempre actuaba como si nada le hubiese pasado. Suspiro con pesadez y lo dejo caminar solo, comenzaron a avanzar lentamente por el pueblo con rumbo a los Cuarteles ya que allí se construyó la nueva enfermería cuando se restauró el pueblo.

El pueblo no sufrió tanto daño como en el último ataque, sin embargo, la cantidad de cuerpos de Híbridos muertos y personas heridas era mucho mayor, había Híbridos muertos por todas partes y todas las personas sobrevivientes que se encontraban bien ayudaban a los Heridos llevándolos a la enfermería.

—¿Por qué creen que se fueron? —Preguntó Octavia observando el cuerpo de uno de los invasores.

—Quizá ya obtuvieron lo que quería —Respondió Jesús mientras seguía avanzado.

No pasó mucho tiempo para que llegaran, al entrar al cuartel vieron a muchas personas heridas; algunos tenían heridas de balas en los brazos o piernas como Jesús, mientras que otros tenían heridas grandes y abiertas causadas por las garras de los Híbridos.

Hanna y Octavia llevaron a Jesús a una camilla para que se sentara, él arrancó un trozo de su camisa e hizo más precisión sobre su herida. Las chicas buscaron a alguien que pudiera ayudar a detener el sangrado de su compañero, pero, la cantidad de heridos era mucho mayor a la cantidad de médicos y cada minuto aumentaba la cantidad de personas que necesitaban ayuda.

—Quédate con él —Le dijo Octavia a Hanna—, iré a ayudar a traer a los heridos —Agregó para luego salir con prisa de la enfermería.

Octavia comenzó a correr por todo el pueblo buscando y ayudando a todo aquel que necesitara ayuda. Los Solados del E.R.E junto con más personas se encargaban de llevar a quienes estuvieran muy heridos como para caminar a la enfermería, mientras que Los Cazadores Híbridos se concentraban en remover los escombros de las pocas casas y áreas del muro que fueron destruidas por el ataque. Se detuvo tras escuchar un ruido casi inaudible.