Capitulo 10: La Profanación de Elvira

Al día siguiente, el turista desapareció, y la cripta había sido profanada. El esqueleto de Elvira no estaba. Estaba claro: ese tipo había hecho algo.
—¡Ricardo, ven rápido! —grité, al ver la cripta vacía—. ¡El esqueleto de Elvira ha desaparecido!
Sabía que eso significaba problemas, que el espíritu de Elvira estaba en peligro.
Al día siguiente, descubrimos que el turista había desaparecido. La cripta de Elvira había sido profanada, y su esqueleto había sido robado.
—¡Ricardo, ese hombre ha profanado la cripta de Elvira! —grité, con la voz llena de angustia.
—¡No puede ser! Debemos encontrarlo y recuperar el esqueleto de Elvira —respondió Ricardo, con furia.
—¿Por qué haría algo así? ¿Qué pretende? —pregunté, con preocupación.
—No lo sé, Sofía. Pero estoy seguro de que sus intenciones son malvadas —respondió Ricardo, con una mirada sombría.
A partir de ese día, nos dedicamos a buscar al turista y a recuperar el esqueleto de Elvira. Sabíamos que el espíritu de Elvira estaba en peligro, y que debíamos actuar con rapidez para protegerla.