¿la esposa del Ceo mudo?

Capítulo 30: Un año de felicidad

Un año había pasado en un abrir y cerrar de ojos desde la llegada de Ethan. La mansión Volkov, que alguna vez había sido un lugar de frío silencio y conspiraciones, estaba ahora llena de risas, de juguetes y de globos de colores que flotaban en el aire. Era el primer cumpleaños de Ethan, y la celebración era un reflejo del amor que sus padres, Kiara y Alexander, habían construido.

Ethan, con su cabello oscuro como el de su padre y sus ojos verdes como los de su madre, gateaba felizmente por el salón, persiguiendo un robot de juguete que Kiara había diseñado especialmente para él. Sus carcajadas resonaban en las paredes, y cada sonido era música para los oídos de Alexander.

Kiara, con una sonrisa que no se le borraba de la cara, observaba la escena. Sus padres estaban allí, hablando animadamente con el abuelo Volkov, y por primera vez, todos se sentían como una sola familia.

Alexander se acercó a Kiara, la tomó de la mano y la miró a los ojos. Su voz, que ahora era clara aunque con un ligero tono ronco, dijo:

—Kiara, hace un año, nuestro hijo nos unió. Pero tú... tú me uniste a la vida.

Kiara, con los ojos llenos de lágrimas, lo abrazó con fuerza.

—Alexander, tú me salvaste de un guion que no era mío. Me diste la vida que siempre quise tener.

En ese momento, el abuelo Volkov, con una sonrisa sincera, se acercó a ellos.

—Kiara, Alexander... este niño... no solo es el futuro de nuestra familia, sino que es el resultado del amor más puro que he visto en mi vida. El amor que ustedes tienen es tan fuerte que han escrito su propia historia.

La pareja se miró, y en la mirada del otro, vieron el reflejo de un amor que había superado todos los obstáculos. El contrato de matrimonio, las traiciones, los celos. todo había quedado atrás. Ahora, solo existían ellos, su hijo y la promesa de un futuro que, esta vez, era todo suyo.

—Te... Amo.. Los amo — las palabras de Alexander resonaron en la cabeza de Kiara como un recordatorio de su vida anterior antes de entrar en esta novela. Y en lo feliz que era ahora.

— y yo también, estoy feliz de estar aqui— y sin más la pareja junto sus labios en un beso lleno de amor, ternura y gratitud.

Pero fueron interrumpidos por unas pequeñas manitas que jugaban con el borde del pantalón de Alexander. Y al mirar hacia abajo.

Ethan balbuceaba y jalaba el pantalón de su padre como si fuera lo más divertido del mundo.

—¿Te diviertes pequeño? — dijo Kiara sonriendo tiernamente.

Ethan miro a sus padres con inocencia en sus ojos y echó una carcajada. —M-mama... ¡M-maama!... Pa-aapa.. Apa!.. Apa.. Papa..

Los dos esposos se quedaron de piedra. Toda la familia dirigió su mirada hacia el pequeño niño que reía a carcajadas con una inocencia que sólo el podía tener.