Capítulo 2

Ariadna: mi familia nunca se enteró de cómo me trataste siempre. Ellos pensaban todo lo contrario y no quise que se enteraran para evitar problemas.

Dante: el único que es capaz de ocasionarlos es tu hermano. Él tiene mal carácter y lo creo capaz de hacerlo, pero si lo sabe no me importaría.

Ariadna: entonces esta seria nuestra despedida. Espero no volverte a ver nunca y como sabes te deseo lo mejor con la mujer que amas.

Ella sale de su despacho y Ariadna se sentía bien con ella misma. Porque no le provocaba ningún sentimiento verlo y eso significaba que nunca lo amo, nada más que lo único que le dejo fueron heridas en el alma que muy pronto sanaría

En la casa de la familia Andersen

Humberto: todavía no puedo elegir a la joven con la que me casare. Porque pienso que debe de tener cualidades que la haga única ante mis ojos.

Leandro: será difícil para ti encontrarla y necesitas pedirle ayuda a tu madre para que la puedas hacer. Seguramente ella elegirá a la joven perfecta para ti.

Humberto: no será necesario que lo haga. Esta vez prefiero hacerlo solo y lo más correcto es que la elija para mí, además no confió en los gustos de mi madre.

Leandro: deberías hacerlos. Aunque no confíes en ella y en la sociedad existen diferentes jóvenes que están en la edad de casarse y también hay otras que no tienen el mismo destino como las feas.

Humberto: en el mundo no hay jóvenes feas, sino la sociedad las hace sentir de esa manera por ser diferentes y la prueba de ello es la hermana de mi mejor amigo.

Leandro: siempre he sentido que ella es especial, pero hay un rumor que está circulando en la sociedad y es que su prometido se va a casar con otra joven.

Humberto: eso sería imposible. Ellos han estado comprometidos desde hace años y si eso realmente paso habrá consecuencias para su ex prometido y ella seguramente debe de estar triste.

Leandro: en este momento debe de ser la burla de su ex y su hermano no estará nada feliz en saberlo. Ella era la única joven que tenía que respetar sobre todas las cosas.

Humberto: necesitare ir a su casa para poder tranquilizar a mi amigo. Sabes perfectamente que esto no se puede quedar así, pero yo le ayudare, porque a nadie le gusta ver sufrir a sus seres querido.

Leandro: debes de apoyarlo. Nada más te pido que no ocasiones problemas, espero que no hagas lo que estoy imaginando y una relación entre ustedes sería imposible.

Humberto: pienso que no tiene nada de malo en convertirla en mi esposa. Ella es especial y en eso coincido contigo y al fin pude encontrar a la joven que será mi prometida sin tener necesidad de buscarla.

Leandro: estas consciente de lo que me estás diciendo. Estoy seguro de que no te va aceptar y será mejor que busques a otra joven, porque lo primero que pensara será que también te quieres burla de ella al pedirle matrimonio de esta manera tan repentina y tu madre nunca aprobara tu futuro matrimonio y mucho menos su hermano te aceptara, pero no tendrás otra opción que cambiar de idea.