La esposa del duque

Capítulo 3

Humberto: nunca la cambiare. Porque ella definitivamente será una buena opción para convertirla en mi esposa y su hermano no se puede negar.

Leandro: sabes perfectamente como es él y así te vas atrever a pedir su mano en matrimonio. Solamente que dudo que tengas una posibilidad de hacerlo.

Humberto: lo único que necesitare es que la señorita Ariadna me acepte y de los demás me puedo encargar perfectamente, pero nunca debes de olvidar que yo siempre consigo lo que quiero.

Leandro: por supuesto que lo sé. Nada más que nunca debes de olvidar que esa joven con la que te piensas casar es la hermana de tu mejor amigo.

Humberto: no debes de preocuparte demasiado por eso, padre. Ella terminara siendo mi esposa y es la única que estará a mi lado, solo que tendré un matrimonio de verdad.

Leandro: no puedo creer que te guste esa joven. Porque con las palabras que acabas de decirme es lo que siento y ahora entiendo la amistad que has llevado por años.

Humberto: lo único que me gusta de ella es su forma de ser. Pero no me gusta como mujer y eso puede ser algo contradictorio a lo que acabo de decir.

Leandro: seguramente ni tú mismo entiendes tus sentimientos y una propuesta así no la debes de realizar. Ella encontrara de nuevo un nuevo prometido y te olvidaras de hacerlo cuando pasen los días.

Humberto: ahora es mi oportunidad de estar con Ariadna y no pienso desaprovechar la oportunidad que tengo. Aunque su hermano se moleste conmigo, porque siempre me decía que ella era sagrada.

Leandro: esa debe ser la razón por la cual se despertó el interés que sientes. Además, sabías perfectamente que era prohibida para ti.

Humberto: ahora será mía con todos los derechos y obligaciones que lleva un matrimonio. Eso quiere decir que yo no pienso tener una esposa de nombre como lo hacen la mayoría de los caballeros cuando se casan con alguien de su misma apariencia física, ya que siempre serán consideradas feas.

Leandro: así es la sociedad y sigo pensado que tendrás problemas con su hermano y que pasaría que de repente su ex prometido decide volver a su lado.

Humberto: el jamás la ha querido, padre. Porque acepto ese compromiso por obligación y al convertirla en mi prometida nadie podrá quitármela.

Leandro: estoy seguro de que estas enamorado. Solamente que tendrás que defender tu amor y sobre todo debes de conquistarla para que pueda sanar sus heridas.

Humberto: lo que siento es un sentimiento completamente diferente. Siempre que estoy a su lado tengo una necesidad de protegerla y eso no es amor.

Leandro: con el tiempo te vas a dar cuenta si es verdad o no. Ella seguramente es tu verdadero amor y cuando tu madre se entera hará todo lo posible para evitar tu boda.

Humberto: nadie tiene ningún derecho a interferir en mi futuro compromiso. Ella es la joven que elegí para mí, pero mi madre tendrá que aceptar mi decisión.  



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En el texto hay: boda, romance, fea

Editado: 30.05.2023

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