La Esposa del Presidente

Capítulo 2: Un Contrato

2 Años Atrás...

Narra Mi Yeon...

Mi vida siempre a sido un desastre... Mi hermana menor está acurrucada entre mis brazos, desde mi habitación escuchamos discutir a nuestros padres. Siempre lo hacían porqué los gastos eran muchos y el dinero NUNCA alcanzaba...

-Los prestamistas vinieron está mañana, ¿Y que crees que les dije?! -se escucha la voz de mi madre-

-¿En que te gastas el dinero mujer?! -dice mi padre-

-¿Cómo qué, en qué?!, ¿Qué es lo que comes todas las mañanas?. ¿Eso no vale?. Más bien, ¿Por qué traes poco dinero?!

-¿Qué quieres que haga?, ya tengo tres empleos, trabajo como un "burro" día tras día,   traigo todo lo que me gano y tu sólo reprochas...

Vengo de mi trabajo de medio tiempo y traía un poco de dinero pero aún así faltaba...

-Eso es todo Mi Yeon, ¿y crees que esto alcanza? -me dice mi madre-

-Hago todo lo posible, pero esto es lo que consigo. -explico-

-Sigo creyendo que deberías dejar los estudios. El dinero que inviertes en eso, lo podemos utilizar para otra cosa. 

-Si estudio puedo conseguir un trabajo mejor mamá.

-De qué sirve estudiar, sólo gastas dinero en vano.

-Suspiro-

Es inútil discutir sobre esto con mi madre, piensa que no sirve de nada. Aunque mi padre trabaje todo el día nunca es suficiente, mi hermano mayor... hay días que no sabemos nada de él, y mi hermana menor aún está en la escuela. Yo, estoy en la universidad, quiero ser una gran fiscal, por eso es que tengo trabajos de medio tiempo, aún así mis notas son las mejores...

Le muestro las notas a mi madre y sólo me ignora. ¡seguiré estudiando para lograr mi sueño!. O eso creía...

-Es una buena Oferta, Mujer. -replica mi padre-

-¿Y crees que voy a dar a mi hija así de fácil? -contesta mi madre-

-¿Qué pasa? -pregunto-

-Mi Yeon, ¿Qué tanto eres capaz de dar por tu familia? -me pregunta mi padre-

-¿A qué se refiere? -Sigo con mis dudas-

-Ya dije que es una idea absurda y no aceptaré aunque nos estemos muriendo de hambre -responde mi madre-

-¿Qué es?! -pregunto-

-Suspira- Cásate. -dice mi padre-

-¿Qué? -Aun sin entender-

-Nos llegó una solicitud diciendo que el presidente, en la empresa en que trabajo, quiere que te cases con su hijo, el joven está muy interesado en ti y han estado observándote.  Dicen que eres perfecta. -Explica mi padre-

-Ese joven es mayor que ella -dice mi madre-

-Aun así, nos será de mucha ayuda. Hija, Piénsalo podemos salir de toda esta angustia.

-Si enana, es hora de que sirvas para algo. -reprocha mi hermano-

-Wook! -mi madre regañándolo-

-Dime, ¿tú alguna vez lo has hecho, servir para algo? -Digo con algo de rabia-

-Ya basta!, Mi Yeon, puede ser una buena Oferta y lo que sea, pero es muy arriesgado. -Explica mi madre un poco angustiada-

-Y si lo hago, ¿Qué obtendremos nosotros? -Pregunto algo Curiosa-

-No tendríamos que preocuparnos más por dinero -dice mi padre-

-Sería super, podría hasta tener unos zapatos nuevos -Dice mi hermana menor, mirando sus zapatos con un hueco en la suela. Eso me parte el alma-

Miro a mi alrededor y en realidad no tenemos nada, los prestamistas ya le pusieron a todo la "etiqueta roja" y muy pronto vendrán para llevárselo. Si no hago nada al respecto quedaremos en la calle y sin nada que comer. ¿A quién no le agobia eso?

-Lo haré!, lo que sea necesario, lo haré. -expreso rápidamente-

-¿Estás Segura? -pregunta mi madre aún con dudas-

-Lo estoy. -afirmo-

-Emocionado- Vez mujer, te dije que aceptaría.

-Yo aún no estoy convencida de esto. -replica mi madre-

Desde ese día comenzó todo, tal vez sólo debí seguir estudiando y ser fiscal. No tomando el camino "Fácil". En esos días me presenté ante el presidente y su hijo...

-Mi Yeon, no te preocupes. Esto más bien va a ser como un contrato de trabajo. No te pusimos como secretaria, porque es algo más privado. -dice el presidente, bueno el que antes lo era, el padre de mi "querido esposo"-

-Pero, ¿por qué me eligieron a mí? -pregunto-

-Por que eres la indicada para este trabajo. Eres linda, lista, cumples con nuestro protocolo.

-Y más o menos, ¿Cómo sería esto del contrato?

-De eso quería hablar. Las condiciones.

-¿Condiciones?

-Es un contrato, ¿no?. Entonces, mis condiciones son:

1.Actuar como una verdadera esposa delante de todos.

2. Vas a ser como su secretaria, tienes que estar al tanto de todo y también tendrás un lugar en la empresa.

3.No puedes dejar que mi hijo o la empresa caigan, has lo que sea necesario para que esto no suceda. Está en tus manos.

4. Nadie, puede saber sobre este contrato.
Ahora quiero escuchar las tuyas.

Esas estúpidas reglas han estado siempre en mi cabeza haciendo estragos.

-Ok, mis condiciones son:

1. Que mi familia pueda vivir bien, Que no vuelvan a sufrir por dinero.

2. Quiero seguir con mis estudios.

3. Aunque el contrato sea sólo conmigo, Él también tiene que poner de su parte.

-Satisfecho-  Me parece bien, entonces todo está hecho. -Firmamos el contrato-  ah, por cierto. El matrimonio es real.

-¿Real?!

-Así es, si llega a ser falso muy pronto se darán cuenta. Pero no te preocupes como esposa tienes derecho a muchas cosas.

-Trago saliva y suspiro- Ok. Pero aunque sea su esposa, no tiene derecho sobre mí.

-Esta bien, como desees...

Y mi tormento llegó. El día de la boda. En este momento estoy enfrente del espejo pensando en que locura es la que estoy cometiendo, pero no hay vuelta atrás, mi familia depende de esto. Siempre soñé con casarme y que el día de mi boda sería el más feliz del mundo. Que me casaría con el hombre que amara, pero nunca apareció, también pensé que si algo como esto pasaba, él interrumpiría la boda y me sacaría, pero no hay nadie, -sonrió- que infantil soy. Llorando me digo a mi misma estas palabras, las lágrimas salen libremente. En ese momento entra la sirvienta.




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