La Esposa del Presidente

Capítulo 20

Narra Mi Yeon: 

Una brisa fría recorre mi cuerpo, mientras su mano le da calidez a mis mejillas. Lo que me hizo recordar a aquella vez que nos dimos nuestro primer beso. Fue casi igual, el mar en frente, la brisa helada, los dos solos, sólo que, aquel fue sincero...

Sin poder contener más mis lágrimas, me separo de sus labios y apoyo mi cabeza sobre su hombro para comenzar a llorar...

-... ¿Por que me haces esto, Hyun? -le digo con voz entrecortada llorando-

Suspira y coloca su mano sobre mi cabello para acariciarlo. 

-Perdóname, linda. Yo... todo lo que dijiste es cierto, lo que dedujiste, cuando fue y cuando no, falso. 

-Se supone que cuando uno quiere una persona, hace lo posible para verla feliz. ¿Y tienes el descaro de decir que aun me quieres? -me levanto de su hombro y lo miro- ¿me besas, cuando en realidad me haces mucho daño? 

Suspiro y trato de limpiar mis lágrimas, pero me toma de las manos y las aparta, para quitarlas él. 

-Ya le había dicho, que la Señorita Lee se ve fea llorando. 

¿Por que trata de ignorar lo que le digo?

-Y también que aborreces mi temperamento. ¿Cuándo te he mirado por encima del hombro? -le digo quitando sus manos de mi rostro- (Y vuelve nuestra amiga testaruda)

Sonríe levemente

-Además, no cambiare mi carácter sólo por que a usted no le gusta. -Continuo- 

-Pues, sí me gusta su autonomía. 

Giro los ojos para dejar de mirarlo y cruzo mis brazos. Él vuelve a sobar su mejilla derecha. 

-¿Se supone que debe doler tanto? -me pregunta-

-¿Jamás te había golpeado una chica? 

-Si, pero no recuerdo que haya dolido así. 

-¿Creíste que era mentira cuando te dije que con solo dos golpes terminarías en el suelo? 

-Tal vez. 

-Suspiro- Tengo que irme. Suni me está esperando en la empresa. 

-¿Y mi muerte? -me pregunta- 

-Tendremos que aplazarla, tengo cosas más importantes que hacer. 

Le digo para dar unos pasos en dirección hacia el auto

-Oye, -lo miro- gracias por ser sincera conmigo, eso siempre te lo agradeceré. 

-Sonrío levemente- Nos vemos. 

Me toma de la muñeca acercándose y me da un leve beso para despedirse. 

-Cuídate. -me dice con voz suave- 

Logra ponerme algo nerviosa pero trato de no mostrarlo me dirijo al auto, abro la puerta para irme y recuerdo que vino conmigo. 

-Secuestrado!, -lo llamo- ¿no vienes? 

-No, ya se de quien es el auto. 

-Como quieras. -Me subo al auto-

Al sentarme, suspiro echando mi cabello hacia atrás, tratando de controlar mis emociones, mi vista se dirige hacia el retrovisor dónde puedo alcanzar a verlo ya que está a varios metros, con sus manos en los bolsillos del pantalón mira en dirección hacia el mar, lo noto pensativo. Pero no logra convencerme. 

-Mentiroso -Expreso después de analizarlo sin dejar de mirarlo por el retrovisor-. Es la primera vez que actúo delante de ti, pero no que tu lo haces frente a mi. Crees que voy a caer en la misma trampa dos veces. Se que te conviene que esté de tu lado, igualmente a mi, así que sigamos usando las máscaras... ¿Yo?, ¿llorar y rogar?, -Sonrío hipócritamente- no es la primera vez que paso por una decepción amorosa que tenga que seguir con ella, y te juro que esa dolió más, esto es poco. 

Digo finalmente, para irme.  

Narrador Omnisciente: 

-Mentiroso... 

Le dice la pequeña Yang mi a Sung Jong estando a unos metros del escritorio, empuñando sus manitos que cuelgan cerca de sus muslos tratando de controlar su ira. Lo que hace que él quite la atención sobre lo que estaba haciendo y la pose sobre ella mirándola extrañado...

-¿Yang mi?, ¿Qué pasa pequeña?

-Me mentiste. -continua la pequeña testaruda-

-¿Sobre qué, linda?

-Me dijiste que querías a mi tía, ahora se que es mentira. 

-¿De donde sacaste...? 

Lo interrumpe

-Todo lo indica, no se como no me di cuenta antes. Tal vez porque aún soy muy pequeña, me lo dicen siempre, pero cuando crezca no seré tan tonta. 

-¿Y quién te ha dicho que eres tonta?, sabes demasiado para tener tu edad.

-No lo has dicho, pero eso es lo que crees. 

-Yang mi... 

Vuelve a interrumpirlo

-Cada vez que tratas de "Arreglar" las cosas con mi tía, siempre lo empeoras. 

-Cariño, ya tu has visto que he tratado de dar lo mejor de mi. 

Explica rápidamente antes de que vuelva a interrumpirlo. 

-Te he visto besándote con esa... esa...! -trata de buscar la palabra adecuada empuñando su boca-

-Ya eso te lo explique. 

-¡Y ayer la golpeaste! 

La pequeña explota y su respiración se vuelve agitada cuando se detiene y lo mira con rabia

-¿Cómo es que...? 

-Se acerca al escritorio- ¿Qué te hizo?, ¿por que la golpeaste?, ¿por que?! 

Él suspira y desvía la mirada, se siente extraño al ser ahora una niña pequeña la que le llame la atención, parece una bomba de tiempo que intenta controlarse pero en cualquier momento puede explotar, "¿Cómo es que me siento intimidado por una niña?" es lo que pasa por su pensamiento en este momento.

-No es nada pequeña, olvídalo. -le dice aun sin mirarla-

-No se golpea a alguien porque sí... ¿Mi tía hizo algo malo?, ¿Qué hizo para que la trataras de esa manera? 

-Suspira y la mira para caer en cuenta- y ¿yo por que le tengo que dar explicaciones a una niña, eh?, no se de donde sacaste eso, tal vez tu imaginación te está dando una mala jugada, ¿por que trataría mal a tu tía?

-Yang mi lo mira seria y sin ser convencida- Entonces, ¿no quieres decirme?, bien, nuestros tratos se acabaron, olvídate de ellos. -da media vuelta y comienza a caminar hacia la puerta-

-¿Estás tratando de cortar lazos conmigo o de sobornarme? 




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