La Esposa del Presidente

Flashback~2

Narra Young: 

Suspiro mirando por el ventanal...

Esto es muy aburrido, sigo contando los minutos para que se acaben las clases. ¿Aunque, qué haré cuando llegue a casa?, sé que mis padres no estarán, tengo mucha tarea y vendrá un niñera a cuidarme. Ash, lo mismo todos los días.

Sentada en uno de los últimos lugares, en mi aburrido puesto, vestida con mi aburrido uniforme, escuchando esta aburrida clase, no se ofenda profe, a usted la quiero mucho pero, ya me quiero ir! 

-Song Young. -escucho la voz de la profesora que me llama interrumpiendo mis pensamientos para fijar mi mirar en ella- ¿Qué tienes linda?, ¿no quieres irte?

Miro a mi alrededor y no hay nadie, el aula ya estaba vacía. ¿A qué hora sonó la campana?! 

Tomo mi bolso rápidamente y me levanto, una sonrisa brillante se refleja en mi rostro, ya que mis suplicas fueron escuchadas, gracias Dios!, corro hacia la salida sin antes detenerme en frente de la maestra y hacer una reverencia, la que me responde con una sonrisa. 

Al salir, ya estaban esperándome los guardaespaldas de la empresa de mis padres con el auto preparado... 

De camino, voy pensando en que puedo hacer de diferente hoy para darle sentido a este día. ¿manejar bici?, Nah, ¿debería escaparme de la niñera?, no, ya lo hice ayer... Oh, ¿pero qué es lo que ven mis ojos?! 

Expreso al mirar por la ventana y ver ese hermoso parque de diversiones que me llama con todos esos divertidos juegos y dulces por comer. 

-¡Detente! 

Grito pegada a la ventana mientras mis ojos brillan deslumbrados y el auto frena de repente. 

-¿Qué ocurre señorita? -Pregunta mi chofer y voltea- Señorita, ¿a donde va? -Continua al verme bajar del auto- señorita! 

Salgo corriendo, dejando todo atrás, claro, para después ser perseguida por ellos. 

-¡Libre!, ¡esto era lo que necesitaba!

Expreso corriendo por medio de los juegos tratando de perderme de los guardaespaldas. 

-Esta con su uniforme puesto, no debe ser difícil de encontrarla. -expresa uno de ellos-

-Si. -afirman al unísono para salir a buscarme- 

Escucho escondida detrás de una de las tiendas de juegos. 

-Son solo tres, así que esto será divertido. Pero antes debo pensar cómo librarme de esto. 

Digo mirándome el uniforme, la falda es de cuadros verdes biche con líneas blancas delgadas, camisa blanca de mangas cortas y un pequeño lazo en el cuello con el mismo estampado que la falda, y una chaqueta de color gris. Luego analizo alrededor. Pongo mi vista sobre una chaqueta con capucha, roja, que está sobre el hombro de un niño casi de mi edad. 

-Objetivo asegurado. Tres... -me coloco en posición para correr- dos... -termino de amarrar las mangas de mi chaqueta gris claro a mi cintura- Uno! 

Salgo corriendo y tomo la chaqueta sin detenerme para seguir mi camino. 

-¡Mi chaqueta!.. Oye!, esa es mía! -expresa el chico para luego comenzar a seguirme- 

Sigo corriendo y el chico tras de mí, gritando para que me detenga. Si sigue así me descubrirán, tengo que hacer algo. 

Me escondo detrás del deslizadero verde, que con las bases de madera que lo sostienen forman una especie de cueva, bueno, es lo que siempre he creído. Veo al chico detenerse para mirar a todos lados y lo jalo de la mano, haciéndolo caer sentado al lado de mi, sin antes darse un golpecito en la cabeza con una de las bases. 

-Au! -expresa sobándose la cabeza y me mira- Tu eres la que robo mi chaqueta! 

-Ya cállate me van a encontrar. No pensaba quedarmela, te la voy a devolver después. -le digo colocándome la chaqueta- 

-Y ¿de quien te escondes?, ¿acaso si eres una ladrona?

-Claro que no. Me escondo de ellos. -se los señalo sin asomarnos mucho- Son mis guardaespaldas, me protegen demasiado, solo quiero divertirme un poco, por eso vine aquí.

-Ah sí, se ven demasiados estrictos. 

-Y no sabes cuanto. -cubro mi cabeza con la capucha- Por cierto, busco un compañero de juegos. Soy Song Young. 

-Chang Dae Wook. -me estira su mano y se la tomo- Pero con una condición, también tenemos que escondernos de ellos. -me señala hacia una pareja-

-¿Son tus padres?

-Así es, y son DEMASIADO precavidos. 

-Bueno, así será más divertido. ¿Qué quieres hacer primero? 

-Mmm, que tal, -pensativo- Al platillo, el que da vueltas. -me explica-

-Si se cual es, pero, para subir necesitas alcanzar la estatura, o ir con un adulto. 

-Bien, ¿Qué tal a los espejos?

-Genial, pero cuídate la nariz. -me levanto y me asomo- a las tres corremos. 

-Pero espera, ¿corremos cuando digas tres o después de que lo digas?

-También me vi esa película. Tres! -digo finalmente para jalarlo de la muñeca y salir de ahí corriendo- 

...Pum! 

-Au! -se soba la nariz-

-Te dije que tuvieras cuidado con la nariz. 

Ya estamos jugando dentro de los espejos. 

-Y yo que te cuidaras las espaldas. 

-¿Cuando me dijiste eso?

-Ahora. Mira quienes entran a jugar también. -me dice algo nervioso y giro-

-Ash, es que acaso no se cansan. -digo viendo entrar a mis guardaespaldas- Ven. Se un truco para salir de aquí rápido. Coloca tus manos al frente y confía en mí. 

-¿Que vas a hacer? -pregunta preocupado-

-Si llegas a bajar las manos por un momento, te esperará otro golpe en la nariz. 

-Pero... 

Me coloco detrás de él, mis manos en su espalda, y miro hacia arriba. Los espejos se sostienen del techo por unas bandas negras, eso me indica como están ubicados. Es un simple laberinto con paredes que no se ven. 

-¿Listo? -le pregunto-

-¿Que?, Oye, ¿por qué miras hacia arriba?

-Te dije que confiaras en mí, yo seré tu guía. ¡Manos al frente! -le reprocho al ver que aun no las tiene y las coloca- Ya. 

Mientras miro hacia arriba lo voy empujando con mis manos en su espalda y vamos cruzando los espejos rápidamente, claro, con los nervios de él...




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