La Esposa del Presidente

Flashback~4

Narrador Omnisciente: 

-¿Pero qué es lo que hace esa niña todos los días, como para llegar a esta hora?! -Expresa el padre de Young algo exaltado- 

-Tampoco lo se, Señor Song. -le dice la niñera en frente de él- 

-Llámala, dile que necesito hablar con ella. 

Continúa él sentado en el gran sofá de la sala. 

-Aún no ha llegado. -le responde ella-

-¿Que? 

-Todas las mañanas como de costumbre sale a la escuela, pero regresa por la tarde, como eso de las cuatro. 

-¿Hace cuanto? 

-No lo sé, hace ya mucho tiempo, como dos meses. 

-Dos meses!. Mi hija sale de la casa y regresa tarde, y yo no sé nada, desde hace dos meses! 

-Puedes calmarte por favor, -expresa su esposa acercándose con una taza de café en sus manos para dársela- que te estreses en la empresa no significa que aquí también lo tengas que hacer. -se sienta a su lado- 

-¿No estás oyendo lo que dice?, y ni siquiera sabíamos nada. 

-Young, siempre ha sido una niña inquieta y lo sabes, estas cuatro paredes no la detendrán toda la vida. Aunque no he dicho que no merece ser castigada por lo que está haciendo. 

-Pero, ¿por qué no nos habían informado desde antes?

-Yo soy el responsable de todo esto señor. -Se escucha la voz del Señor Jang al entrar en escena- 

-Dime Jang, ¿Dónde está mi hija? -Continua él con las preguntas- 

-Creo que ya es momento de explicarles todo, aunque le jure no hacerlo, ustedes son sus padres. 

-¿Sobre que, Jang?, ahora si que estoy intrigada. 

-Si me acompañan, seria mucho mas fácil que puedan entenderla. 

Explica el guardaespaldas extendiendo su mano hacia la salida, ellos se levantan y comienzan a seguirlo hasta llegar al auto. 

-¿Jang...? -lo interrumpe- 

-Por favor, les explicare todo cuando lleguemos. 

Se estacionan unos metros antes de llegar al patio de juegos del orfanato, donde se puede ver a la pequeña uniformada jugando con los demás niños corriendo de un lado al otro. 

-Es un orfanato. -empieza a hablar el señor Jang desde los asientos delanteros- Viene todos los días después de clases, y los fines de semana después de almorzar. Siempre les trae algo a los niños, dulces, galletas, lo que esté a su alcance, o en la alacena, -Sonríe- creo que muy pronto quedará sin juguetes también. 

-¿Jamás va a cansarse?, ¿Qué es lo que tiene ella con que adoptemos? -pregunta su madre-

-Bueno, si les soy sincero, todo comenzó por un niño, al parecer ya lo conocía desde mucho antes. El día que se escapó al parque de diversiones, el pequeño estaba ahí, fue ese mismo dia que ella se dio cuenta que aquí se quedaba, desde entonces me rogaba para que la trajera. No les dije nada, por que vi el afecto mutuo que hay entre ellos dos, el pequeño se hace querer, no lo puedo negar, después los demás niños notaron su presencia y la señorita es muy sociable, ahora juega con todos ellos, dentro del orfanato. 

-Y ¿Quién es el niño? -continua su padre- 

...

-¡Hyun!, es tu turno de atrapar. -Le dice Young mientras se prepara para correr- 

-Oye Young, -expresa una pequeña acercándose a ella- perdón, sin querer dañe la muñeca que me diste. 

Le extiende la muñeca en una mano y su brazo en la otra. 

-Ay, no te preocupes. A veces pasa así, solo tienes que presionarle el brazo de esta manera. -Toma la muñeca y le coloca el brazo- ¿Vez? 

-Ah, gracias Young! -recibe la muñeca con entusiasmo- 

-Ja!, te toca. -expresa el castaño al tocarla y seguir corriendo- 

-No es justo, no estaba lista, eres un tramposo, ya veras! 

Dice para salir corriendo detrás de él. 

Sus padres aun la miran desde el auto, mientras corre e intenta atrapar a los demás niños. Al ver marcar su reloj las 4:00pm, el Señor Jang sale del auto y sin dar más pasos, junto a la puerta llama a Young, y le hace una seña de que ya es hora de irse. 

-Asiente para dirigirle la mirada a los niños- Es hora de irme. 

-Ahhhh. -expresan casi todos al unísono-

-Pero, ¿vendrás mañana verdad? -pregunta uno de los niños- 

-Si. Y esta vez les traeré helado! -dice tratando de animarlos-

-Pero somos muchos. -continua una niña- 

-Y tampoco no los tienen permitido comer. -Añade el castaño- 

-Por eso YO se los traeré. Además, por la cantidad no se preocupen, vendré con un camión de helados. 

-¡Ehhhh!  -Todos celebran-

-Amm, ¿no estas exagerando? -Hyun le habla bajo- 

-Bueno, sí un poco. Pero tengo mis trucos -responde igual-...  Nos vemos! 

-¡Adiós! -responden todos al unísono- 

-Y no te preocupes Yenna, a ti mañana también te traeré una muñeca. -Expresa dirigiéndose con el castaño a la salida- 

-Gracias! -responde la pequeña niña-

-Y tú, -le dice al castaño para pasarle el brazo sobre el cuello y llevarle la cabeza hasta su cintura para apretarlo, mientras con los nudillos de su otra mano frota con fuerza, y desordena sus cabellos sin dejar de caminar-

-Ah, oye, ay, Young, duele, Au. 

-Te crees más listo que yo ¿no es así?, Deja de engañar a tu Noona.  

(*Noona: hermana mayor, cuando sea un chico el que lo diga. Para las mujeres sería Unnie, y significa lo mismo) ~Simple aclaración.

-Se suelta como puede- Y ¿ahora yo que hice? -pregunta sobándose la cabeza- 

-Me enteré de que te comiste las galletas que te di sin estar triste, en eso no habíamos quedado. -Se cruza de brazos- 

-Ash, que chismosos -expresa en voz baja-. Bueno, gracias a ti esas galletas se convirtieron en mis favoritas. Y son muy provocativas. -eso último lo dice algo tímido mientras juega con sus dedos-

-Ñeh, de todos modos te traeré más. 

Continúa ella y pasa su mano por sus hombros, él por su cintura, para seguir caminando mientras se miran los pies cómo se coordinan al dar un paso, dirigiéndose al auto. Su padre aclara su garganta, llamando la atención de los pequeños, y al levantar la mirada ella los ve ya estando en frente. Sorprendida, rápidamente se coloca enfrente del pequeño que no lo cubre del todo, dejando ver solo su cabello castaño sobre los hombros. 




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