La esposa fea del Ceo descarado

Capítulo 1: El descaro disfrazado de amor.

—Eres única, cariño, contigo me saqué la lotería—comenta el apuesto, Jeremy Dixon, mientras arregla su corbata, dentro de su oficina.

—Ja, ja, ja, amor, si la afortunada soy yo, realmente fui premiada con tu amor—lo rodea su esposa Andrea por la cintura.

—Te quiero pedir un favor—él hace ligeramente pucheros, para persuadirla—amor, quiero que me ayudes con la productora, tenemos que empezar con nuestro proyecto. También animaré un nuevo programa de televisión. Ando muy saturado de trabajo.

—No te preocupes, cariño, el proyecto de la productora marcha viento en popa, ya el plan de trabajo esta previamente diseñado—comenta Andrea. Jeremy frunce el ceño con presunción y murmura mentalmente:

«Wao, definitivamente soy Van Helsing, el cazador de monstruos». Ladea la cabeza sonriendo, éste arrogante sujeto.

—¿En qué piensas, cariño?

—En nada en particular, amor, tenemos una conversación pendiente—apunta Jeremy.

—Sí, cariño, cuando quieras hablamos, mientras tengo que finiquitar los detalles del programa, leer los contratos que tienes para firmar, para que solo imprimas tu rubrica, mi vida—esboza un sutil suspiro, la muy sonsa.

—Gracias, que haría yo sin ti, el domingo iré a misa—le da un ligero beso en los labios.

—¿Y eso?

—Para agradecer, el tener a mi lado como esposa.

—Jeremy eres increíble.

—Lo sé, querida. Ahora ponte a trabajar, que yo mientras iré a maquillarme, debo verme impactante antes las cámaras.

Salen juntos y cada uno de va a sus lugares de trabajo, Andrea sonríe con picardía, al recordar todo lo que acaba de ocurrir en la oficina de esposo y jefe.

Andrea Johnson, es una chica sencilla de veintisiete años de edad, muy inteligente y lista para los asuntos laborales, desde hace tres años trabaja con su esposo, como su asistente personal, en Dixon TV un canal de televisión, propiedad del padre de Jeremy, al principio fue la asesora legal del canal, sin embargo, al casarse con el hijo del dueño, se convirtió en su sombra, gracias a Andrea, su esposo solo se preocupa por su apariencia y por figurar en el medio artístico, el señor William Dixon padre de Jeremy, aprecia mucho a la chica, en su momento le dio su primera oportunidad laboral, vio mucho potencial en ella y la invitó a trabajar junto con él en presidencia, pero su estado de salud se complicó, y el señor tuvo que dejar sus obligaciones por orden médica, dejando todo en manos de su apuesto y arrogante hijo Jeremy, quien se aprovecha de los conocimientos de la dulce Andrea, para sacar partido con su nuevo puesto.

—Andrea aquí tienes los contratos, que tiene que revisar, Jeremy—le comenta la secretaria del área legal, Scarleth Milano.

—Gracias, Scarleth, ya los reviso.

—Vives atiborrada de trabajo, cuando Jeremy lo único que hace es figurar en los medios, querida, no me gusta, como ese tipo se aprovecha de ti. Más que su esposa, pareces su esclava. Con quien te fuiste a casar, amiga.

—Por favor, Scarleth, no sigas, mi esposo necesita ayuda y para eso estoy yo, para apoyarlo. Crees que es fácil, estar todo el día en un set de grabación—lo justifica de inmediato.

—No, pero igual abre los ojos, te lo ruego—le suplica su amiga—Jeremy, es un canalla nada que ver con su padre.

—Basta, Scarleth, yo los reviso y luego se los paso a Jeremy, para que los chequee nuevamente. Mi esposo y yo somos un equipo.

—Seguro, no tienes remedio, Andrea, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

—Gracias por preocuparte por mí, porque no pueden comprender que Jeremy me ama, por lo que soy, sin importarle mi aspecto físico.

—Ay Andrea, me rindo, no hablemos más del tema. Vamos almorzar más tarde, yo te invito.

—Está bien, en un rato nos vemos en recepción.

*****

En la mansión Dixon…

Su padre William, se encuentra en compañía de su hija menor Jessica, quien es una joven atractiva y muy noble a diferencia de Jeremy quien es inicuo y arrogante. Trabaja como productora, en el área de dramáticos del canal, y es muy amiga de Andrea.

—Papá, ¿piensas volver al canal? —pregunta su hija, Jessica.

—Claro, hija, me ausente por mi estado de salud, pero pronto estaré de vuelta, para estar al frente del negocio. Aunque tu hermano no lo hecho nada mal, a pesar de que al principio tenía mis dudas.

—Por Dios, es un secreto a voces, que es Andrea, la que se ocupa de todos los asuntos de la presidencia del canal. Jeremy, lo único que hace es firmar, papá.

—Andrea, esa joven tiene talento, es una buena abogada y muy versátil. Cuando me incorpore, hija, la pondré en un buen puesto ejecutivo y haré que haga equipo conmigo.

—Muy bien, papá, ella se lo merece. Lo único que no merecía, era casarse con el odioso de mi hermano.

—Ya eso es un tema de ellos, hija

—¿Hablan de la fea de mi nuera? —irrumpe en la conversación, Victoria, la esposa del señor William.

—Por favor, mamá, no le digas así, no juzgues a la gente por su apariencia—refuta su hija Jessica.

—Ay hija, ya sabes cómo es tu madre. Muy superficial—expresa el buen William.

—Ahora se ponen en mi contra, por defender a la fea esa. Definitivamente el único, que me entiende es mi hermoso hijo Jeremy. Sin embargo, nunca voy a entender porque se casó con esa nefasta mujer.

—Claro, si es igual que tú, mamá. En cambio, yo no puedo entender que Andrea, le vio al narcisista de tu hijo consentido—enfatiza Jessica.

—Respétame, Jessica, soy tu madre.

—Bueno, papá, voy a la oficina. Te dejo con mi madre y sus dramas—la ignora su hija por completo.

—Jessica, ven aquí y discúlpate conmigo, Jessica—la llama su madre con insistencia.

—Déjala mujer, Jess tiene razón, eres muy dramática.

—Oí, cuando decías que le harías justicia a la fea, ¿a qué te referías?

—A darle un mejor puesto.




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