La flor del desierto

Capítulo 2

Bárbara Majluf

 

Camino a paso firme, como dice mi madre trago amargo se pasa rápido. Mi madre a mi lado caminaba sin decir una palabra. Ella me conoce, sabe que tengo coraje, no me parece justo, pero no voy a luchar en contra de ellos. Lo peor que me puede pasar es encontrar al egocéntrico de Talal en el altar y no creo que el consejo sea tan mediocre para escogerlo precisamente a él cuando hay mejores candidatos en la lista.

—¿Cómo te sientes? —me pregunta mi padre al verme llegar a la puerta del salón de ceremonia.

—Bien —digo con mi frente en alto. No puedo negar que estoy nerviosa, no sé con qué me voy a enfrentar allí dentro, pero voy a mí y pago doble.

—Sabes que estoy a tu lado, si no quieres casarte con el hombre que te espera allí, no lo tienes que hacer. No te sientas obligada, si yo tengo que posponer mi retiro para que tu no tengas que casarte yo lo haré. —Niego, mi padre lleva mucho años de reinando y me consta que ya está casado. No es que sea fácil, que mis padres vivan lo que quede de vida tranquilos.  

—No te preocupes, lo haré. —lo veo negar con su mirada triste.

—Bien, entonces vamos. —me ofrece su mano para caminar a su lado. Conozco de sobra que en nuestra tradición los padres no entregan a la novia, pero ese gesto de mi padre me hace sentir confiada.

Entramos al salón donde se realizará la ceremonia, para mi desdicha no me permitieron hacerlo por lo civil, ellos argumentaron que mis padres tuvieron que casarse por todas las de la ley musulmana para que mi madre pudiera ser sultana, ahora me toca aceptar al hombre que me designaron como mi esposo. Bajo la mirada, no quiero ver quién es. Juro que, si es Katlar o Ibrahim no tendría problema, ellos entenderían mis razones, hablé con ellos y me entendieron, pero el Talal no, ese sería el dolor de trasero que no me puedo permitir. Con ese ni a la esquina. Sé que dije que no importaba, que por mi pueblo haría lo que fuera, pero él es insufrible, juro que sí. Llego al frente del hombre al que uniré mi vida y levanto mi mirada para encontrar la sonrisa burlona de Talal. Miro a mis padres quienes se encogen de hombros.

—Sorpresa sultana. —quiero morir, que se abran las puertas del cielo y yo suba con mis dos alas, porque soy un ángel frente a un demonio. Lo odio, detesto a este hombre con todo mi ser. Trato de conservar la compostura pensando en mi rol de sultana, pero él tiene la capacidad de hacerme rabiar con tan solo una mirada.

—Lo siento, no lo puedo hacer, no puedo casarme con este hombre. —digo tratando de aguantar los deseos de borrar la sonrisa burlona de una buena bofetada—. Padre, ¿Tu propuesta aún está en pie? —pregunto y mi padre se levanta de su asiento como lo que es, un sultán decidido.

—Siempre por ti. —la sonrisa de Talal se borra de su despreciable rostro.

—Espere, déjeme hablar con la sultana. —interviene rápido el insulso. Me toma del brazo y lo miro amenazante, esta vez no me importa hacer un escándalo.

—No tengo nada que hablar contigo. —escupo colérica.

—Sabía que me tenías miedo, pero no tenía claro eras tan cobarde para enfrentarme. —cierro mis manos en puños. Alá, dame la paciencia que necesito, porque ahora si lo mato.

—Escúchame bien, mequetrefe de quinta. Yo a ti no te tengo ningún miedo, ni nada de lo que se parezca. —escupo enfrentando su mirada de vencedor, me volteo a mirar al hombre que oficializará la ceremonia—. Comience – ordeno, si él quiere guerra, eso tendrá. Nunca le voy a demostrar que le tengo miedo a un mosquito insufrible como lo es Talal El Nekby.

Paso la ceremonia pensando en todo lo que haré para hacerle la vida imposible. Ese hombre me va a pedir el divorcio mucho antes de lo que él lo imagina. Lo voy a hacer caminar en un banco de vidrio para poder acercarse a mí. Si piensa que seré como las mujeres de su país está muy equivocado, va a salir la boricua que vive en mí. Mi madre será mi modelo a seguir. Sonrío en mis adentros.

Firmo todos los documentos que tengo qué firmar para que nuestro matrimonio sea legitimo por las leyes musulmanas. Siento sus asquerosos labios sobre mi frente. Todos aplauden. Son todos unos hipócritas, cada uno sabe que no es un matrimonio de amor, solo de conveniencia. Salimos a saludar a mi gente hermosa de Omán.

—Pueblo de Omán, tenemos el honor de presentar a sus nuevos sultanes Talal y Bárbara El nekby de Omán. —odié que por su culpa tuviera que cambiar mi apellido. Todo lo que tiene que ver con mi ahora esposo lo detesto.

—Querido pueblo, estamos frente ustedes para presentar nuestro compromiso para seguir el legado del antiguo sultán Majluf. —conociéndolo y sé que no habla de mi padre. Este tiene la misma mente pequeña que tenía mi abuelo, que en paz descanse.

Se acerca con la intención de abrazarme, pero yo soy más inteligente.

—Pueblo de Omán, todo sacrificio que hago por ustedes vale la pena pues mi corazón esta con ustedes. Voy a seguir como hasta ahora. Seré su sultana a tiempo completo porque es lo que ustedes, mi gente, merece. Mi matrimonio es solo un papeleo formal para poder seguir al frente con nuevos proyectos y cosas innovadoras. —la ovación de mi pueblo me hace sentir amada. Ese es el único amor que necesito para sobrevivir el tifón categoría 5 llamado Talal El Nekby.

Entramos al banquete donde nuestros invitados nos esperan. Talal trata de tomar mi mano, pero no se lo permito. Las felicitaciones de todos comenzaron a llegar, mi sonrisa falsa ya me tiene cansada.

—Me voy para mis aposentos. Que tengas una gran noche. —Talal me toma del brazo para detenerme.

—Nos vamos juntos, aun no me despido de mi familia. —arqueo mis cejas.

—En tus sueños, si tú quieres te lo puedes quedar hasta puedes devolverte con tu familia si es lo que deseas. —me suelto de su agarre y tomo mi vestido para caminar de prisa. Es un imbécil si pensaba que yo le haría caso. Esto es lo que él quiso, ahora que se aguante la pena con su familia.



#1504 en Novela romántica
#584 en Otros
#192 en Humor

En el texto hay: humor, romance, sultana

Editado: 04.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.