La fuerza de Ciro

Jano, la que trabaja la tierra

Jano, la que trabaja la tierra. 

Año doscientos después de cristo (trecientos antes de la muerte de Elora) lobos ajenos a la primera manada atacan sin miramientos a las poblaciones de toda Grecia, ya eran grandes o pequeñas, robaban y masacraban sin piedad ni les importaban las reglas escritas y dichas eso llegó a los oídos de Elián, lo primero que hizo fue investigar que clan era para hablar con el alfa, se sorprende al enterarse que son lobos expulsados ​​de las manadas por comportamientos inapropiados, con eso en conocimiento envía dos fracciones, la de cazadores y la de asesinos, se volvió a sorprender cuando a su oído llegó la noticia que casi todos sus hombres les dieron muerte, se reúne con el concejo de guerra, la votación fue unánime, enviaron a los príncipes a la “guerra” dejando a la primera familia desprotegida.  

A mitad del camino Ciro y Darío se separan cada uno con su legión, cada uno a cumplir su mandato, Darío al norte, Ciro al sur incluso tuvo que cruzar el Ego hasta llegar a Rodas, donde se encontró con casi toda la manada local aniquilada , solo dos niños eran los sobrevivientes, los pusieron bajo su protección, ideo un plan para hacer salir a los atacantes, plan que, si funcionó, pero quienes atacaron eran licántropos y humanos en conjuntos, dio la orden de defender a los pobladores y aniquilar a los atacantes. Él mismo entró en acción, llegó una pequeña casa, por su facha humilde para defenderla, sin embargo, él fue atacado por una mujer, mujer con pasos errantes, demasiado lastimada que no sabía cómo se mantenía en pie defendiendo y atacando, con un solo. golpe el mediano la dejo inconsciente y es cuando se fija que fue mordida, cambiada y que aún está en proceso de cambio, cambio que es muy doloroso por eso su desorbitada actitud.  

Le retira la ropa para observar las heridas, la espalda fue la más dañada pero la de la pierna fue la que le provoco el cambio, sin embargo, la herida no cierra y eso es preocupante, deja pasar un par de minutos al ver que no para de sangrar se maldice, cambia a lobo de dos patas para lamer la herida, a pesar de estar desmayada al sentir la saliva de Ciro en su herida hace muecas de dolor, al ver que su sagrado se ha detenido vuelve a ser hombre, sale del refugio improvisado aúlla un par de ocasiones, ante él llega un joven que se notaba no era griego o romano, de ojo rasgados, de menuda complexión pero poseedor de una gran agilidad física, gracias a su apariencia física pasaba desapercibido para los enemigos pues al verlo no se puede pensar en un guerrero extraordinario, por tal motivo era el hombre de confianza de Ciro. 

_Mu, es imperativo mi regresa a casa. 

_Si señor. 

_Te quedan al frente, no dejes ninguno vivo. 

_¿Y los recién nacidos?  

_Está prohibido cambiar niños, ya sabes lo que tienes que hacer. 

_Vaya sin preocupaciones señor. 

_Gracias, tienes mi entera confianza y respaldo. 

Ciro no espera a que la chica despierte, la viste, se la hecha en la espalda, para irse con ella a Atenas, el viaje en barco fue cansado ya que tenía que estarla desmayando ya que al verlo lo atacaba, todo el comportamiento errático de la mujer lo memorizaba un mínimo detalle, para decirle todo a su hermano, como el hombre de ciencia que era lo documentaba, cada nacimiento era diferente y para Darío importante regístralo para ayudar a futuras generaciones. Al llegar a la villa encierra a la mujer en los calabozos, él habla con su hermano, le explica lo que paso, y el porqué de su decisión de traerla a casa, el mayor escucha atento, toma una decisión en silencio, y el mismo baja a interrogarla, el impulso de la mujer fue atacarlo el no hizo nada más que esquivar los golpes, la cansó ya cansada puso su lengua en práctica haciendo que ella hablará, no dijo nada relevante, hija de un agricultor, con una vida tranquila y normal aprendiendo el arte de manejar una casa por parte de su madre, la chica no tenía nada de espacial, no era una gran belleza pero se notaba que era trabajadora sus manos y piernas así lo indicaban, de rostro en diamante, de cabello largo castaño cenizo y ondulados, ojos claros, grandes, nariz afilada, labios delgados con un rosa pálido natural, de un hermoso color de piel moreno claro, el alfa libera su aroma haciendo que ella vomite, señal inequívoca de que lo ha rechazado.  

Elián comparte los resultados del interrogatorio con Ciro. Se llega la noche el mediano hace su ronda nocturna, baja a los calabozos escucha el llanto de la mujer, se rehúsa a ir en su ayuda sabe que el llanto femenino como puede ser real puede ser un chantaje, pero cuando escucha la plegaria a su dios se compadece de la mujer, llega a las celdas, pero no va con ella sigue escuchando sus plegarias, llega a la puerta sin abrirla se recarga y suspira.  

_ Él no te va a escuchar. 

_¿Cómo?  

_Tú Dios no te va a escuchar ya que él no te ha maldecido. 

_Es un Dios benevolente escuchandoa mis súplicas. 

_Si te refieres a aquel Dios que murió en la cruz, créeme no te ayudará, lo se bien.  

_Es mentira, me va a ayudar. 

_”No fe mi padre el quien los maldijo, por eso no puedo ayudarte”  

_¿Qué ha dicho? 

_Hace miles de años fuimos maldecidos por Zeus, cuando supimos de ese hombre fuimos en su búsqueda, solicitamos su ayuda para dejar de ser malditos y lo que te dije fueron sus palabras. 

_¿Estoy maldita como tú? 

_ Por desgracia, cada luna llena tu cuerpo cambiará serás un lobo sediento de sangre, mataras con tal de saciar tu sed, harás daño a todo aquel que se atraviese en tu camino, ya sea amigo o no– la chica guarda silencio por las palabras escuchadas- _ Eso no acaba aquí, serás una mujer que vivirá eternamente siempre y cuando no te mate otro licántropo o un arma de plata pura.  

_¿No puedo morir? 

_ No, no puedes.  

_¿Qué voy a hacer? ¿Dónde voy a vivir?  




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