Elián Licaón

Elián Licaón 

La soledad ha sido buena para el rey licántropo, sin saber de su familia, sin ver a sus hijos, despejando su mente, pasan tres meses, abandona la isla, vuelve a nadar días durante y días hasta llegar a las costas del imperio bizantino, estando en sus orillas viviendo con la gente decide ir a Bagdad y es allí donde conoce a una mujer extraña, de belleza exótica, piel canela, ojos azules como el cielo, cabello negro con un generoso mechón rojo, esa chica era de las tierras del norte de Wei, fue expulsada del reino por ser considerada una "bruja" letal y debido a su extraña apariencia, la empatía que siente por ella es tan grande que abre su corazón dolorido narrando su dolor, En respuesta, ella le propone que viaje a la cima de las montañas con los ancianos, con los monjes para ayudar con su dolor. Juntos llegan al templo en la cima de las montañas, es ella quien habla con el patriarca, le explica su problema, lo aceptan con la condición de que ella debe seguir las reglas del recinto sagrado. 

Al ser aceptado, lo primero que hace es aprender el idioma, en menos de un año ya lo dominaba al cien por ciento, el griego esconde su naturaleza licantrópica e inmortal, condición que exponen una noche que el templo no es atacado por licántropos, sino por vampiros, los "señores de la noche" como se llamaban a sí mismos, el rey sabía de ellos, incluso él había hecho un pacto con el rey vampiro Cy, pero todo indica que eran renegados o incluso que eran un clan aparte del de los hijos de Lilith. 

Los vampiros atacaron a los monjes a pesar de que se defendieron bien, pero ¿cómo puede un simple mortal contra seres inmortales y superarlos en fuerza? El cielo sin estrellas y sin luna, nublado con relámpagos destellando en lo alto, el griego se quita la ropa, no le importa que lo vean, los humanos y los vampiros permanecen estáticos cuando ven cómo cambia de hombre a una bestia de más de dos metros, pelaje blanco, sus ojos brillan como chispas cuando se vuelven amarillos, Uno de los vampiros se atreve a atacarlo de frente... el líder de los atacantes grita cuando ve cómo Elián lo parte por la mitad con las manos y actúa seguido arrancando un trozo del tronco con el hocico. 

Elián defendió a sus nuevos amigos hasta que el sol comenzó a salir, toma al líder de los atacantes por el cuello, la bestia cambia de nuevo al hombre, espera que los primeros rayos de luz toquen al vampiro. 

_No eres leal a Cy, dime ¡a qué maestro sirves? 

_Lo jurado por Cy y Dédalo 

_Di tu nombre. 

_¿Qué importa, ya estoy condenado... 

_Créeme que puedo hacerte vivir más tiempo, ahora... di tu nombre. 

_Alimentar... 

Los rayos del sol tocan la piel del vampiro, una sonrisa retorcida se dibuja en el rostro de Elián. 

_Nos vemos en el tártaro... 

El vampiro arde en llamas hasta que solo quedan cenizas de él, los monjes se acercan temerosos al griego, se siente intimidado por un momento cuando está rodeado y ve que lo están mirando con miedo. El patriarca se abre paso entre la multitud, toma al griego del brazo, se aleja para que nadie escuche lo que dicen. Unos minutos más tarde ambos regresan, Elián da alguna explicación, todos, viendo que el patriarca le da la bienvenida de nuevo, se acercan con la confianza de siempre. 

Han pasado más de quinientos años y Elián sigue en las montañas, pero nada está tranquilo para siempre y una mañana es visitado por su sobrino Talio que llevaba un mensaje de su tío y su padre, para tal mensaje debe regresar a la aldea de Licaón. 

Denes no era tan alto como él o Calix, pero de buena estatura, con cabello castaño claro, ojos color miel, y gracias a su tío Ulises, el joven Denes ya era un experto con la espada y la lanza. Elena era muy parecida a su madre con la diferencia de pelo y color de ojos, era extraño que no hiciera amigos, es cierto que cuando su padre se fue ella era pequeña pero aún así lo recordaba muy bien y verlo de nuevo la hacía tan feliz que cuando Elián se fue tras él incluso en contra de las decisiones de su padre, cuando Elián se dio cuenta de que ella lo había seguido, la ayudó en su viaje y juntos se aislaron del mundo una vez más. No fue hasta que comenzó su período que se vio obligado a regresar a casa con Estrella y sus hermanas, por lo que el rey abandonó su isla. 

Y durante quinientos años el rey fue feliz, los hermanos, sus hijos, sus nietos, sus bisnietos hicieron todo lo posible para traerlo de vuelta, pero él seguía negando esa acción, finalmente había encontrado la paz y no era su intención dejarla, confiaba en que sus hermanos mantendrían el orden en la manada, después de que los tres son alfas, cada uno tenía su propio rebaño pero cuando decidieron unir fuerzas fue cuando compartieron las responsabilidades, un alfa, un beta y un omega, Elián, Ciro y Darío. 

La inquisición comenzó, sumiendo a Europa en una era de oscuridad, y todos los licántropos de Europa (o al menos la mayoría de ellos) huyeron del continente, el clan de Francia, uno de los más poderosos, fue derrocado por la iglesia y casi. exterminado, lo mismo sucedió con el clan de España, Alemania, Portugal y una vez más el rey tuvo que irse para hacer lo mismo. Y el rey volvió a hacer lo que mejor sabe hacer... política, viajó de Grecia a Francia, Aviños para ser precisos, se puso sus mejores galas para ir a hablar con el Sumo Pontífice... o sorpresa cuando llegó y se dio cuenta de que era uno de los suyos y que abusó de su poder para deshacerse de los "enemigos" y ganar poder, permaneció en silencio, no dijo nada, aprovechando que aún no se había anunciado que abandonara el lugar, Elián envió emisarios a los antiguos clanes para reunir al consejo, Tan pronto como llegó el consejo, dio la orden de ir por el clérigo, nunca imaginó que estallaría una guerra, una guerra que no estaba dispuesta a perder debido a la ambición de un solo hombre. 

Vampiros y brujas intervinieron en la guerra, este evento bélico duró más años de los que se consideraron, duró más de doscientos años, años que el rey tuvo que abandonar su exilio para defender a su pueblo, especialmente a sus hijos menores, a sus nietos. y bisnietos, para él lo más importante eran los cachorros. Mientras defendía a los cachorros, se encontró con un omega, nada espectacular, con cabello largo y rizado, piel oscura, hermosa a los ojos del rey, esa chica llamó su atención a tal grado que su dolor desapareció, y se sintió culpable por no llorar más a Elora, se enojó consigo mismo por no sufrir más por su amada esposa, pero la alegría de Kamira era contagiosa, especialmente porque no era codiciosa, no le importaba el dinero, solo estar bien y cuidar a los niños, pero por Desafortunadamente , la frágil paz se rompió cuando fueron encontrados por los cazadores de la inquisición y desafortunadamente Kamira murió protegiendo a su rey... El pobre lobo que se atrevió a quitarle la vida al joven omega no vivió más que ese día.