La fuerza de Ciro

Cuatro contra uno

cuatro contra uno 

Es noche de luna llena, Ciro, Talio y Calix se encuentra observando a los cachorros entre ellos un lobo de un poco más de un año de nacido de pelaje grisáceo, ojos color almendra, no era otro que Fernando, el cual se encontró sumiso ante las órdenes de Jon-Jon quien era el encargado de su entrenamiento, el vaquero da una orden, Fernando la cumple, vuelve a dar una orden, vuelve a ordenar esta vez Fernando se le echa encima, Jonathan coloca sus manos en los costillares hace presión , a pesar de la presión y de que está siendo lastimado Fernando no deja de luchar contra Jon-Jon, al ver eso Ciro llega antes ellos gruñe feroz y es cuando Fernando deja de forcejear, el mediano vuelve a gruñir pero Fernando regresa el gruñido, muestra la dentadura en señal de que va atacar. Ciro cambia a cuatro patas sin remordimiento alguna pelea contra el mexicano y no lo suelta hasta que hace que pierda la conciencia, cambia a hombre se ve las heridas en piernas y brazos. 

_ Le falta diciplina porque fuerte si es. – Ciro sin dejar de ver la herida del brazo izquierdo-  

_ Hago lo mejor que puedo, pero es necio ese animal, es beta, no sé porque no obedece a su alfa. 

_ Jonathan, tú no eres su alfa, lo es mi hermano Elián e increíblemente le hace caso a Darío. – toma en brazos al lobo- _ Fernando, Fernando – el lobo ni se inmuta- _ Con gusto le pasaría cien años o mil de mi vida para que sea consciente de lo que hace que se pudiera transformar como nosotros.  

_ Eso es imposible tío ni con magia, debemos ser pacientes. 

_ Mi padre y mis hermanos pueden ayudar, pero es esperar cien años o más. 

_ No tenemos ese tiempo. Por lo que nos dijo Cy, mi hermano está a casi nada de escapar de Dédalo. 

_ Yo sinceramente creo que el hijo es de Elián – Dice Jonathan mientras retira a Fernando de los brazos de Ciro- _ Todos aquí sabemos que los cachorros nacen con cierto aroma, Elián se hubiera dado cuenta. 

_ No creo, son hermanos, el aroma entre hermanos es similar. 

_ Si, pero no idéntico, siempre hay algo que los diferencia.  

_ Supongo que si mi hermano no dijo nada es porque no olfateo nada diferente entonces podemos estar tranquilos, Sandra es de Elián. 

_ Yo nunca he dudado de mi suegra. – Detiene su andar- _ Aunque entre ellos hubiera pasado algo es mi suegra es mi deber defenderla.   

_ - Ciro detiene su andar los tres hacen alto- _ En mi miserable existencia nunca nos hemos peleado por una mujer y esta no va a ser la primera vez. 

_ Hablando se entiende la gente – Jonathan prosigue su andar- _ Seguro no pasa a mayores. 

_ Lo ignoraro, nosotros nunca hemos peleado por una mujer. – Ciro se cruza de brazos, alza la mirada para ver la luna llena-_ Si Elián me dice que se formó su lazo con Jano y la quiere para él – sus ojos negros cambian a blancos- _ Jano es mía y desde luego que pelearía por ella. 

_ - Fernando abre los ojos, pero no se mueve de los brazos de Jonathan por lo contrario se agazapa incluso gime asustado- _ ¿Que te pasa amigo? No tengas miedo, Ciro no te hará daño. – Fernando esta vez sale de los brazos de Jonathan para colorase detrás de él con la cola entre las patas- _ ¿Por qué tiene miedo? 

_ - Ciro se coloca a la altura de Fernando, ve como el lobo tiembla de miedo, el mediano coloca su mano izquierda en la cabeza de Fernando, este no deja de temblar, sin embargo, se calma un poco por la acción de Ciro- _ Así, no tengas miedo eres de los míos.  

_Tío – golpetea el hombro derecho, Ciro voltea con él y Talio señala el techo de la casa- _ Es papá. 

_ - Ciro regresa la mirada a Fernando- _ No te hará daño. – se pone de pie y se coloca delante de los tres- _ ¡Hasta que te deja ver! Nos teníamos preocupados. 

El menor de los Licaón cae ante ellos como s el brinco descomunal fuera solo baja un escalón, ante ellos sin ropa interior el cabello un poco crecido, demasiado delgado, su mirar es apagado, ladea un poco la cabeza mirando a Fernando, gruñe y el mexicano obedece yendo a su lado. Darío se coloca se hinca para poder tocar su cabeza. 

_ Eres un buen y leal amigo – a pesar de la caricia Fernando se agazapa- _ No debes temerme, soy yo Darío, tú amigo. – al terminar de decir esas palabras Fernando se calma un poco-_ ¿Ustedes también me temen?  

_ Claro que no – suelta Ciro como si nada-  

_ Pa, vamos dentro debes traer hambre, seguro estás cansado. 

_ Un poco, recorrer toda América y gran parte de Asia está cansado, sin contar que debía ser más rápido que esa rata voladora.  

_ - Talio se retira su camisa para colocársela en la cintura a su padre-_ Apóyate en mi papá. – el joven cierra los ojos al sentir le peso casi muerto de su padre- _ Nos tenías preocupadas, tu hija no ha dejado de buscarte, pero el mundo es muy grande.  

_ Dédalo ha sabido cuidar de mí, di a tu hermana que estoy en casa. – gruñe dando la orden a Fernando de que lo siga- _ Nunca pensé que llegaríamos ser amigos.  

_ Así es la vida pa. 

_ - Sale de agarre de su hijo- _ Debo ir a bañarme estar presentable debo ir a ver a mi Secu, ya la bebé. 

_ Tía no está pa. – el semblante de Darío cambia de inmediato Ciro se coloca delante de él- _ Se fueron mi tío y ella. 

_ ¿En dónde están? ¿A dónde se la llevo Elián?  

_ No lo sabemos. – Talio disimuladamente se coloca a la defensiva al igual que Jonathan al tiempo que cubre a Fernando-  

_ Ciro. Tu si sabes, diez centavos.  

_ Viaje diplomático a África con los nómadas del desierto, como sabes no hay ubicación precisa.  

_ Como se atrevió a poner en peligro a mi cachorro.  

Esas palabras echan por la borda la esperanza de los tres de que entre ellos hubiera pasado algo, Talio, aunque no decía nada tenía la esperanza de que fuera su primo no su medio hermano.  

_ Darío, dime la verdad ¿Se acoplaron?  




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