La fuerza de Ciro

¿Es la verdad?

¿Es la verdad? 
Se llega la noche y esa noche llega Dédalo acompañado de Ramsés, el vampiro no pide permiso se marcha de la villa con el menor, Ramsés se disculpa por la rudeza de su esposo, pide amablemente a Ciro que lo acompañe, ya lejos de la casa y de Elián. 
_Mis hombres me han dicho que han visto a tu reina vagando sola por Atenas y en este mismo momento se encuentra caminando sin rubo fijo.  
_ Darío, será mejor que nos digas la verdad.  
_ Ya la saben.  
_No, no la sabemos, a Elián le dices una cosa, a Nereida otra y a mi otra así que quiero la verdad o te doy mi palabra de que voy a meter a tu mente y te voy a dejar peor que a un crio de tres años.  
_Me sueltas... - se acomoda la ropa- _ La verdad es que solo yo me enamoré de Secundina, si, ella me quiere, hasta cierto punto me ama, pero solo como su amigo y cuñado, esa es la verdad. 
_ ¿Eres el padre de Sandra? 
_ – Se planta frente a Dédalo lo ve directo a los ojos y con toda la seguridad de mil mundos suelta un “no” como respuesta-_ Dédalo si el cachorro te ha dicho que no, es no, ya deja ese tema por la paz. 
_Ramsés - sin dejar de ver a Darío- _ Busca a nuestra amiga, no le creo a este lobo vestido de oveja. 
_Puedes ya parar esta riña personal hermano mayor. 
_Es asunto mío Cy, no te metas. 
_Me meto porque los hechiceros que los atacaron a ellos nos han atacado a nosotros ¿Por qué? Hasta donde sé tenemos tratados de paz y si los lobos quieren romper esos tratados... que así sea. 
_Los Licaón seguimos en pie con los tratados de paz. Darío tienes ordenes que obedecer. 
_Si señor, si me disculpan todos los aquí presentes, debo irme. 
_Caballeros, debo retirarme... tengo una guerra que liderear en nombre de mi hermano. 
 Fernando se dedica a buscar a Secundina por toda la ciudad hasta que por fin da con ella, hablan largo y tendido, ella sigue sin recordar nada de lo que paso en la celda así que el único que sabe la verdad es Darío, Fernando miente diciendo que dejo la manada ya que por su culpa ella y Elián terminaron, Fernando le da los anillos a Secundina, le dijo que los sacos de la basura, la convence para que se quede con ellos e incluso los vuelva a portar, Secundina se coloca los anillos se queda viendo el dedo corazón, Fernando conoce a su amiga y sabe que está a punto del llanto así que se limita a abrazarla, eso lo ve el mayor a lo lejos. 

_Fernando ¿Por quién te juro que no me acoste con Darío? 

_Por nadie, yo te creo.

_Gracias. ¿Que hago? 

_ No sé, que tal si nos vamos a un hotel. 

_¡Fernando!

_¿Qué? Estoy cansado, buscarte me llevo un buen de tiempo.

_Eso es verdad y tengo hambre. 

Los amigos hablan por un par de minutos, Fernando hace reír a Secundina, acto seguido se toman de la mano...


_A veces te comportas como un verdadero idiota. - El mayor reconoce la voz no la ignora, pero tampoco le  responde-_ Ya está partiendo tu hermano menor a España, será mejor que te vayas a América y lleva contigo a Nereida. 
_ Esa mujer... Darío no supo domarla. 
_Nereida es una mujer hermosa, vanidosa y el saber que su esposo sintió algo por tu esposa a la cual la considera un adefesio fue un golpe a su ego. Y creo que tú tampoco has sabido domar a tu mujer.  
_Mi Secu no es un adefesio, son bellezas diferentes. Secu es impulsiva ya me lo había demostrado. 
_¿Por qué pensaste que Darío se había enamorado de Secundina?  
_ . . . Ate cabos, ellos tan unidos, tiene secretos, no me decía el nombre de esa mujer, él dijo que los políticos vemos todo a nuestra conveniencia, no es eso es nuestro trabajo es ver allá de lo que tenemos enfrente.  
_Y mira a lo que te llevo tus ideas mal infundadas ¿Por qué rompió el lazo contigo? 
_No te puedo decir es algo íntimo y privado, pero palabras de ella la humille. 
_Humillada o no allá va con Fernando, lejos de su familia y de tus cachorros. - no tiene respuesta- _ Lleva su lazo roto, en América hay licántropos más fuertes y guapos que tú y si ella llamó tu atención créeme habrá quien se fije en ella. - sigue el silencio-

_No lo creo...

_Y en estos momentos va de la mano de su ex amante...

_No lo creo - esa palabra lo hace dudar-

_Se lo dejo a su criterio...su alteza. 
Los dos hermanos se retiran del lugar, del otro lado de la ciudad solo Darío llora el lazo que rompió Secundina. Algo que se creía posible o que solo se habían escuchado historias en Darío si paso formó un segundo lazo con su cuñada, se enamoró de ella y si le pidió a Dédalo borrar los recuerdos de esa noche fue porque Secundina conoció el lado más salvaje de Darío, ese que ninguna mujer debería de conocer, se lleva las manos a la cabeza aun escucha las palabras de suplicas de ella, todas las veces que le pidió parar y que no hizo caso, ella supo de su amor y esa noche en la celda con dolor en su voz ella empezó a rechazarlo justo cuando iba a terminar el ritual la interrumpe cubriendo su boca con su mano derecha, Secundina intentó detenerlo pero no pudo él fue más fuerte y rápido, para cuando reacciono el daño ya estaba hecho, horrorizado se retira a lado contrario de la celda sin poder emitir palabra alguna, ella se quedó sin saber que hacer, se arregló el cabello, la ropa, reinicio el rito hasta que lo finalizo, se limpió el rostro le dio la espalda “Te perdono, después de todo tengo culpa por no saber poner un límite. Espero que con esto ya estes satisfecho y me dejes ser feliz con tu hermano, nuestro trato seguirá siendo el mismo no quiero que tú hermano se enteré y que por mi culpa te vaya a matar o tú a él”. Darío se quedó en la celda por más tiempo procesando lo que acaba de hacer, golpe la pared hasta que de sus puños salen sangre, se acaba de comportar como un canalla, ultrajo a su amiga a su cuñada y lo peor es que se formó el nudo y fue él quien la retuvo, ya consciente de sus actos ve su mano derecha mordida por ella, siente los golpes que le dio en el hombro izquierdo, recuerda la mirada de terror que ella le dedico, se supone que así no debían de ser las cosas, pero su lado humano no pudo controlar a su lobo ni a su bestia, para suerte de ambos sobre todo de él, ella entro en celo y el celo fue respondido, su memoria de esa noche fue borrada, no recuerda nada y eso es un alivio para él, casi se infarta cuando el aroma de ella cambio señal de que estaba embarazada, se mintió a él mismo diciendo que el niño era de su hermano, se mintió tan bien que se lo creyó y sostiene la mentira para él mismo y para los demás. Ahora ella rompió el lazo por segunda vez ignorante de lo que él le hizo. En el fondo Darío guardaba la esperanza de poder estar con ella como pareja y no como familiares. _¿Como les pido perdón a los dos?




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