Asena ataca a Elián

Asena ataca a Elián 
En las profanidades de la tierra de Turquía, la matriarca de la manada Asena no tolera las bajas de su gente, los miembros más antiguos son los que le hacen frente a la furiosa mujer, la madura mujer ve a todos los que la rodean, ahí mismo delante de todos, su hermosa faz cambia sus pómulos rosados llenos de vida cambian por unos famélicos al igual que el resto de su cuerpo, una piel de lobo que colgaba en la pared sale de su prisión, llega hasta el cuerpo de la mujer y se coloca en su espalda, la cara del lobo cubre el rostro humanos y ambos ojos se hacen uno, mueve los labios nadie logra escuchar lo que dice en cambio en el otro lado del mundo en un pueblo llamada *El Rodeo, Elián quién se encuentra discutiendo con Secundina de la nada calla, sus ojos negros se tornan sin brillo, su aun esposa le habla pero el parece ido.  
Dentro de la cabeza de Elián: 
El pelinegro ve a la madura mujer no viste otra cosa que la piel de lobo, Asena coloca sus brazos delante de ella y de cada dedo de sus manos salen hijos de plata, hilos que al tocar el piso se convierten en cadenas de plata pura, de un grosor considerable, el griego hace gala de su destreza sorteando cada cadena que a su persona es lanzada, una de las cadenas golpe el rostro del griego haciendo que la nariz le sangre, eso lo ve Secundina que no le gusta para nada, y al ver que su esposo no responde a su llamado se desespera, una de las cadenas logra tomarlo del tobillo derecho eso si lo hace gritar de dolor e incluso sangrar y solo ese lazo de plata necesito para que lo inmovilizara la matriarca alfa de los Asena. 
_Ya me tiene harta, muere de una vez maldito humano maldecido, que se hace llamar rey de los licántropos. 
_-Elián casi encerrado en un capullo de plata, con la carne viva- _ Por qué lo soy, es mi derecho, mi herencia. 
_No me hagas reír – dicho eso zurce los labios del griego- _Tú pagarás la muerte de mis súbditos. -Elián no podía hablar, pero su mirada lo decía todo, estaba enojado y frustrado, dedico a la mujer una mirada que incluso ella sintió miedo- _ Te hare cerrar los ojos para siempre.  
Un último hilo de plata se enredo en el cuello del griego haciendo presión cortando la respiración y la carne. 
_¿Qué? ¿qué te está pasando? - Secundina con lágrimas en los ojos sin comprender que le pasa a Elián el hilo de plata que enreda el cuello brilla por unas milésimas de segundo, acto seguido y sin saber como Secundina busca el hilo de plata, no lo ve, pero logra sentirlo mete sus manos entre el hilo que la está cortando y el cuello de Elián, el griego cae de rodilla ante Secundina, por la ciada ella queda en la misma posición sin retirar las manos del cuello del griego-  
_ ¡Esa mujer me tiene harta! Es tu esposa ¿Cierto? - No tiene respuesta- _ Pues bien que tu reina te siga en el infierno.  
Un espectro de una loba con rabia aparece detrás de Secundina, el trance en el que mantiene a Elián le incapacita para ayudarla, la mexicana no ve al espectro, pero sabe que está ahí, la loba salta para atacarla, Secundina con su cuerpo protege al de Elián, la loba muerde la espalda de la mexicana la cual grita y aúlla de dolor, en un intento desesperado Secundina suelta y  con la mano izquierda un manotazo que da en la mejilla a la loba y los anillos de ella hacen sangrar a la loba y eso como se la quita de encima por un momento, Asena se lleva la mano izquierda a su mejilla herida, suelta un golpe a Elián, la loba se recupera del dolor, Secundina en vez de hacerle frente a la loba sigue protegiendo a Elián y con sus manos rompe el hilo de plata que cae a sus pies, Asena al ver eso ataca al matrimonio, nunca se esperó que el ataque fuera repelido por unos coyotes de aspecto desgarbado, los cinco protegen al matrimonio, quién va al frente de esos coyotes es el que realiza el ataque al espectro cuando le muerde una pata otros dos coyotes se unen en el ataque, herida Secundina ayuda a que Elián a ponerse de pie pero el griego no puede caminar acto seguido ella lo toma en brazos hasta acostarlo en la cama y se cerciora que respire, escucha el aullido de un coyote sale de la habitación, no sabe como ayudar, busca con la mirada tratando de encontrar algo conque ayudarlos recuerda que sus anillos hirieron a esa lobo no duda en tomar el anillo de compromiso que tiene una piedra angular roja, se lo saca se acerca a la loba con la punta que forma el ángulo de su anillo hiere en el lomo a la loba haciendo que desaparezca del lugar. 
_Quién diría que tu mujer te fuera a defender de esa manera. - estira el cuerpo tratando de mitigar el dolor de los ataques- _ Bien, ya me encargaré de ella y esos coyotes. Por lo pronto tu lobo no volverá a salir, tu carne poco a poco caerá y tú por fin morirás, disfruta los pocos días de vida que te quedan ...su alteza – le hace una reverencia burlona desaparece del lugar-  
_¡Elián, Elián! Elián responde ¿Qué tienes? Háblame. - lo mueve, pero él no responde- _Ya no estoy enojada contigo, háblame, si, si regreso contigo. - los coyotes entran a la habitación, Secundina los ve de reojo- _ No sé qué tiene, no responde.  
_- Los coyotes uno a uno empiezan a cambiar- _ Mientras este respirado él estará bien.  
_¡Chaguin!  
_¡Hola gorda!  
_¿Curioso? ¡Fátima!  
_¿Pero, pero, pero?  
_Cuando te vimos llegar supimos que ya no eras la misma, así nos dedicamos a vigilarte. 
_¿Qué? Eso no es justo Loca. 
_Tal vez no, pero no sabíamos lo que eras. 
_Hasta que te seguimos al cerro del Bayajorit y te encadenaste con plata.  
_¡Gordo!  
_Llevemos a estos dos anque mi Tata vamos viendo que podemos hacer por tu viejo y por ti.  
_Gracias plebes. 
_Para eso somos los amigos, Curioso lleva al viejo de está. 
_Si señora. 
_Más respeto, mi esposo se llama Elián Licaón.  
_Lo sabemos – gritan los cinco en coro- _ Sabemos quién, pero nunca creí que conocería a uno de los tres Licaón.  
_Plebes, tiene mucho que explicarme ¿Coyotes*?  
_Todo a su tiempo Secu. 
Con Asena: 
La mujer retira la piel de lobo se sienta en donde puede, rápido van en su ayuda, alza la mirada, ve a quienes la auxilian, pero ella no se deja ayudar, se pone de pie. 
_Elián puede ir contando los días que le quedan de vida. Quiero que ustedes acaban de una buena vez con Ciro y Darío.  
  
*El Rodeo es un poblado a la orilla del Río Mayo en Etchojoa, Sonora, el cerro del Bayajorit se encuentra en el mismo municipio en la comunidad Buaysiacobe.