El amor de Dédalo

El amor de Dédalo 
Dédalo llega a Alemania con Darío en brazos, Cy y Ramsés ven la gravedad del asunto, Ramsés había visto a Dédalo llorar, pero no recuerda que sus lágrimas fueran de sangre, el mayor acuesta a su amigo en su cama poco le importa que la manche con su sangre, se sienta a su lado contemplado el pálido semblante. Dédalo ido no ve ni escucha lo que pasa a su alrededor, está en shock por la gravedad de la situación, Cy logra hacerlo reaccionar y le dice lo que ha pasado con su amigo/amante, Ramsés pide permiso a los dos para ir con Ciro para ayudar lo mejor que pueda prometiendo a Dédalo cuidar de él mismo. 
_ Cy, la magia que han usado en él es fuerte, solo conozco a alguien que lo puede ayudar. 
_ ¡No! No te atrevas a tan siquiera pensar su nombre. 
_ - El mayor abraza el cuerpo de Darío como si ya no respirara - _ Va a morir si no lo ayuda. 
_ Hermano, la muerte es inevitable lo sabes incluso para alguien como él. 
_ Si el muere ¿qué va a ser de mí? No lo puedo permitir. 
_ Hermano mío, ya has olvidado porque fuimos castigados. 
_ No – sin soltar a Darío - _ su alma irá al tártaro y yo no puedo ir ahí. 
_ Déjame llamarle que le salve. 
_ Si lo haces hermano mío significa que tomarás partido en una guerra en la que nunca debimos participar, de le llamas jamás volveremos a casa.  
_ Estaremos con mamá. 
_Lo haremos a pesar de ser inocentes … 
_ Cy, ¿Cómo lo salvo?  
_ Te voy a ayudar, lo voy a intentar yo, después de todo fui su alumno, trataré de salvarlo, pero no lo llames. 
_ ¿ Y si le hablamos a mamá? 
_ Volvemos a lo mismo, hablarle a ella es hablarle a él y perder nuestras almas o lo que quedan de ellas. 
_ No me importa perder mi alma con tal ver que él vive. 
_ Dédalo – Cy habla para él - _ ¿Cuándo te enamoraste de Darío? 
_ ¿He? – sin creer lo que le preguntaba su hermano -_ es mi amigo lo sabes bien. 
_ Y mío también, pero… prometo no decirle nada a Ramsés. 
_ Ni yo lo sé- abraza al menor y sus lágrimas caen en el cuerpo del griego- _¿Cómo supiste que lo amo?  
_Prometimos ser neutrales, llegas con Darío herido de muerte dispuesto a perder tu alma con tal de verlo a salvo ni por Ramsés has llorado lágrimas de sangre.  
_No sé como explicar el dolor que siento en estos momentos – da una caricia al rostro del griego- _Lo conozco desde que tiene quince años, lo he visto caer y levantarse, lo he visto reír y llorar, sufrí la muerte de Selene, las de sus hijos, celebré con él nacimiento de sus hijos, su amor por Nereida, lo he visto sufrir por su Secundina y su hija. 
_No estamos seguro de que Sandra sea su hija. 
_Lo sé, y ya. Cy, trata de salvarlo por favor, salva a mi cachorro. 
Cy se pone a trabajar y entra en la cabeza del menor ve como está amarrado con lazos de plata, lazos que lastiman su cuerpo físico Darío esta de pie como si estuviera sostenido por hilos invisibles y en el centro de su pecho la herida de flecha que drena sangre el vital líquido es de dos rojos diferentes uno rojo vivo y el otro opaco, Cy da unos cuantos pasos para ver la espalda y la gran bestia blanca se encuentra igual de herido, la misma herida en el pecho, Cy truena sus dedos he inicia su trabajo, sana las heridas del hombre y la bestia sin embargo no puedo romper los lazos de plata, sigue trabajando logra que Darío abra los ojos, el griego lo reconoce pero no puede hablar sin embargo sus ojos parecen suplicar ayuda, Cy le promete ayudarlo pero por el momento lo va a dejar ya que el mayor ha gastado mucha energía sanado sus heridas. Dédalo puede ver como la sangre se va coagulando en el cuerpo del menor por fin deja de sangrar y lo lleva a bañar, Cy va con ellos. 
Y como si Darío fuera de porcelana, Dédalo lo manipula con exagerado cuidado. 
_Pude sanar las heridas no pude romper los lazos, él está consciente y está luchando en silencio. 
_Gracias hermano. - finaliza de asearlo, lo viste y lo lleva a la habitación que será su hogar en lo que logra despertar por completo-  
_- Dédalo llega a la sala donde se encuentra Cy- _ Cierto es que usan magia con nuestro amigo, pero. 
_¿Pero? - se sienta echa la cabeza hacia atrás descansando- 
_Por lo que vi, la única manera de que ellos salgan del hechizo es que ganen la pelea contra él mismo. 
_¿Los están haciendo pelear consigo mismo? 
_Eso vi – hace sus manos cual balanza- _ En Darío viven dos naturalezas, para poder liberarse de las amarras ambas naturalezas deben ser una misma. 
_Él no va a poder. - suspira- _ El lobo quiere a su cuñada, la razón le dice que no, mi cachorro no tiene paz dudo que ambas naturalezas... 
_Tu cachorro cierto es que es impulsivo, pero también es verdad que ama a sus hijos y esperemos que ese amor sea suficiente para que los dos convivían en paz y ganen esa pelea. 
_Esperemos. 
_Dédalo - el mencionado voltea a verlo- _Llora, solo yo te vere hacerlo. 
Cy tuvo que abrazar a su hermano y dar consuelo tenía milenios que no lo escuchaba llorar como lo hace en ese preciso momento, su llanto es desgarrador, y Cy lo único que hace es escuchar a su hermano y esperar paciente a que se calme, cuando por fin el llanto del mayor se apaga el menor finaliza el abrazo. 
_Hermano mayor, ya que tu cachorro está a salvo en nuestra casa será mejor que sigamos con lo nuestro y defender a nuestra gente. 
_Desde luego, pero antes tengo una promesa que cumplir – una maléfica sonrisa se dibuja en el mayor- 
_Quiero ver que le vas a hacer a aquellos que se han ganado tu odio.  
Los insectos que aún estaban en la casa Asena empezaron a atacar a sus habitantes, lo malo de ser inmortal que no mueres y los que están recibiendo el ataque piden a gritos la muerte ya que ciertos insectos se los están comiendo vivos. 
_Te dije Asena que te haría la vida miserable, te lo has ganado a pulso por matar a mi querido Darío. - la voz de Dédalo resuena por el lugar como si su voz proviniera del mismo infierno-  
La nombrada ve con horror lo que le hacen a su gente poco importa que sean niños, y por primera vez desde que inició su campaña contra los Licaón, Asena tiene miedo, aun así goza el saber que ya se deshizo de uno de los tres.