La fuerza de Ciro

Vampiros y licántropos

Vampiros y licántropos 
Dédalo libera a Talio de su prisión mental, es su tío quién le ordena retirarse, orden que acata a regañadientes, no quiere, él quiere quedarse a pelear, pero es más importante ayudar a los heridos. Así el Licaón juntos a sus compañeros salen de la fortaleza, llegando al campamento de sanidad, deja al herido y es cuando por fin puede ver a conciencia el campo de batalla, su caballería es apoyada por Ramsés y sus hombres. 
_Tal como lo dijiste primo, llegó la ayuda. - Armida palmea el hombro izquierdo de su primo y ofrece de beber- 
_ – Talio toma el cuenco con agua bebe de golpe todo su contenido- _ Nunca en mi vida había visto tal “espectáculo” y he de decir que no me gusta lo que mis ojos ven. 
_¿Por qué? Nos están ayudando.  
_No lo sé, solo no me gusta, por cierto, a tu padre lo deje bien, se quedó a lado de Dédalo a pelear. 
_Debió de salir contigo. 
_Sabes bien que no puede hacer eso, después de todo es nuestra guerra no la de Dédalo. 
_Si tú lo dices, ayúdame con los heridos. 
_No soy médico, pero dime que debo hacer – Armida le da un frasco de vidrio con sangre de Dédalo - _ ¿Es lo que creo que es?  
_Si, con tu vida cuida ese frasco, solo gotas en las heridas más profundas.  
Los primos se ponen a trabajar con los heridos, sin embargo, los gritos del campo de batalla no dejan concertarse al mayor y no puede evitar dejar d hacer su tarea para ir a ver las peleas, peleas que por mucho van ganando los vampiros, Talio se lleva los dedos de su mano izquierda a los labios en señal de angustia y desesperación, ve caer a varios asenas y se lleva las manos a la cabeza haciendo caer el frasco, agradece que era cristal resistente o hubiera perdido esos valiosos mililitros, deja de ver el campo de batalla y se concentra en sus nueva tarea acudiendo lo más rápido que puede cada que gritan “médomai” (medico en griego antiguo). 
Atenas 
Elián es el primero en retomar su forma humana seguido de Darío, el mayor ve como sus dos hijos tiemblan cual maraca, retira la espada de la mano de Denes y el menor no se atreve a mover ni un músculo ya que la mirada de su padre no era la misma de siempre de hecho nunca le había conocido esa mirada era como si estuviera vacía y enojada al mismo tiempo, su tío tiene un mirar similar. Elián no le dice nada a su hijo menor, posa su mirada en el mayor y ese mirar hacen que Calix de un paso atrás, Elián ve hacia atrás de reojo a su hermano, chasquea la lengua, le avienta la espada, Darío la toma le hace reverencia y sale de la habitación, el menor pasa por un lado de Giles quien ya dejo de moverse del dolor, Darío baja la mirada con el pie lo hace a un lado ya que le estorba al pasar, el mediano se sorprende al ver llegar a Cy, se cuadra cual militar, le hace reverencia y este responde de igual manera, se hace a un lado dejando pasar al príncipe asesino, el ojiverde se apresura a auxiliar a Giles, de lo mal que se encontraba el hijo de Ciro no sintió dolor por la sangre del vampiro, lo deja reposar y entra a la habitación de Elián. 
_Agradezco que cuidaras de mi posición, ahora te pido dejes todo en manos de tu padre – extiende la mano derecha y Calix deposita en ella la espada que portaba, se gira y ve de pies a cabeza a Cy-  
_Mi hermano ya se encuentra ayudando a Ciro en Kapadokya.  
_Con que ahí se esconden. Calix, Darío va a recuperar la villa y se quedará al frente, Denes ve a la enfermería y bebe algo para calmar ese miedo. 
_- Cy ofrece la mano al Licaón mayor este acepta, se nota la diferencia de estaturas, así como la diferencia de físicos- _ Espero que mi forma no te de asco.  
_Ya veremos. 
Cy deja su forma humana, a Elián le da repulsión, pero nada que no pueda soportar ambos mayores van ya varios metros arriba de la villa cuando a los oídos de ambos llegan los gritos de Estrella y sus compañeras y sin pensarlo Elián se deja caer de los cielos, al caer en tierra es la bestia de dos patas y a puño limpio mata a los atacantes de las cocineras, logra salvar a la mayoría, unas cayeron, pero es estrella quién ya estaba en sus últimos momentos, el mayor cambia a hombre, se coloca a la altura de ella tomando su cabeza entre sus manos. 
_Vas a estar bien, Cy te va a salvar. 
Estrella ya no puede decir palabra alguna tan solo se limita a tocar el rostro de Elián, rostro que a la vista de ella se volvió de siete años cuando lo salvo de su abuelo, la mujer dedica su última sonrisa a su hijo mayor cierra los ojos, da su última bocanada de aliento para quedar inerte en los brazos de Elián, el rostro del mayor cambia de enojo a dolor abraza a la única mujer que él recuerda como madre, la deja en su lugar, no se limpia el rostro quiere conservar un poco más la sangre de Estrella en él. 
_ –Aclara la garganta- _ Hilda, señoras, vayan a la enfermería y Hilda eres la nueva ama de llaves, prepara todo.  
_Si señor - es la rusa quién le da el arma de Estrella- _Morir a su lado antes que ser esclava.  
_Lo sé, siempre lo dijo. Cy, puedes esperar un par de minutos. - el nombrado a pesar de la distancia asienta, Elián con la hoja de plata bendecida por los dioses cambia a lobo, atraviesa el campo de batalla hasta dar con el “alfa” de esa legión, el asena no vio venir el golpe que le arrebato la vida, Elián siendo lobo arranca el corazón de su oponente y aun palpitando cierra su puño en el corazón haciéndolo papilla, aúlla feroz haciendo que las peleas cesaran, su pierna derecha encima del cuerpo inerte con la mano derecha en lo alto empuñando la hoja de plata, vuelve aullar, cambia a hombre-_ ¡De rodillas! - gritan pero nadie le obedece por el shock de la escena- _ ¡ Sta gónata! … ¡Diz çökmüş! - es cuando todos griegos y turcos se arrodillan – _ Darío, skótose tous ólous... skótosan tin Estrella. ( Darío ejecútalos a todos...mataron a Estrella) 
_ – El menor asienta y inicia la ejecución de los asenas- _ Nai kýrie...pós tolmoún na skotósoun ti mitéra mas. ( Si señor...como se atrevieron a matar a nuestra madre) - Termina de hacer la encomienda de su hermano al finalizar va con él- _ Voy contigo.  
_ No, quédate, mis hijos han demostrado que aún no están preparados para reinar, Giles a necesitar de ti.  
_Lo que mi rey ordene...Le hablo a mi hermano... 
_No es necesaria tal acción - ambas miradas chocan- _ Asena me ha arrebatado a las dos mujeres que más he amado y la tercera no volverá hacer la misma, no necesitas decirme que no tenga piedad. 
_- El menor asienta- _ Somos los nietos de Licaón los legítimos herederos de esta maldición.  
_Deja ir a poner orden a lado de Ciro...- Darío conoce esa mirada, le da pavor, pero al mismo tiempo seguridad y confianza- _ Creo que es hora de recuperar nuestro reino ¿Qué dices? ¿Quieres volver a ser el asesino del rey?  
_ - Darío saluda a la antigua a su hermano mayor- _ Contigo hasta el fin de los tiempos, al tártaro o a los elisios, prepararé a las legiones de asesinos.  
_Les di la libertad, pero por lo que veo no la quieren...pues bien...todos clanes serán sometido. 
_Al final nuestro abuelo tenía razón el poder es mal concejero.  
_O con nosotros o en nuestra contra. 
_Así es y así será. 
Los hermanos Licaón ven pasar a “Secundina” a su lado, pero en vez de quedarse a su lado va con Cy, la mujer “habla” con el vampiro, este asienta y niega de vez en vez, por último, ofrece la mano a la mujer esta acepta cuando ambas manos se tocan ella desaparece, Cy toma de la cintura a Elián para desaparecer el firmamento nocturno, Darío ve como cientos o tal vez miles de murciélagos a una velocidad impresionante siguen al vampiro.  
A los pocos minutos Cy aterriza aun lado de Talio, Elián ve el campo de batalla casi limpio por los vampiros, cambia a lobo, aúlla y todos los presentes giran hacia el origen del aullido, de la mano de Cy emana Siari quién se mete en la cabeza de Elián, el rey licántropo arma en mano comienza su andar hacía las profundidades del recinto Asena, esta vez su sobrino lo sigue al igual que los demás licaones que ya estaban recuperados e incluso Armida se une a su tío, así un poco más de mil licántropos y otros miles de vampiros bajan para unirse a las peleas. 
Plaza principal de Kapadokya 
Las personas indefensas están siendo evacuadas por los soldados de más baja categoría, mientras la matriarca Asena se encuentra sentada en su trono con aparente calma viendo como sus hechiceros no pueden someter a los licaones. 
_Centurias viviendo en paz y por tu estupidez nos has condenado a todos. 
_¿Si? Esto no estuviera pasando si tú te hubieras casado con Darío.  
_¿Qué te puedo decir madre? Lo lazos no se pueden obligar.  
_Tu belleza hija mía es equiparada con tu falta de inteligencia. 
_Mi belleza es equiparada con mi falta de inteligencia, bueno, lo saque de ti.  
_Si fueras más como yo te hubieras casado con Darío, aunque tu lazo no se hubiera formado. 
_Darío tenía sus ojos puestos en otra mujer y yo en otro hombre. 
_Por tal motivo tus ojos jamás volvieron a ver a otro hombre. 
_Cierto es que me arrebataste mis ojos, quebraste mi cuerpo, mi alma y espíritu, pero jamás pudiste quebrar mi mente.  
_-Asena ve con desprecio al remedo de hija que ella misma provoco, de hermosa piel canela de cabello al ras al cráneo, demasiado delgada como si de un esqueleto forrado se tratase, las cuencas de los ojos vacías y quemadas y aun así conservaba su belleza- _Lastima que vas a morir por el simple hecho de ser mi hija. 
_Agradeceré al verdadero rey que me de mi libertad lejos de ti, por fin me retire mis cadenas – levanta las manos mostrando los grilletes en sus muñecas que llevaban siglos en ellas. 
Asena se tensa en su trono al ver como le sale humo de la cabeza a su hechicero más poderoso y el líder de ellos, ve materializarse a una mujer morena de cabellos negros demasiado parecida a la reina Licaón, la mujer vestida como los hombres danzantes de su tribu, pantalón de manta blanco tenábaris que van desde los tobillos hasta la rodilla, una camisa de manta blanca manga larga con vivos rojos en la espalda un venado de color rojo, la aparición le guiña el ojo derecho a la matriarca acto seguido desaparece tan solo para hacer caer a otro hechicero. Y por primera vez Asena se arrepiente de haber provocado a los Licaón. 
_Vaya madre en todos mis años de vida es la primera vez que olfateo tu miedo. 
_Cierra la boca animal. 
_Cierro mi boca – se sienta en un rincón olvidado-  
_¿Qué haces escondiéndote como cobarde? 
_Es verdad que no puedo ver, pero puedo escuchar perfectamente bien y no me escondo, no, no para nada madre, solo quiero tener un poco de tiempo, el suficiente para escuchar tu vida apagarse antes que el rey me arrebate la mía.  
_No creo que se tome la molestia de arrebatar tu inútil vida. 
_¿ Y tú eres la inteligente? Hace más de mil años mataste a su esposa, ahora su esposa esta más muerta que viva, dime madre ¿tu tendrías piedad a los hijos de tus enemigos? Porque yo no y no soy madre, imagínate el dolor del verdadero rey. - y con esas palabras Asena guarda silencio-




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