La fuerza de Ciro

Diagnóstico

Diagnóstico  
Ciro se empina la cuarta botella de vino sin perder aun la conciencia, Darío sale con los mapas en mano buscando a Ciro, le extrañó que no regresó con comida y bebida, camina por unos de los pasillos uno en especial con un hermoso ventanal, se detiene para observar el jardín que aún conservan rastros de las peleas, recarga la frente en el vidrio, cierra los ojos, varias lagrimas escapan de sus ojos, abre los ojos, se extraña al ver a Ciro lanzar una botella, baja la mirada ve varias botellas a vacías y llenas a sus pies, enrolla los mapas, baja las escaleras dejando los mapas en las manos de unas estatuas, sin emitir ruido se acerca a su hermano que se encuentra en completo silencio. 
_Perdóname, por mi culpa estas mal. 
_¿He? No, no, es por todo lo que ha pasado, por mamá. 
_Estrella no se iba a quedar en resguardo, ella fue la primera persona que nos enseñó a pelear.  
_Se atrevieron a golpear a sus hijos, no se iba a quedar de brazos cruzados. 
_Así es. Hermano ¿en verdad no estas mal por mi culpa? 
_- Le pasa una de las botellas- _No, en verdad que no, tu problema ya lo di por finiquitado. 
_Gracias, es un alivio. 
_Darío, responde mis preguntas. 
_Pregunta. 
_¿Vas a volver con Nereida? 
_Para mi desgracia. - ve la botella, juega con ella- _ Está embarazada ¡fui un tonto! No debí buscarla. 
_¿Por qué lo hiciste? 
_- Se encoje de hombros- _ No tengo respuesta. 
_Estarías dispuesto a dejarla a pesar de todo. 
_Sabes que sí, pero ningún hijo mío crecerá sin su padre o fuera de la familia. 
_Si, lo sé. Dime, si Elián y Secundina terminarán y tú y Nereida también... 
_Sería el más feliz del mundo, dejo la manada por irme con ella lejos de Elián, feliz de hacer mi familia a su lado con mis hijos, todos ellos. 
_Darío, realmente serias feliz con ella sabiendo que fue esposa de tu hermano.  
_Si lo dices por lo sexual, no me interesa, conozco el pasado de ella, ella conoce mis quereres con Dédalo, ese sería mi problema no Elián. 
_No entiendo. 
_Mi Secu, me ha dicho que Dédalo es demasiado guapo, atractivo, elegante, y un sinfín de cualidades, que aumentarían las inseguridades de ella. 
_Has pensado en Nereida como pareja de Elián. 
_Nunca ¿por qué?   
_Curiosidad. 
_Mmm – niega con la cabeza- _No me la quiero imaginar como reina. 
_¿De que hablan? - Elián le retira la botella a Darío se la empina bebiendo todo - 
_Ciro me ha preguntado si en algún momento he pensado en que tú y Nereida formaran una pareja. 
_Interesante pregunta, quiero escuchar la respuesta. 
_Nunca he pensado eso, pero ya que plantean la pregunta. Nereida tiene un carácter salido del hades, si por azares del destino se convirtiera en tu pareja... que dios te libre del alacrán que te vas a echar a la espalda. 
_No es tan mal, ha estado a tu lado. 
Ciro se queda callado mientras los hermanos hablan de sus respectivas esposas, observa como Darío le sostiene la mirada a Elián, pero como Elián desvía la mirada al menor, alza la ceja derecha cuando Darío de una opinión, tuerce los labios cuando Elián dice algo que no lo convence, por último, Darío los deja a los dos para ir con Nereida. 
_Interesante comportamiento el tuyo, hermano mayor. 
_No sé de qué hablas. 
_Le tienes vergüenza a Darío, eso quiere decir que tienes vergüenza y arrepentimiento. 
_Ella tenía ganas, yo también, ambos estábamos pelados con nuestras parejas, Secu rompió el lazo conmigo. 
_Siempre fuiste el más célibe de los tres ¿por qué ahora no? 
_Por pendejo... me volvió loco su aroma, no puedo negar que es muy bella...demasiado bella. 
_Nereida se sintió humillada por Secundina por un beso que se dieron ella y Darío, supongo que al estar contigo la hizo sentirse superior, “tirarse al rey” “le gano a la gorda”  
_No pensé en eso. 
_¡Uhm! Por lo menos no estas enamorado de ella.   
_No, eso sí que no. 
Darío llega al área de hospitalización, pasa de largo por la habitación de Secundina, se regresa al escuchar su llanto, sin tocar la puerta entra con ella, Secundina al verlo se cubre hasta la cabeza, Darío se sienta en la silla que se encuentra a un lado de la cama. 
_Okey...Mi Secu...te doy tres y ya van cuatro. 
_Supe vas a ser papá nuevamente, felicidades. 
_Ajá, una...dos... 
_Promete no decir nada a tu hermano – se descubre la cara, ve a su cuñado decir que si- _Me duele mucho de las lumbares para abajo, me duele todo el lado derecho, cara, brazo, hombro, me duele mover los dedos de la mano derecha. 
_¿Es todo? ¿No lloras por otra cosa? 
_Juro que digo la verdad. 
_Te creo, no le diré nada mi hermano, debo ir con mi esposa, más tarde regreso contigo. 
_¿Puedo ir a verla?  
_Deja que le pida permiso, la última vez que se vieron se pelearon. 
_Si, aquí espero. - se queda sola a los minutos llega Darío para llevarla con Nereida, el menor entra con Secundina en una silla de ruedas- _ Darío, por favor, déjame a solas con mi concuña favorita. 
_¿Seguras que se pueden quedar solas? - un si por parte de las dos lo hacen salir con cierto recelo- 
_Para mi desgracia sigues viva. 
_Eit, menos mal estas fueras de peligro. 
_Gracias, supe que casi mueres. 
_Para tu mala suerte. - se acerca a la cama de ella, Darío las deja solas- _¿Están bien tú y el bebé? 
_Todo indica que sí, después de todo es hijo de un rey. 
_Si, Darío a veces se comporta mejor que un príncipe.  
_ ¿Tuviste relaciones sexuales con mi esposo? 
_¿ Y tú con el mío? 
_¿Qué? - Nereida siente que el rojo invade su cuerpo- _¿Cómo te atreves a cuestionar mi honorabilidad? 
_Cuestionas la mía, tengo todo el derecho de hacer lo mismo. - las dos callan- _Ya fuera de broma, me da gusto que te encuentres bien y mucho más gusto que tú y Darío vuelvan.  
_¿Volverás con Elián? 
_Claro que sí, amo a ese hombre. 
_Como yo a Darío - Secundina toma de las manos Nereida- _No nos vamos a abrazar ¿cierto? 
_No, nos seguimos odiando. Hay que llevarnos mejor. 
_Acepto, siempre y cuando no te acuestes con Darío. 
_¡Como chingas! ...ja...ja...jajaja. 
_No entiendo tu risa. 
_Jamás lo vas a entender. - se lleva las manos a las piernas- _ Recupérate pronto para volver a pelear, mi vida sin ti es como un panqueque sin miel. 
_En pura comida piensas. - ve como su concuña se pone pálida- 
_No es verdad – se dobla del dolor – _También pienso en tu marido sin ropa – no se endereza por lo contrario se dobla cada vez más- 
_¿Qué? ¿qué tienes? - Secundina no responde, ve como se cae de la silla- _¡Darío, Darío! ¡Alguien! ¡Ayuda! 
Darío desde un punto de la casa esperando que lo llamen, Elián literalmente dándose contra la pared y Ciro aun en el jardín bebiendo aun sin que el vino haga su efecto embriagante, cada uno en su sitio recibe la noticia de que algo paso en la zona de hospitalización entre las concuñas, el primero en llegar es Elián que es detenido por el personal médico, el segundo fue Darío, él no es detenido ve que los médicos están atendiendo a Secundina cierra los ojos para poder pasar de largo con su esposa que para su sorpresa se encuentra llorando, Ciro llega sabe que no puede pasar se queda a lado de su hermano mayor. 
_¿Qué ha pasado?  
_No sé nadie me ha dicho nada, Darío entró, pero no ha salido.  
_- El poco vino que se encuentra en el sistema del mediano desaparece como por arte de magia- _ Esperemos a los médicos.  
_Trata de estar tranquila piensa en el bebé, aun estas resentida le va a hacer daño ¿qué paso? 
_Estábamos hablando, lo juro, se puso pálida, se empezó hacer hacia el frente de pronto ya no estaba en la silla, ella ¿se encuentra bien?  
_No lo sé vine directo contigo.  
_Por favor, di que ella está bien. 
_Trata de tranquilizarte, voy a preguntar y ya te digo.  
_Si, por favor.  
Los médicos le dan el pase al Elián, cuando llega a la habitación un par de galenos hablan con Darío, eso lo aprovecha para ir con Nereida, Ciro extrañado se queda en medio de los dos con la vista en Darío y el oído en Elián. 
_¡Elián!  
_¿Qué le has hecho?  
_- Ciro se tensa al escuchar el inicio de la conversación- _ La va a matar... 
_Juro que nada, estábamos hablando, me felicitó por el bebé, estábamos insultándonos como siempre, se puso pálida, se dobló y cayo de la silla.  
_No creo nada de lo que has dicho, tú con tal de alzarte ante ella eres capaz de todo. 
_Estoy a nada de perder a nuestro bebé, no puedo moverme. 
_No, no, TU bebé y el de mi hermano.  
_Elián... 
_Elián nada, fue un momento de estupidez de mi parte, y un desliz del tuyo, así lo vamos a dejar.  
_¿Por ella?  
_Escucha bien, digamos que la dejo por ti...vas a tolerar que una mujer como ella haga el amor con Darío. 
_¿Qué?  
_” ¡Trampa! Yo dije eso” - Ciro solo se mueve en su lugar-  
_Así es, es verdad que ella no tiene tu belleza, pero tiene la habilidad suficiente para hacer gritar a Darío y que tu marido grite su nombre fuerte por toda la casa.  
_¡Pero, pero!  
_Quiero a ese bebé como lo que es, mi sobrino, así lo voy a amar, así lo voy a ver, será príncipe por mi hermano no por mí. Y Nereida. 
_¿Si?  
_No te amo, no eres dueña de mi amor, mi lobo jamás a aullado por ti, vive con eso.  
_Si señor, como el rey ordene. 
_ Y tu cuñado.  
Elián con cara de pocos amigos deja a Nereida para ir a tomar un poco de aire fresco, Ciro respira aliviado, así toda su atención se concentra en Darío y Secundina. 
_Mi Secu – se sienta a su lado, los cabellos ondulados que caen en su pálido rostro los hace a un lado- _No sabía que estabas tan mal, no sé como aliviar tu dolor. 
_Tengo que aprender a vivir con eso, pero si me duele has el cabello, de la cintura para abajo.  
_Colócate de lado –ella obedece, él le da un masaje en círculos en la zona lumbar- _ Espero sirva de algo. 
_De mucho. Mi Darío, necesito de tu ayuda. 
_Di rana y yo brinco. 
_No me importa lo que Elián piense de mí, tengo mi conciencia tranquila nunca he estado contigo, Sandra es su hija no tuya.  
_Este pendejo, ignora sus palabras. Pero dime ¿para qué quieres mi ayuda?  
_Necesito mucha rehabilitación crees que puedas hacer que no le digan a Elián mi diagnóstico. 
_Tarde mi Secu, seguro ya le dijeron. 
_No quiero que crea que soy una inútil ahora que estoy con mi lesión en la columna. 
_Es tu esposo confía en él. 
_Lo amo, pero no confió en una persona que duda de mi - Darío deja de dar el masaje baja las manos pensando- _ … Me arrepiento de haberlo conocido, me arrepiento de haberme dado la oportunidad, me arrepiento de todo. 
_¡Déjalo!  
_No, ya crie a una hija sola, no quiero el mismo sufrir para los mis hijos.  
_¿Y tú?  
_Me conoces sabes que puedo vivir bien si un hombre, me voy a concentrar en mi recuperación y en mis hijos.  
_Perdóname, también es mi culpa que terminaras a su lado. Realmente creí que era lo mejor que te había pasado en tu vida. Habías sufrido tanto y él también... 
_Se puede vivir en sana convivencia prueba de ellos somos tú y yo, pero no puedo ser la misma con tu hermano. 
_Tranquila mi Secu, sé que lo harás bien, ten paciencia, seguro mi hermano va a compensar su estupidez, si no lo mato.  
_Te ayudo a enterrar el cadáver... sé muy bien donde. 
_¿En verdad?  
_¡Claro! … tu eres bueno peleando le cortas la cabeza...yo lo abro en canal – cierra los puños enojada, alza la mirada a Darío y sus ojos se vuelven blancos-_ yo misma extraería sus entrañas y se las daría de comer a los perros. 
_” Espero que Elián sepa ganarse su perdón, o si va a convencer a Darío de matarlo”  
_¿Cuáles perros? - Darío entre sorprendido y divertido-  
_A los que voy a dejar sin comer por dos semanas para cuando les aviente los pedazos de mi marido no dejen ni los huesos.  
_¡Eres mala! - los dos ríen a carcajadas, Darío se inclina a abrazarla- _ Si ese pendejo no hace bien las cosas esta vez lo matamos.  
_Por eso te quiero tanto. 
_Lo sé, soy el amor de tu vida...después de eso pendejo. - si lo eres, le responde-  
Ciro ve salir a su hermano con una sonrisa de oreja a oreja, el menor se va de paso no le pone atención al semblate del mediano. 
_Vaya...Elián no ama a Nereida, Darío si a Secundina...  
Ciro entra con Nereida habla con ella por un par de minutos, va con Secundina, tarda los mismos minutos con ella, deja a ambas en sus respectivas habitaciones analizando a sus cuñadas. 
Darío llega con Elián el cual estaba demasiado enojado cree que es por el comportamiento de Nereida esta vez es inocente.  
_Debes estar tranquilo, y debes tener paciencia, lo que le pasa a Secundina es demasiado serio. 
_¿Serio? 
_Elián, Secundina camina de milagro, el golpe que recibió casi la deja sin caminar el resto de su vida. 
_¿Qué? 
_Si. Para que entiendas- Darío con leguaje que su hermano entienda le explica la gravedad de la situación- _ Tendrás que trabajar en ella, ganarte su confianza. 
_Me voy a esforzar, en cuanto tu con Nereida. 
_ El dolor de mi Secu, mmm... es comparable con … le partieron la columna a la mitad, no sé ...veras es como cuando Zaqueo casi te mata. 
_Nereida no le hizo nada. 
_No, fue su dolor el que la hizo caer de la silla. 
_- Ciro no interfiere en la plática, que por lo escuchaba es civilizada, llega, con sus hermanos y cada uno le da un golpe en la cabeza – _ Me van a volver loco ustedes dos. 
_¡Oye! - los dos se quejan- _ ¿Por qué me pegas? 
_Por que se me antojó, Elián, eres un pendejo y tú... necesito terapia. 
Da la media vuelta se va hablando solo, los hermanos siguen al mediano, ambos cayados cada uno culpándose por la posición en la que lo han colocado, Ciro se va directo a la gran bodega de vinos, sin pensarlo bebe de dos botellas diferentes, mayor y menor siguen su ejemplo sin hablar los tres beben hasta que el alcohol les hace efecto a los tres a tal grado que ya cada uno habla solo por su lado, Ciro ve primero a Darío, le avienta con la botella golpeando la cabeza, el menor suelta la carcajada. 
_Si, ahora te ríes, deja que Elián sepa la verdad. 
_¡Shu! Él no debe saber. 
_- El mayor pierde el equilibro ya en el suelo no puede parar de reír-  
_Estos dos comieron payaso, dejen de burlase de mí, no tolero esto, por mi mátense. - los tres no paran de reír- _Elián... No eres el papá de Sandra. 
_No soy el papá de Sandra. 
_No, es Darío y Darío. 
_¿Qué? ¿Elián es el padre del hijo que Nereida espera? 
_¡Si! En efecto, ya está, ya lo dije.  
Mayor y menor se quedan en silencio se ven, cada toma una botella y entre ellos brindan y se felicitan por sus respectivas paternidades, Ciro se acomoda en el piso se queda dormida, Darío se acomoda en las piernas del mediano mientras que el mayor se cómoda de tal manera que sus piernas sirven de almohada al menor.




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