La fuerza de Ciro

Miedo en sus corazones

Jonathan por orden de Ciro comanda a los carroñeros, él al frente busca y aniquila los pocos rastros de los que quedan en pie de dos manadas, para su desgracia Alessandro tiene que ver como la suya se somete a Calix. Se abren las puestas de las mazmorras de par en par todos dentro se agazapan nadie se atreve a hablar, Ciro aun con su andar en desnivel con solo un pantalón y una bata de noche se pasea por el pasillo, ve a cada una de las puertas, detiene su andar en el medio.  
_Una vez más ¿Quién dio la orden de matar a Elián? - nadie responde, se para cual militar- _¿Quién dio la orden de matar a Elián? ¿Nadie? - chasquea los dedos, las puertas se abren y a sus pies cae David- _ Les doy cinco minutos, piensen bien la respuesta. 
Ciro sale y todos se acercan a ver lo que aventaron, lo que queda de David, sin piernas y manos, ciego e incluso sin lengua, era el esqueleto forrado con su piel, y todos dentro se las celdas se asustan, todos callan para después gritar el nombre de Ciro, suplican su presencia y aunque el rey los escucha no hace acto de presencia, por lo contrario, dura días, semanas sin ir a las celdas, a los prisioneros les llevan de comer, flamantes platillos, carne, vino, queso, lo mejor de lo mejor e incluso el servicio médico los atiende y eso desconcierta a todos, un día más da inicio y con él el desayuno, sin duda digno de reyes, sin embargo nadie come, temen que este en venada la comida, Ciro entra y al ver la comida y el vino intacto es él quien toma una charola al azar y empieza a comer.  
_¿Quién dio la orden de matar a Elián y a su esposa? - nadie responde- _ Creo yo que los he tratado mejor de lo que se merecen, tuve que hacer el funeral de mis dos hermanos por su culpa, merezco un poco de cortesía y educación de su parte. ¿Quién dio la orden de matar a su rey?  
_Yo no fui – por fin habla el hindú-  
_¿Tatsuo? 
_Yo tampoco. 
_Alessandro no tiene las bolas para hacerlo. ¿Nadie fue?  
_Oleg al saber que murió Elián vio la oportunidad, me habló para matar a Darío y eso hice.  
_Gracias por esa información Iván. 
_De saber que eso iba a desatar la ira del rey vampiro no lo hubiera hecho. 
_No, Dédalo no es el rey, es el príncipe, su hermano Cy es el rey, disfruten su estancia. 
Ciro sale de las celdas, entran unos de sus soldados toman a un prisionero al azar que era una chica, los gritos y las suplicas hace gritar a los de adentro, son gritos de terror, regresan a lo que queda de mujer. 
_Digan la verdad – suplica llorando la mujer, se coloca en posición fetal para que nadie la vea-  
El alfa hindú solicita hablar con Ciro, pero Ciro lo ignora, sigue en lo suyo restaurando el imperio que algunas fue de su abuelo, él apoyando a Calix y a la nueva generación. El rey se demora en ir a las celdas tres meses esos tres meses los tiene a pan y agua, prisionero que de ella sale prisionero que no vuelve o que si lo hace llega cual gusano, cierta noche llega Dédalo para ver a los prisioneros al ver al nipon y saber que se quiere matar lo encapsula en una crisálida de sangre y lo hace ver visiones de su manada siendo destruida por los licaones. 
_Te felicito Ciro, sí que sabes torturar.  
_Tuve un gran maestro, mi abuelo – se le dibuja una sonrisa que Dédalo no supo interpretar- _ Solo replico lo que nos hizo a mis hermanos y a mí. 
_¡A ti te conozco! Eres que mato a Darío ¿Por qué sigue vivo? ¿Me lo puedo quedar?  
_- Ciro sin dejar de ver al hindú- _ Llévatelo ¿Quién dio la orden de matar a mi hermano?  
_- Dédalo aplaude divertido, saca al alfa de la celda-_ Ven cariño mío...nos vamos a divertir. 
_Ciro...¡Ciro! Por favor que no me lleve ¡Ciro!  
_¡Alto! - el mediano va con el ruso se acerca a su oído- _ Te voy a decir un secreto...Darío era novio del príncipe vampiro...por eso no mataban licántropos... 
_¿Qué?  
_- Ciro le guiña le ojo derecho y le sonríe- _ Dédalo, es todo tuyo, has con él lo que te plazca.  
_-Dédalo pasa sus dedos por la boca del ruso dejando una mancha de sangre, mancha que sirve para sellar la boca- _ ¡Que emoción!  
_¿Quién mato a Elián? - el grito hace estremecer a todo dentro-  
_¡Asena!  
_¿Asena?  
_No dio la orden, al ver que ella sola les hizo tanto daño, creí conveniente levantarnos contra ustedes... los empezamos a seguir a espiar sé que fueron al norte, pero no di la orden, nadie dio la orden, vimos por las noticias que murió y fue cuando nos unimos...juro que al único que matamos fue a Darío. 
_Al único que mataron fue a Darío. - sale un par de minutos al volver deja caer en el pasillo las armas de los españoles- _Esas fueron los que le dieron muerte a Elián.  
_¡David! ¿Tú mataste a Elián?  
_- El español niega, hace por hablar sin lograrlo- _ No fuimos nosotros – habla su omega- _ Estábamos enojados porque nos quitaron nuestra independencia, queríamos recuperarlo, fuimos atacados, nuestra armería saqueada... fuimos al norte siguiendo un rastro, nosotros no fuimos. 
_¿Qué rastro?  
_El de nuestras armas.  
Ciro de nuevo sale, va a la casa principal, dentro va con Jano, habla con ella de todo un poco menos de lo que pasa en prisión, pide informes, de todas las ciudades recuperadas, sigue esperando el de le India, pero esas noticias se rehúsan en llegar, Jano escucha atenta y de vez en vez da palabras de aliento o ideas a su esposo, esté agradece y es ella quién solicita hacerse cargo de los prisioneros, Ciro le da el cargo. Los hombres pedían gritos a Ciro, pero el mediano sabía que las mujeres eran mejor en ese campo, sobre todo las que son madres y un plus...le mataron un hijo a Jano, y ella no descanso hasta dar con el asesino de su hijo, el beta que se atrevió a hacerlo tenía familia puras mujeres para su desgracia. 
_¿Me pregunto qué dolerá más, saber que tu hijo murió o ver las torturas a tus hijos?  
_ Jano, señora mía...le suplico. 
_- La reina alza su mano izquierda manando callar y con la derecha ordena iniciar las torturas- _ Cuando vea a mí hijo muerto pasar por esa puerta vivo, sonriente entonces escuchare tu suplica. - dicho eso procede a leer una revista banal, escuchando las suplicas de las chicas y del padre-  
 Jano, enfundada en un elegante traje sastre color azul, su cabello suelto, retira sus gafas oscuras y los pasos son escuchados, de tiene sus pasos en medio se la celda deja caer las coronas de todos los reinos derrotados. 
_ Caballeros, en un mes será la coronación de su rey, los alfas derrotados coronaran a Ciro. - se gira quedando enfrente del hindú- _ Ya cayeron tus tierras. 
_Imposible, mis tierras son grandes y son desconocidas para ustedes. 
_Tenemos en nuestras filas un hombre que conoce muy bien tus tierras, vagó siglos por ellas, hizo aliados, hizo amigos, salvó a sus hombres de vampiros rebeldes ...salvó cientos de vidas y esas vidas le son leales. 
_¡Mentira! Eres mujer las mujeres son mentirosas, son el castigo de los dioses. 
_- Jano golpea los barrotes- _ ¡Así es! Zeus puso a la mujer como castigo al hombre...seré tu castigo por matar a mis cuñados, a mi reina, pero seré tu castigo por matar a mi hijo ¡Soy mujer! ¡Soy el castigo que dios puso sobre la tierra! - alza las manos al cielo- ¡Zeus, soy tu castigo hacia los hombres permíteme castigarlos...Hera, madre de los dioses...que tu ira venga a mí!     
Jano sale de las celdas dejando a todos pensando sobre todo al hindú ¿quién era ese hombre que conocía sus tierras?  




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