La fuerza de Ciro

Un alma salió del Hades

Elián desde tierra ve como el avión deja tierras helénicas, golpea el techo del automóvil varias veces enojado con él mismo, da un último golpe con la izquierda, se da cuenta de un detalle, su anillo de matrimonio, alza los brazos al cielo riendo y feliz, dando gracias a los dioses “Tengo esperanza, no me regreso el anillo ni me repudió”, regresa a la casa al llegar se da cuenta que su hermano se ha ido llevando a Jano con él, le deja una carta, la abre, lee el contenido, Elián asienta “serenidad, paciencia y sabiduría” a pesar de las personas que lo rodean el rey se ha quedado solo.
_ Pondré orden e iré por ti, tu eres mi esposa Secundina Licaón.
Dos días después Darío llega a la casa que fuera de Nereida en Creta, los cuatro mayores llegan haciendo escándalo, él con el pequeño en brazos, Leonardo y Estefania son los que más escándalo hacen, Darío rendido los deja ser, Julio se encierra en su habitación y Alejandro se queda a ayudar a su padre, se llega la noche, los mayores preparan la cena, Estefanía entretiene a su hermanito, Darío sale al patio llama a Dédalo aun sabiendo que no va a acudir a su llamado y eso si lo hace llorar, perdió a Nereida, a Secundina, a Ramsés y a Dédalo, se limpia el rostro aun asi agradece por lo que hizo Dédalo por él, también a Ramsés, agradeció a Nereida por salvar la vida de sus hijos, y a pesar de sentirse triste no puede evitar reír al ver a sus hijos a salvo, entra a poner orden en lo que él da de comer al bebé, a la tarde siguiente se sorprende al ver llegar a sus hijos mayores con sus familias, el nuevo esposo de su hija con su nieto en brazos, a Talio con la nueva de que Pita esta esperando a su primer hijo, ver a todos juntos Darío siente una paz que solo sintio cuando estaba casado con Selene. Se llegó la noche, Talio toma un par de cervezas va a la habitación de su padre, llama y él solo se mete sin permiso, ve a su padre con el pantalón pijama, era la primera vez que veía a su padre después de la guerra, no había ni un pedazo de piel limpia en la espalda podía contar las cicatrices de las flechas, le pone atención, una nueva cicatriz apareció en la mejilla derecha, sin contar las del pecho en forma equis y la que tenía en un costado justo donde la espada fue clavada, Talio le da una botella, el padre la acepta, se coloca una camiseta, se sienta aun lado de su hijo, los dos brindan.
_Si vuelves a fingir tu muerte por favor avisame. 
_No debía decir nada, tenía que ser lo más convincente que podía.
_Lo lograste, lloramos mucho tu muerte pero te perdonamos se porque lo hiciste.
_Fue idea de Ramsés, ser yo la carnada, “morir” y desatar la ira de Dédalo. Sabíamos que iba a hacer algo grande, no esperaba esa masacre.
_Pa, yo hubiera hecho lo mismo, arrasar con todo.
_No lo hagas, trata de vivir en paz.
_Papá ¿que vas a hacer?
_Vivir la vida, tus hermanos me necesitan.
_Papá ¿Y Sandra?
_Con su familia - bebe de su botella- _ Sandra es de Elián y Elián es mio.
_Nereida… 
_¡Shhh! Tu madrastra fue una mujer honorable, valiente que murió salvando a sus hijos.  
_- Talio sonríe, palmea la espalda de su padre- _ Si papá, mamá Nereida fue una mujer honorable. ¿Qué tanto le vas a guardar luto?
_Solo el tiempo dirá.
_ ¿Qué va a pasar con mis tíos? 
_Amo a mi hermano, es mejor que vivan en paz, sin miedo a que mis sentimientos renazcan por su esposa, mi Secu merece ser feliz a su lado.
_¿Y si tú eres su felicidad?
_ -Niega- _ Ella nunca me vio como hombre, a los ojos de ella mi hermano es su hombre perfecto, aun con sus defectos, solo que mi hermano a veces es un tonto.
_Espero algún día las cosas sean como antes, volver a estar todos juntos.
_ Demos tiempo al tiempo. 

Padre e hijo siguen en plática cerrada hasta altas horas de la noche. Ciro en Atenas en la soledad de su casa agusto sin ser molestado en compañía de su esposa y sus hijos, ya estaban en paz, ya le habían llorado a sus muertos sobre todo a su hijo, a su servidumbre les de una orden, negarlo a sus hermanos, estaba cansado de ellos, primero en una guerra sin saber el por qué, la segunda guerra los buscaron y acudió a la defensa de su familia, la tercera guerra la provocaron, sin duda el conflicto que más le dolió fue estar en medio de sus hermanos, primer protegiendo a su hermano menor de él mismo, después protegerlo de Elián a pesar de ser culpable y después callar el secreto del mayor, callar el secreto de los dos, decirle a Darío que el mayor y su esposa murieron, verlo destrozado y callar, decirle a Elián como murió Darío, verlo llorar por él, si, Ciro no supo de dónde sacó valor y fuerza para seguir el juego de los dos, y se prometió no hablarles hasta que los dos hagan las paces, lo que hizo el menor fue una aberración está consciente fue a la fuerza, lo que hizo el mayor no es menos honorable ¿solo por que tuvo permiso? los dos se deben perdonar, no va ser fácil, pero nada en este mundo lo es. Su celular no dejaba de sonar al ver que eran sus hermanos simplemente ignoraba el teléfono, él los iba a meter en cintura no importaría el tiempo que le llevará, así sea un año o mil, ignoraba que Secundina se había ido a su tierra.
Elián dio a Secundina el espacio que le pidió y desde el día que se fue se dedicó a reestructurar el nuevo imperio dejando a sus hermanos fuera e incluso él mismo, se dedicó a instruir a su hijo y a sus sobrinos. Calix alfa, Giles el beta y Talio el omega.
Pasaron los meses, y los años, dos para ser exactos, ya Elián había hecho las paces con Ciro pero aún no podía hacer las paces de Darío tampoco el menor lo había buscado, no era por orgullo o dignidad era por que se convirtió en padre de familia al cien por ciento, Julio ya en la universidad estudiando medicina, Alejandro en ingeniería, batallando con la adolescencia de Leonardo y de Estefanía y cuidando de Elián. Cierto día fue al supermercado con sus tres hijos menores, en plena tienda los adolescentes su pusieron a discutir, Darío cierra los ojos contando hasta el millón, en otros tiempos les hubiera dado sus merecidas tundas en estos debe armarse de paciencia para no agarrarlos a golpes o lo llevarían a la cárcel, gruñe, gruñe fuerte los chicos dejan de discutir, un tercer gruñido los dos inclinan la cabeza, otro gruñido cual militares se colocan a su lado, los reprime y sigue con sus compras, les envía por unos productos, olfato el viento, se extraña busca por todos lados, llega a un pasillo una de las chicas que ahí trabajaba no dejaba de temblar, él gruñe, la chica de nuevo libera su aroma, el menor se acerca a ella, extrañado la ve de espalda no quiere verla pero le da curiosidad.
_Date la vuelta por favor. -ella se niega- Les gruñía a mis hijos no fue con la intención de llamarte.
_ ¿Está casado? 
_No, soy viudo, por favor date la vuelta.
_Tengo miedo, es la primera vez que me pasa esto.
_Prometo no hacerte daño, solo quiero saber como eres. - la hace girar, se sorprende al verla, no sabe si lo ven o no y con el pequeño en brazos se hinca ante ella, sin evitar llorar- 
_ - Ella se coloca a su altura y le retira al bebé- _ Es la primera vez que te veo llorar MI PRÍNCIPE ASESINO.
_Selene…




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