La función debe continuar

La función debe continuar

José Julián llevaba casi todo el semestre universitario sin ver a su mejor amiga

José Julián llevaba casi todo el semestre universitario sin ver a su mejor amiga. Cuando finalmente se ven después de tanto tiempo ella lo recibe con una mega notición:

"¡Me voy a casar!"- Dayana le anunciaba con mucha emoción a su amigo José Julián en el medio del Jardín de piedras localizado en la universidad donde estudiaban. Esa noticia le cayó a su amigo como balde de agua fría. José ha estado desesperadamente enamorado de Dayana por los pasados dos años.

"¡Me alegro mucho por ti! Felicidades, mi amor." – Respondió José Julián mientras mantenía la sonrisa en su rostro disfrazando la pena que sentía en su alma. En ese instante, él se perdió en su memoria recordando cuando la conoció.

La conoció un miércoles soleado del mes de julio. Dos meses antes, Julián se había graduado de escuela superior. Su meta, desde que estaba en duodécimo grado, era estudiar Teatro en la Universidad de la Sagrada Virgen localizada en el estado de San Juan, Puerto Rico. La universidad, tenía dos requisitos para aceptar estudiantes en dicha facultad: Buen promedio académico y pasar por una audición. José Julián se había graduado de cuarto año con alto honor. Ahora solo le falta la prueba de talento a realizarle en el mes de julio. El día de la audición o prueba de talento, habían alrededor de 300 estudiantes. Los coordinadores estudiantiles vestidos con una camisa polo color gris y un pantalón Mahón negro, anotaban a los estudiantes en la lista y los dirigían a la fila de las audiciones. La línea, la harían debajo de unas carpas color gris con un delfín dibujado en ellas localizado frente al teatro. Uno de los 300 estudiantes en fila era Dayana quien estaba al frente de Julián. Ella se volteó a observar la fila y le sonrió a José Julián. Él le devolvió la sonrisa. Ella miraba para distintos lados, se tocaba el pelo, y revisaba su celular. Tenía unas gafas en sus manos con las cuales estaba jugando. En un instante se le cayeron y Julián rápidamente le ayudó a recogerlas del suelo. Sus manos sin querer ser cruzaron y con una sonrisa tímida, Dayana le da las gracias. José Julián le dijo que tomara las cosas relax y tuviera cuidado porque después se le rompían.

Dayana guardó las gafas en su bolsillo y comenzó a «comerse las uñas» Los otros estudiantes la miraban raro, pero Julián se le acercó y le preguntó si estaba bien. Le explicó a José Julián que tiene miedo de cagarla. La audición es a solas con el director del teatro y cinco de las actrices más exitosas de la república de Puerto Rico. ¿Y si no le gustan su acto? ¿Y si la humillan? ¿Qué hará si no pasa la audición?  Ya no había tiempo para pensar en otra línea de estudios. Julián le confesó que él también estaba «súper nervioso». le explicó que desde que tenía 15 años su sueño era ser actor de teatro y estudiar en la Universidad de la Sagrada Virgen. Si el no pasa la audición, sus sueños quedaran hecho pedazos. Confesó preferir ser un «quedao» a tener que resignarse a estudiar otra cosa. También, invirtió todos sus ahorros en pagar la matricula inicial. Aunque la universidad es gratuita, todos los estudiantes deben realizar un solo pago de $1,500 Coquí Dólares ($2,000 USD) (No rembolsables) para, aunque sea su admisión sea considerada. Si el estudiante es aceptado y desea a última hora cambiar de facultad, tendrá que volver a pagar la matricula.

Al terminar de escuchar su historia, Dayana quedó impresionada con la determinación y sacrificio de José. Se sintió avergonzada de su «papelón». Ella no tenía nada que perder si no la aceptaban en la facultad de teatro porque su padre le pagaría la matrícula de nuevo. Julián sonrió y le dijo que los dos se están sacrificando por igual. Ambos están luchando por sus metas de convertirse en grandes artistas.

"Los sacrificios que hicimos para llegar aquí no nos hacen más o menos importantes." -Explicó Julián.

En ese instante, en el altavoz, anunciaron que era el turno del próximo en la fila. Era el momento de brillar para Dayana. Julián le dio unas palmadas en el hombro y le deseó éxito. Ella sonrió y le agradeció el apoyo mientras se dirigía hacia el teatro. Veinte minutos después, ella emergió del teatro saltando y levantando las manos. Agarró a Julián por las manos y comenzó a saltar con el exclamando «pasé la audición». Así estuvieron varios segundos hasta que ella se dio cuenta de su exceso de emoción y se disculpó. No se conocen y está haciendo un «papelón» con él. Él también se «pasmó» y con una enorme sonrisa en su rostro le aseguró que no se disculpara. José Julián aprovechó el momento para preguntarle su nombre. Ella se introdujo como Dayana Torres GalaxyWalker de 18 años y residente de Cataño. Cataño es un pequeño pueblo localizado en el estado de Bayamón, al norte de Puerto Rico con vistas a la bahía de la Cuidad Capital: San Juan. Ella es de color de piel prieta, ojos marrones, y pelo largo negro. Es de estatura baja (5'3) pero tiene tacones puestos que la hacer ver unas pulgadas más altas. Por su parte, él se presentó como José Julián Vega Medina de 18 años y residente del estado de Guaynabo. Guaynabo es uno de los estados más grandes y prósperos de la república de Puerto Rico.

"Mucho gusto." – Dijo Dayana sonriéndole.

"El gusto es mío." – le respondió José Julián también con una sonrisa en su rostro.

En ese instante, la directora de audiciones anunció a través del altavoz que era el turno del próximo en fila. Dayana le dio un abrazo y con el pulgar arriba le deseó éxito. Julián pasaría la audición, pero no volvería a ver a Dayana hasta el inicio de clases en agosto. Pasó el mes de julio y finalmente llegó el lunes, 15 de agosto. El tan esperado primer día de clases en la Universidad de la Sagrada Virgen. La universidad parecía un centro comercial durante las ventas de navidad de tanta gente que había en los pasillos. A veces hasta se tropezaban entre ellos. Su primera clase del día lo era "Apreciaron al arte" con el profesor Quintana en el salón BS213. La universidad era tan grande que José no sabía ni donde estaba localizado su salón de clases. Su suerte cambió cuando tropezó con Dayana quien también estaba perdida. Se saludaron con el tradicional beso en la mejilla y ella lo felicitó por pasar la audición. También lo felicitó por estar perdido (al igual que ella) en su primer día. Al comparar sus itinerarios de clase, se dieron cuenta que tomarían todas las clases juntos. Ella estaba feliz de estudiar con alguien que conocía. Todos sus amigos están estudiando en Bayamón y ninguna de las universidades en ese estado ofrecen cursos en teatro. En ese instante, se aproximaba uno de los conserjes del recinto y Julián le preguntó dónde quedaba el salón BS213. Él le dijo que al final del pasillo subieran las escaleras a su mano derecha y el primer salón que verán a su izquierda es el BS213. También les aconsejó a descargar la app de la universidad. La aplicación contiene mapas interactivos de la universidad, noticias, y otras cosas de interés para ellos.




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