La gema falsa y el trono verdadero

La maldición ni terminara

Esa noche preparamos todo para comenzar la búsqueda de la gema dorada para que la maldición terminara, pero eso solo era una triste esperanza ya que no sabía lo que estaba por pasar.

Pues keiton parecía el más entusiasmado y no tenia nada de preocupación mientras yo estaba más asustada. Y no me sentía que estaba preparada para buscar la gema dorada, pues quería ayudar a keiton pero no sabía lo que me esperaba.

Keiton
Te noto preocupada ¿ te pasa algo ?

Calixta
No nada solo que estoy un poco asustada y siento que no estoy preparada, para enfrentar a alkiala.

Keiton
Tranquila no te hará nada, lo bueno que vamos a recuperar la gema dorada

Calixta
¿Como estas tan seguro? De que no nos hará daño si tampoco me conoce, y tampoco sabe mi pasado

Keiton
Eemm, yo solo digo por que te ves más poderosa que ella

Calixta
No estés tan seguro

Keiton parecía muy convencido de que íbamos a recuperar la gema dorada y poder vencer a alkiala
En ese mismo momento me pareció que algo extraño pasaba, pues era raro que me hablara tan seguro.

Para llegar hasta la cueva tuvimos que pasar por valles, montañas y hasta unos caminos angostos y llenos de criaturas horribles y tenebrosas

Calixta
¿Cuanto falta para llegar?

Keiton
No tranquila ya falta poco

Keiton
Mira es ahi
Calixta
Llegamos finalmente a la cueva donde se decía que estaba escondida la gema dorada. Keiton y yo habíamos recorrido juntos un largo camino, superando obstáculos y peligros, y creí que podía confiar en él. Pero cuando entramos en la cueva y vimos la gema brillando en la distancia, su mirada cambió. Se volvió codiciosa y ambiciosa.

"Keiton, no te dejes llevar por la ambición", le dije, pero él no me escuchó.

Con una sonrisa cruel, se adelantó y tomó la gema dorada. "Lo siento, bella dama", me dijo. "Pero solo uno puede ser el dueño de este tesoro" y salvarse de la maldición

Me sentí traicionada y enfadada, pero no me di por vencida. Me lancé hacia él, pero Keiton era demasiado rápido. Me golpeó y me dejó tirada en el suelo.

Cuando me levanté, Keiton ya se había ido, llevándose la gema dorada con él. Me sentí derrotada y humillada, pero supe que no podía rendirme. Me juré a mí misma que recuperaría la gema y me vengaría de Keiton.

Pero justo cuando estaba a punto de salir de la cueva, escuché una voz detrás de mí. "No te rindas", dijo la voz. "La verdadera gema dorada no es la que Keiton se llevó, sino la que llevas dentro de tu collar.

Me di la vuelta y vi a akeni mi paloma guiadora y que me miraba con ojos llenos de sabiduría. "¿Qué quieres decir?", le pregunté.

"La gema dorada es un símbolo de la luz y la sabiduría que llevamos dentro", me explicó. "Keiton puede haberse llevado la gema, pero no puede quitarte la luz que llevas dentro de ti".

Me sentí conmovida por sus palabras y supe que tenía razón. La verdadera gema dorada era mi propio espíritu y mi determinación. Me levanté y salí de la cueva, lista para enfrentar nuevos desafíos y recuperar lo que era mío.




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