Comienza la venganza

Comencé mi búsqueda de Keiton, decidida a hacerlo pagar por su traición. Seguí su rastro, preguntando a los habitantes de los pueblos y ciudades que visitaba, hasta que finalmente llegué a la ciudad de Darkstone, donde se decía que Keiton se escondía.

Me infiltré en la ciudad, disfrazada de sirvienta y comencé a recopilar información sobre Keiton y sus planes. Descubrí que había formado una alianza con el señor de la ciudad, un hombre cruel y ambicioso que buscaba expandir su poder.

Una noche, me colé en el castillo del señor de la ciudad, decidida a enfrentar a Keiton y hacerlo pagar y decirle de cuanto era capaz. Me moví sigilosamente por los pasillos oscuros, evitando a los guardias y a los sirvientes, hasta que llegué a la sala del trono.

Allí, vi a Keiton y al señor de la ciudad sentados en el trono, rodeados de guardias armados. La gema dorada brillaba en la mano de Keiton, y su mirada se llenó de desprecio cuando me vio.

"Ah, la bella dama apareció", me dijo. "Creí que te habías rendido".

"No me rindo nunca", le respondí, sacando mi espada. "Voy a hacerle pagar por su traición".

Keiton se rió y sacó su propia espada. "Vamos a ver quién es el verdadera/o ganador", me dijo.

La batalla comenzó, y los dos nos enfrascamos en un duelo intenso y peligroso. Pero yo estaba decidida a vencer, y mi espíritu y mi determinación me dieron la fuerza para superar a Keiton.

Después de un intenso duelo, finalmente logré derrotar a Keiton y arrebatarle la gema dorada. Pero cuando la tomé en mis manos, sentí que algo no estaba bien. La gema parecía... falsa.

De repente, el señor de la ciudad se levantó del trono y se acercó a nosotros. "Felicidades, guerrera", me dijo con una sonrisa cínica. "Has ganado la gema dorada. Pero ¿sabes qué es lo que realmente has ganado?"

Me miró con desprecio y continuó: "La gema dorada es falsa. La verdadera gema fue escondida hace siglos, y solo la reina legítima del reino puede encontrarla".

Me quedé atónita. ¿Qué quería decir? ¿Que yo era la reina legítima del reino?

El señor de la ciudad asintió. "Sí, guerrera. Tú eres la descendiente directa de la última reina del reino. Y con la muerte de Keiton, el trono es tuyo".

Me sentí como si el mundo se hubiera vuelto del revés. ¿Yo, la reina del reino? No podía creerlo.

Pero cuando miré a mi alrededor, vi que todos los presentes me estaban mirando con respeto y admiración. Y supe que era verdad. Era la reina.

Con la gema falsa en mi mano, me acerqué al trono y me senté. "Voy a gobernar este reino con justicia y sabiduría", dije. "Y ahora que se que tengo la gema dorada que nuestro reino sea próspero y feliz".

Y así, comencé mi reinado, decidida a hacer lo que fuera necesario para proteger y prosperar nuestro reino.

Fin..