La gloria de los mares

Capitulo 14

Koar se paralizó al ver que la capitana escarlata ya su tripulación estaban ahí y más al ver que se acercaban. Tenía muy malos recuerdos de ellos y pensé lo peor cuando se los cruzaron.

La guapa capitana caminó de dejarlo de ver, lo que lo puso aún más nervioso.

Stephanie llegó hasta su mesa y sonriendo coquetamente a todos los reunidos ahí quienes ignoraban que ella era esa pirata de la Koar tanto les había platicado.

—Un gusto verlo jóven noble.—Se dirigió a él con un tono burlón.—Creo que si resultaste ser un bravo marinero como lo sospeché ese día.

—No sé a qué te refieres.—Le dijo tartamudeando. Se notaba su nerviosismo.

—He escuchado todas tus hazañas.—Le guiñó el ojo.—Me impresiona que hayas logrado todo eso en tan poco tiempo.

Los compañeros de Koar notaron su nerviosismo. Siempre lo habían visto seguro y decidido, pero ante ella parecía un niño distraído, su presencia lo puso mal.

Su joven hermana lo notó y dada su forma de ser no se contuvo para burlarse.

—Eres todo un galán. Ha impresionado a la señorita.

Koar solo la miró muy enojada por el comentario que realizó pero no pudo desquitarse, la capitana escarlata se quería sobar aún más su atención.

—Tienes mucha razón.—Le dijo a Sandra mientras se sentaba con ellos.—Este joven es muy encantador.

Koar podía notar la hipocresía de su parte y eso le hizo endurecer. Por primera vez en la conversación se mostró decidido y así lo hizo notar.

—Qué quieres aquí?—Fue con un tono muy molesto.—¿Buscas pelea?

El joven capitán mostró su espada mientras que la tripulación de Stephanie hacía lo mismo dejando ver que defendían a su capitana.

Todas las demás personas a su alrededor miraban el conflicto y observaban detenidamente, la mayoría se estaba preparando para un conflicto típico de tabernas.

—Tranquilos, tranquilos todos.—Indicó la capitana con un tono relajado.—No estamos aquí para pelear, solo queremos saludar a un antiguo aliado.

—Yo no soy tu aliado.—Golpeó bruscamente la mesa con ambos puños.—Ustedes me utilizaron.

—Bueno, es una lástima que veas las cosas así.—Seguía muy calmada.—Como yo lo veo, has obtenido muchas cosas después de eso.

Los compañeros de Koar escuchaban asombrados la conversación. No sabían de qué hablaban ni cómo conocían a su capitán pero estaban seguros de que se enterarían si seguían escuchando.

Ante la discusión, el primero en reconocerla fue John. Observó su vestuario, a los hombres que la acompañaban, y su personalidad, con tal análisis llegó a la conclusión.

—¿Eres la capitana escarlata?—Lo preguntó con mucha emoción como si se tratara de un fan.—¿Verdad?

La capitana solo lo miró y le respondió con un guiño.

—¡Wow, es un placer conocerla!—Seguía muy emocionada.

La actitud de John sorprendió a los demás. Su tono les hizo ver que se trataba de una famosa mujer y quedaron intrigados por saber más de ella.

—Es la gran pirata que saqueaba en medio oriente.—Continúo John emocionado.—Es una leyenda su historia, ¿Qué hace en el mar del caribe?

La capitana estaba con sus cuatro ayudantes que no la abandonaban. Uno de los no dejaba de mirar a Koar con rencor, su último encuentro había sido tedioso. El jóven pirata se percató de eso y no perdió la oportunidad de burlarse.

—Se te ve muy bien esa cicatriz.—Se refirió a la garza quien mantuvo firme la mirada.—Quedaste tan guapo que sin duda todas mueren por ti.

Koar había referencia al corte que le hizo tras el saqueo en Tortuga, aquel que terminó mal para él. La garza le tenía coraje pero sabía lidiar con eso, su capitana había pedido no pelear y él respetaba eso. Entendió que en ese negocio existía un riesgo.

—No te preocupes, ya habrá tiempo para dejarte guapo a ti también.—Le dijo con un tono burlón.

—No sabía que conocías a piratas tan famoso.—Interrumpió la jóven Sandra para bajar la tensión.—Me gustaría llegar a ser como ella.

—No sabes lo que dices.—Le reprendió Koar muy enojado.—Nosotros tenemos valores y honor, no perjudicamos a los débiles, les ayudamos.

Sandra lo miró tiernamente, entendió y apoyó las palabras de su hermano, aunque no sabía porque se refería así de ellos, pero dedujo que eran malos.

—Vamos al punto.—Dijo la capitana escarlata.—Hay algo que te quiero proponer.

Stephanie llevaba varios años en la piratería. Desde pequeña su voz de mando y astucia la llevaron a ese lugar. Logró hacerse de mucha fama rodeandose de personas que la siguieron y cuidaron.

Nació en Europa del norte pero las condiciones de vida la llevaron a terminar en el medio oriente donde comenzó con esa profesión. Ahí los piratas se hacían con oro de aquellos países, saqueaban sin cesar. Además de muchas fragancias y pieles, eran tesoros invaluables.

Llegó un punto en el que se sentía estancada. Avanzó su carrera al grado de tener un ingreso fijo en el terreno donde se instaló. Ya era muy sencillo ganar ese dinero sin arriesgarse, pero no avanzaba más.

Alguien le comentó acerca del nuevo mundo diciendo que las potencias Europeas tales como España, Francia, Países Bajos, Portugal e Inglaterra, sacaban mucho dinero de ahí, se estaban enriqueciendo. Era un gran negocio saquear esos barcos que regresaban a Europa con el cargamento, además las ciudades fundadas *p*n*s estaban empezando y no tenían una defensa sólida, era fácil saquearlas, con todo eso, las riquezas estaban a la mano.

Fue una decisión difícil para ella. Tenía que dejar todo lo logrado en medio oriente, para llegar al nuevo mundo y comprobar que en verdad había más tesoros. Su fama podría crecer a gran escala.

Hasta el momento todo le estaba saliendo bien, además del saqueo en Tortuga, había podía obtener riqueza de otras ciudades pequeñas y asaltando galeones surtidos de oro.

Pero aún quería más, eso la llevó hasta ese refugio pirata, quería obtener información y un buen lugar para hacer un gran saqueó, y al parecer lo encontró.



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Editado: 23.03.2025

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