La Guerra de Ángeles

14. ¿Tu Hermana Gemma?

Nos quedamos callados mirando hacia Henry pero él no se encontraba molesto, nos daba a entender que no había visto nada, agradecí por mis adentros. Hen nos sonrió, se acercó hacia Zac diciéndole "Cachito" para preguntarle si había plantado el jazmín ¿Cachito?. Mi mejor amigo me guiñó un ojo y entendí que nadie lo conocía verdaderamente. Ni bien Henry terminó de hablarle a "Cachito" sobre el jazmín; Zac se despidió amablemente; guiñándomeme un ojo, sin que mi esposo se diera cuenta. Comencé a recordar que casualmente el jardinero había llegado un día después de mi cumpleaños. <<Seguro él se acuerda de todo>>, pensé.

Fuimos hacia la cocina, Henry tuvo la idea de preparar una torta. Mientras le preguntaba sobre lo que quería hablar con su papá durante la mañana pero el negó en contármelo, comencé a hacerle ojitos. Ahí fue cuando me dijo lo de su hermana. Me puse furiosa jamás me había contado de una hermana, lo peor era que no la habíamos invitado al casamiento; él juraba en que me lo había contado pero la verdad era que no, me aclaró de todas formas que no hubiera podido llegar al casamiento porque estaba de viaje.

—¿Cómo se llama? —pregunté entusiasmada.

—Se llama Gemma —esbozó Henry, entusiasmado.

—Es bueno que tengas una hermana ¿cuándo llega?

Terminé de decir la frase, hubo un silencio, hasta que el timbre sonó. Por la cara de entusiasmado de Henry supuse que era ella. Me miré hacia el espejo, se encontraba cerca de la puerta, arreglé mi pelo y la ropa, lista para recibir a Gemma; un montón de cosas pasaron por mi cabeza, abrí la puerta junto con Henry detrás de mí, él se encontraba sonriente y alegre. Ella era muy simpática, rubia, de ojos celestes pero muy parecida a Hen. Comenzamos a hablar sobre su fabuloso viaje, veíamos fotos de un museo al que había ido de animales disecados, si bien era raro estaba pasando un momento con mi cuñada. Des apareció de la nada, abrazando a Gemma, su hija, comencé a subir las escaleras junto con Gemma para mostrarle mi antigua habitación, a partir de ese momento ella iba a dormir ahí. Sujeté su maleta entre mis manos para ayudarla, estaba demasiado pesada. Gemma abrió su maleta, sacó su cámara; desde la ventana comenzó a sacar fotos al jardinero, a mí también me gustaba sacar fotos, teníamos algo en común. Comenzamos a desempacar, vi su diario era igual de quisquillosa que yo al ver que tocaban su diario.

—¿A dónde se van de luna de miel? —preguntó Gemma.

—Nos vamos a... no sé cómo se llama pero el lugar es cálido, hay una cabaña y un lago también.

—Que bueno que vos seas mi cuñada y no otra amargada que me trate mal.

—Yo pensaba lo mismo, tranquilamente podrías ser una amargada que tratara mal a todos pero no, sos muy simpática y dulce con todos.

—Todas las novias que tuvo mi hermano antes de conocerte no fueron muy buenas conmigo.

Note a mi esposo mirando atento desde un costado preguntando de quién hablábamos, en tono burlón Gemma le dijo a su hermano que hablábamos del jardinero, ahí fue cuando sonreí sarcástica. Sonriente me abrazó por atrás mientras se reía y miraba a su hermana. Ella sonriendo nos afirmaba la buena pareja que éramos, siempre íbamos a estar juntos, ella podía saber el futuro al igual que su mamá; al recordar a su madre, ellos solo cambiaron de tema por el tema de luna de miel, esa cabaña hermosa junto al lago en la que íbamos a estar al día siguiente.

Fui hacia el jardín para transportarme al castillo de los ángeles de la paz pero Zac me desconcentró, diciéndome que mi mamá me estaba buscando, lo tomé de las manos dirigiéndonos hacia el castillo, abrí mis ojos para luego cerrarlos.
 


 




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