La Guerra de Ángeles

17. Mejor Amigo

Zac estaba tratando de decirme algo pero yo no lo quería escuchar, sabiendo el tema de antemano, seguro era sobre Henry. No me interesaba, no quería ser la elegida, sentía no tener la energía suficiente. Comencé a gritarle muy fuerte, echándolo ¿acaso me quería volver loca? Me besaba, decía de ser novios para después dejarme, estaba confundida para mi gusto, nerviosa, con ganas de llorar. Estaba peleada con Diana.

Zac logró tranquilizarme afirmando la chica inquieta que era, con muchas fuerzas para seguir hacia adelante, siempre tomaba las decisiones correctas, según él. Necesitaba tiempo para afrontar las consecuencias, Zac quería mi bienestar, que estuviera segura de mi misma. Él estaba seguro que si seguía conmigo iba a confundirme más.

—Las peleas con Henry se olvidan, en cualquier matrimonio pasa —afirmó él, dándome el confort para salir adelante.

Logré tranquilizarme pensando cosas buenas, así iba a mejorar todo a partir de ese momento. Con Zac quedé como amiga, por fin en mi vida ya no tenía tanta carga encima. Algo me había hecho un click, desde la decisión de no ser la Reina, me había traído muchas preguntas, tenía un lío en mi cabeza, para colmo Zac estaba con toda la razón, yo no me había olvidado de Hen. Todos los sentimientos seguían ahí aunque olvidarme de él era la mejor opción, sabiendo acerca de su casamiento.

—Sos un dulce, gracias —abrazándolo—. Sé que vas a encontrar a una chica que te ame mucho.

Zac tenía toda la razón, necesitaba tiempo para pensar ¿qué iba a hacer con mi vida?, ¿acaso iba a tomar el cargo y responsabilidad de Reina? Tanto para aclarar, la idea de Henry <<¡se va a casar!>> era un problema, no me dejaba pensar correctamente ¿la amará me preguntaba continuamente? o ¿estará jugando con ella como lo hizo conmigo? Habían tantas dudas pasando por mi cabeza, no encontrando ninguna de las respuestas para mis preguntas, eso me desesperaba ¿qué debía hacer? Pensaba en Henry cuando debía estar odiándolo por todas las veces que había dicho un te amo y todo eso era ¡mentira! Lloraba, quitándome las lágrimas repitiendo la frase <<no tengo que llorar>>.

Tessa ¿qué harías en un momento así?, ¿qué estupideces hacía? Hablar conmigo misma, miré para un lado, se encontraba una nena con el uniforme de la escuela junto con su padre tomando su mano, no pude evitar llorar y sonreír al mismo tiempo. No podía darle la espalda a todo el asunto de Reina, mi familia era la decisión correcta ¿pero por dónde empezaba? En ese mismo momento lo supe, debía ir con mi mamá pero ella no iba a dar mucha ayuda <<aunque si mi papá>>, pensé.

¿Estaría yendo al mismo infierno por encontrarme con la loca de mi media hermana? ¡Me quería matar! si iba con Henry me iba a terminar lastimando como ya lo había hecho, con Diana... estaba peleada, el único que podía ayudarme a aclarar mis ideas era Zac, agarré la mochila camino hacia la escuela.

Zac recomendó de ir con mi mamá, le hice caso pero antes le dejé un mensaje de texto a Diana diciendo que me encontraba con Zac para no preocuparla.

—Bien hacé esos poderes, esas cosas raras para llegar —dijo Zac agarrándome las manos y cerrando los ojos—. Mmmm... ¿ya puedo abrirlos?

Zac abrió los ojos, escuchamos pasos, nos escondimos detrás de una columna para que no nos vieran. Mi mamá se dio cuenta, aparecí enfrente suyo diciendo la palabra mágica <<mamá>>. Nos miramos con los ojos llorosos, como si nunca nos hubieramos visto, para ella era como la segunda vez en toda su vida, corriendo a abrazarnos, alegremente y confundidas por la situación.

—Creí que ustedes dos... ¿estaban muertos? a medida que el tiempo pasó mis esperanzas fueron desapareciendo —dijo María.

—No pude comunicarme con usted para que no hubieran sospechas pero ahora con todo esto es necesario que usted la aconseje. Yo con su permiso las dejo solas —dijo Zac haciendo una reverencia.

—¡Contame todo de vos! Te extrañé tanto.

—Estuve en la Tierra con una familia, me crío muy bien, llevándome a la escuela, estoy en el último año y mis notas van muy bien. —Comenté de Zac que se encontraba conmigo en el colegio; tenía su propio departamento, él trabajaba en un bar para poder mantenerse y yo bueno siempre como su mejor amiga—. Ahora bueno tengo una decisión importante sobre ambos reinos, mamá estoy enamorada.

—Lo se, tuve sueños que me lo confesaron todo. Se de tu casamiento, de tu hermana Pamela.

Le conté toda la historia desde Henry, el ¿miedo?, ahora pensaba mejor las cosas. Estaba segura de seguir adelante para tratar de aclarar todo. Era una locura conectarme con mi papá, debía hacer algo con mi hermana para que confiara y no quisiera matarme. Mi mamá me advirtió, la única con el poder de frenarla era yo, afirmando que el casamiento estaba organizado todo por ella. Henry no podía decidir, debido al hechizo que tenía Pamela sobre él. Ahora, todo estaba mejor encaminado, debía pensar un plan para que la "Guerra de ángeles" no comenzara.

Mi media hermana había lanzado un hechizo a los ángeles de la oscuridad para obedecer todo y estaba planeando lo mismo con los ángeles de la paz. Había algo peor de todo esto, Henry no se acordaba de mí, ese hechizo lo tenía completamente mal. Ni bien terminé la charla, fui camino hacia la casa donde seguro se encontraba Diana preocupada, logramos arreglarnos y volver a hacer amigas. Diana estaba inundada de preguntas sobre Zac pero le dije que habíamos tomado la decisión de cortar, debía enfocarme en los estudios no podía pensar en un novio.

—Hay otro ¿no? —preguntó Diana.

Ahora tenía las cosas claras. me sentía fuerte, no iba a dejar que esa Pamela me derrotara tan fácilmente. Se venía la guerra, estar preparada para todo era mi única opción. Henry no me recordaba, todo iba a ser más fácil, aunque me dolía mucho saber que ella solo lo estaba usando y confundiendo, por un lado se lo merecía, por todo lo que me había hecho sufrir.




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