La Guerra Gloriosa [segundo Asalto]

Capítulo 6: ¡Watch Out!

Feiliao

El viaje fue muy largo... Bastante. Kira estaba a mi lado, y pese a que sabía perfectamente de que ella no tenía exactamente la culpa de nada, no podía evitar estar cabreada. En especial porque era tan... Tan Kira. 

— Tu música suena muy alto — le dije mirándola mal. 

— Oye... ¿Cómo es que logras hablar el ruso, el griego y el inglés tan bien? — me preguntó tras unos minutos de mirarme en silencio. 

—... No lo sé... Pareciera que estoy familiarizada — le dije alzando una ceja. 

— Esa excusa es más falsa que nada — rodeó los ojos y volvió a lo suyo, subiéndole el volumen a sus audífonos. 

Increíble. Tendré que pasar los últimos 7 u 8 meses con un grupo de imbéciles que ni siquiera me agradan. O bueno, por mi parte, los que menos me agradan son el jodido bastardo hijo de puta de Zeus, el estúpido de Hades, el imbécil saco de testosterona de Poseidón y el cabrón de Ares. Con los demás no tengo problemas. 

— Ya estás, Helios. Ahora solo debes de reposar y no hacer movimientos bruscos, no exponerte al sol, no hacer ejercicio, no esforzarte, no... 

— No vivir, básicamente — dijo Eón mientras le daba palmadas a Helios en el brazo. 

— Cierra la boca, titán de cuarta — dijo Melpómene dándole un zape. 

— ¿Ya está curado Helios? — pregunté y me paré de mi lugar, pisándole "por accidente" el pie a Kira, la cual soltó un sonido de dolor. 

— No del todo... Pero ya estoy mejor, gracias, Feiliao — me dijo dándome una sonrisa. 

— En realidad, me gustaría agradecerte por haberme ayudado hace miles de años... De no ser por ti, nunca hubiera sabido dónde se hallaba mi hija — dije con un gesto de amistad. De hecho, se sintió muy raro decir todo eso. 

— ¡Me pisaste a propósito ¿No, Feiliao?! — me reclamó Kira en la parte de atrás, que hasta ahora se estaba sobando el pie. 

— Como sea — reí y me fui nuevamente a mi asiento. 

 

Estuve viendo por la ventana del jet durante todo el viaje, y cuando me di cuenta, ya nos hallábamos en tierra. 

— Ya llegamos — dijo Kairos y nos hizo señas de que bajáramos. 

— Antes de que bajen — nos habló Helios — quiero hablarles de unas cuántas cosas... Denme unos 10 minutos de su tiempo — nos señaló a todos. 

Nos regresamos en nuestros pasos y nos sentamos al rededor de Helios, que tenía un semblante lleno de seriedad. 

— Les daré dinero para que se compren sus cosas personales — dijo mientras nos daba dinero a todos. 

— ¿Y entonces por qué quieres 10 minutos? 

— Bueno, al igual que en Rusia, deben de tener cuidado, en este caso, en 3 aspectos: aquí también hay mafias peligrosas, mejor conocidas como facciones. Este país, está extremadamente controlado por una persona que se hace llamar Misfortune. Deben de evitar a toda costa meterse con sus subordinados. No es difícil identificarlos: todos tienen un tatuaje de cuervo en el pecho, el cual tiene el significado de la mala suerte ¿Entendieron? — todos asentimos — igual que en Moscú, hay una infinidad de monstruos... 

— ¿Te refieren a los canguros, lobos marinos, ornitorrincos, dingos, cocodrilos, abejas azules, mosquitos, avispas de mar, víboras, pulpos de anillas azules, arañas de espalda roja, arañas de cola blanca y arañas telaraña de embudo? — preguntó Kira, la cual estaba bastante risueña con su lista. Todos la miramos perplejos. Nadie sabía de dichos animales — ¿Qué? A diferencia de otros, yo sí me molesto en investigar mis paraderos turísticos — se cruzó de brazos. 

—... Este, no me refería a esos "monstruos", pero gracias por ponernos al tanto, Kira — rió incómodo, y claramente amedrentado — pero me refiero a los verdaderos monstruos. Pues entonces aquí hay monstruos de las 5 clasificaciones — lo dijo en tono serio. 

— Nunca tuve muy en claro lo de las clasificaciones ¿Cuáles son? — pregunté. 

— Bueno, son monstruos con el nombre de un monstruo mitológico. El nivel más bajo es la clasificación Ogro. El segundo nivel es la clasificación Dzulúm. El tercer nivel es la clasificación Yokai. El tercer nivel es la clasificación Hydra. Y finalmente, el quinto nivel es la clasificación Kraken, el más fuerte de todas la clasificaciones. En el más grave de los casos, existe la clasificación Dragón. 

— Háblale también de los estúpidos de los héroes — dijo Kira poniendo los ojos en blanco. 

— No pareces simpatizar mucho con ellos, Kira — dijo Kairos rodeándole el cuello con el brazo y alborotándole el cabello. 

— ¡Suéltame el cuello o te rompo la nariz! — amenazó molesta mientras le golpeaba el brazo. 

— Ya que Kira sabe mucho sobre ellos, ella será quien te informe todo respecto a estos. Ya se pueden ir... ¡No, esperen! Y tengan especial cuidado con las personas. Hay muchos reencarnados, y muchos les tienen rencor. Si son reconocidos por alguno de ellos, todo terminó — dijo. Kira y yo tragamos saliva sin comprender de qué hablaba especialmente. 

Helios se quedó a reposar. En unas horas saldría del jet e iría a hacer una reserva de hotel para los 6. 

Kira se fue por su lado, pero no tuve más remedio que seguirla. 

— ¿Quieres que vayamos de compras juntas? — me preguntó seriamente mientras hacía una burbuja de chicle, con un aire genial. Tenía que admitirlo, aunque no me agradara, era muy, muy genial. 

— No. Pero... Cuéntame un poco de los héroes — le pedí curiosa. 

— ¿Eh? — me miró confundida. 

— ¿Qué pasa? 

— Nada, nada. Solo creí que tú al igual que todo el mundo, sabrías algo con respecto a los héroes. Se supone que están distribuidos por todo el mundo — dijo extrañada. 

— Bueno... Solo van a las ciudades con emergencias mayores. En mi vida solo he conocido a un héroe. Es mi mayor admiración — dije sonriente. 

— ¡Claro! Esos hijos de perra... 

— Pareces tenerles mucho odio — alcé una ceja. 




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