La guerra nunca acaba

Parte 2: Experiencias

2 semanas atrás...

Te encontrabas en la mesa "Familiar" de los Fowler, sentada en una de sus tantas sillas adornadas con preciosos metales y finas telas. Tu madre, Lys Fowler, estaba al lado tuyo, esperando a que terminaras de comer la comida que preparo arduamente por 2 horas.

— ¿Y... que dices? ¿Este bueno? —pregunta ansiosa mamá.

Dejas la cuchara en el plato de porcelana que contenía una amalgama de ingredientes desconocidos para tu olfato, que supuestamente era un puré de zanahoria, pese a que su color era verde.

—Ah... —dices intentando buscar las palabras para describir aquel horro culinario—. Si, está bueno —finges una sonrisa.

Mamá te mira fijamente a los ojos y coge la cuchara, saca un poco de puré y prueba un poco. Su cara de emoción pasa a una de desconcierto, seguido de una mueca de disgusto y asco.

—Ah... princesa, no me mientas —dice algo desganada mamá dejando la cuchara de nuevo en el plato—. Si está feo, al menos dímelo.

—Disculpa, pero no quería que te sintieras mal —dices con sinceridad.

—Me sentiría peor si me mintieras —replica mamá.

—Perdón —dices nuevamente con algo de tristeza.

—No te preocupes, creo que dejare la cocina en tus manos —te sonríe—. Después de todo, tú preparas manjares que mis chefs no pueden replicar.

— Mamá, no es para tanto —dices algo avergonzada—. Lo único que hago es no usar las recetas de nuestra familia.

— ¿Hablas del "Recetario Fowler"? —Se exalta mamá—. Princesa, aquel libro es un legado de los gustos culinarios de muchos de nuestros antepasados. Pronto tú tendrás que escribir ahí una de tus recetas.

—Mamá —dices algo agobiada—. ¿Por qué debemos seguir las tradiciones?

—Jeane... —pone un tono serio y su mirada se vuelve fría—. Seria irrespetuoso no cumplir las costumbres que nuestra familia —exhala suavemente y vuelve a estar tranquila—. Pero no me malinterpretes, yo solo hago que sigas las tradiciones "sencillas", porque hay algunos que no son muy seguras que digamos, incluso algunos Fowler murieron al intentarlo —se queda pensativa.

— ¿Tradiciones peligrosas? —dices curiosamente—. ¿Me podrías decir cuáles son?

—Bueno, una de ellas era capturar a tu propio dragón: Ahí murieron más de 3 de los nuestros; la otra es que cuando cumplías 18 años, tenías que sobrevivir a la jungla durante 1 mes, para poder demostrar que merecías llevar el apellido Fowler —mamá se incomoda al contártelo—. Lo peor de todas, según yo, era "El Ascenso": Consistía que el primogénito del patriarca o matriarca de la familia, debía retarlos a un duelo a muerte, cuando este tuviera los 25 años. —Se lleva una mano a la cara—. Y no podían usar sus poderes, era un duelo de habilidad con la espada y ya.

— ¿Y por qué se llama "El Ascenso"? —preguntas energéticamente.

—Es porque si el primogénito ganaba, este podría tomar el lugar del patriarca o matriarca. —mamá no te puede mirar a los ojos.

—Increíble —dices asombrada,

— ¡No, no es increíble, es horrible! —exclama mamá preocupada—. Esas tradiciones sangrientas fueran las causantes de que nuestra familia se desuniera, generando conflictos internos que terminaban en masacres. —te sujete el hombro con una mano—. Princesa si te digo estas cosas es porque veo que ya no eres una niña, ya tienes 16 años y poco a poco vas a ir dándote cuenta de muchas cosas que fueron un lastre para toda esta familia.

Mamá te suelta del hombro y ves como baja la cabeza sin decir nada.

Miras la mesa larga, cubierta de un mantel precioso, y sus 12 sillas restantes desocupadas. Demostrando que cada generación Fowler que seguía esas costumbres, iban a terminar con un número de familiares inferior al de la generación pasada. Prueba de ello eran: Mamá y tú, las únicas que siguen vivas en el año 300 DGR.

— ¿Mamá? —dices preocupada—. Perdón por haberte echo sentir mal.

Mamá alza la cabeza lentamente y con ternura te dice:

—Tranquila, Jean, es mejor que lo sepas y que aprendas de los errores del pasado para no volver a repetirlos —te abraza y recuestas tu cabeza en su larga cabellera—. Pero no creas que no va a haber una tradición que no requiera ciertos riesgos.

Sus últimas palabras te dejaron helada y arruinaron el bello momento que estaban teniendo. De inmediato la apartas de ti y la miras extrañada. Ella reacciona apaciblemente. 



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En el texto hay: romance ligero, duelos con espadas, desarrollo

Editado: 09.07.2020

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