7.El nombre equivocado

13 años atrás.

El olor al pavo rostizandose en el horno tenía que ser una de mis cosas favoritas del año, porque era la prueba cabal de que estábamos en la mejor época del mismo.La navidad había llegado y eso solo podía significar una sola cosa que nuestra casa que usualmente se suma en un gran silencio se vería embargada por decenas de voces de personas que amaba tener cerca y no me malinterpreten no es como si no me gustase está rodeada solo por mamá, papá y Ronnie, simplemente me hacía bastante ilusión ver otros rostros , ya saben... Para cambiar de aires.

Mí cuerpo se balanceo hacía el costado en cuanto un cuerpo ajeno me empujó con fuerza hacia la izquierda para poder ubicarse en el asiento vacío.

—Niños, niños —gritó mamá con su rostro bañado en harina —Se pueden comportar ya no es como si tuvieran 8 años— se quejó mientras que Susanah Sutton ocultaba su sonrisa detrás de la copa de vino que sostenía con una elegancia divina.

Juro que cuando creciera quería ser como ella, no esperaba otra cosa, de hecho lo anhelaba con cada latido de mí corazón. Esa mujer lo tenía absolutamente todo, era refinada, culta , divertida y manejaba una empresa y tenía el carácter lo suficientemente fuerte y bravo como para que ningún tipo se atreviera a meterse con ella, posiblemente por eso su farmaceutica era la líder en el país, ninguno de esos factores le jugaban en contra, lo contrario, no cuando se trataba de Amadeus, su forma de ser lo conquistó y juntos formaron una bellisima familia.De nuevo no es que la mia ni lo fuese sin embargo jamás había escuchado gritos provenir de su hogar y eso que mi ventana daba a su sala. Pésimo diseño si me permiten agregar.

Un escalofrío me recorrió la espalda al recordar aquella vez que William me encontró bailando en mí brasier mientras él se servía su snack de la tarde. No exagero cuando digo que no di la cara durante semanas y evitaba las reuniones donde él estuviera a cualquier costa, lo cual fue complejo considerando que vivíamos uno tan encima del otro que parecíamos siameses.

Con Ronnie era otra la situación.

—No es mí culpa —chilló esta última y si hay alguien a quien debes recriminarle algo por su comportamiento es a “Billy the kid”.

—Ya te dije que dejaras de decirme así— dijo éste moviendo su cuello hacia atrás para arreglar su cabello.

Si se hubiera hecho ese mismo corte unos cinco años después seguramente que mí querida hermana se las apañaria para compararlo con Justin Bieber, y ahí habría tenido que estar yo para actuar de mediadora porque conocía en piel propia lo espantoso que eso era , sufría de ese tormento a diario cuando cada persona que formaba parte de mí vida lo hacía con Verónica y conmigo . Deberías ser más como Ronnie, y anotarte a las clases de atletismo, porque no eres como tu gemela, a ella se le dan bien las actividades en grupo y bla bla bla. Era hartante.

—No es mí culpa que tengas la sensibilidad de una niña pequeña —bufo por lo bajo mí copia.

—Dilo de nuevo —la retó este enarcando una ceja, un gesto que a ella la sacaba de quicio y a mí se me hacía encantador.

—Niños —repitió mamá y era evidente que estaba empezando a perder los nervios.

— Lo sentimos contestaron al unísono.

—Y no están emocionadas niñas, esta es la primera navidad que pasan sin sus frenos , no les hace ilusión no tener que pararse de la mesa cada cinco minutos para comprobar que no ha quedado comida entre sus dientes —consultó Adrina con una radiante sonrisa que denotaba que ella no había pasado por tal terrible experiencia.

—Muy — respondí ya estaba cansada de ser llamada dientes de lata y tener que prohibirme comidas, dulces sobre todo— afirme con una sonrisa, jugando con la pata de jengibre de la galletita en forma de hombrecito que hacía mamá.

— Yo no —refutó Verónica. En cierta forma esos alambres eran como una especie de protección, varios de mis compañeros me temían y durante el período que los tuvimos puestos pude mantener alejados a varios...Pretendientes no deseados.

—Y si vas por ahí amenazandolos con que los morderlas en sus partes privadas sin piedad no sé cómo esperabas que reacción —murmuré dándole un sutil mordisco a Jengi.

—Qué quieres que hiciera se defendió . Bufford no me dejaba en paz , es más la cabeza de esta cosa me hace acordar a él, déjame que te demuestre cómo hubiese sido la secuencia —añadió quitándosela de un bocado. Justo así , sentenció.

— Que te dije de comer con la boca llena —masculló mamá quien estaba a un pelito de perder los estribos

Ella tragó con fuerza y mostró una actitud arrepentida la cual yo sabía que era una simple pantomima.

—Lo siento mamá y por lo de recién deberías echarle la culpa al retoño de tu amiga es él quien a sus quince años se sigue comportando como una cría inadaptada— dijo enseñándole la lengua la cual conservaba apenas unas migas en ella.

Mí estómago se revolvió por esto. Lo cual se vio reflejado en mí rowtrl

— Dios superarlo Amelia ya no tienes cinco debes dejar esa manía tuya.

— Deja a Lia en Paz si estás enojada desquitarte conmigo ni con ella —intercedió Billy.

—Gracias —murmuré por lo bajo para que ella no me escuchará no quería crear más discordia entre ellos.

—Supongo que sigues sin amar está festividad— dijo divertida Adrina ante el notorio mal humor de Ronnie.

—Y como no hacerlo , la gente usa atuendos exagerados, y preparan comida para un batallón y hay que lidiar con esos espantosos villancicos pasados de moda.

—Sabías que algunos historiadores, aseguran que la tradición tiene inicios en los tiempos de Roma; sin embargo, también hay huella ya de la tradición en el año 1600 en Europa. Las casas de jengibre y muñecos del mismo tipo, en un comienzo, se usaron como amuletos protectores para alejar los malos augurios y espíritus. Las galletitas destilan ternura y simbolizan alegría, amor y unión familiar..El sentido de los villancicos es el de encumbrar el espíritu navideño en familia y hablar del nacimiento de Jesucristo. El canto en las festividades de la Epifanía nos acerca más a Dios y hace que reflexionemos, disfrutemos con el corazón pleno.