La hermana equivocada

8. Fingíremos que nos amamos

La noche de bodas

No iba a mentir el "TIC TAC" del reloj que colgaba de la pared del vestíbulo me estaba volviendo loca y me era imposible no pensar en que si este podía llegar a mí, ¿acaso William podía escuchar cómo trataba de huir a través de la ventana?

Si, así como lo oyen, al diablo con la promesa hecha a mí padre, con el cumplir el deseo de Ronnie, siempre había pensado en los demás era momento de que lo hiciera por mí.

Durante años había puesto a los demás por sobre mis propios anhelos, mí familia, mis amigos y demonios, hasta había dejado de lado mis ratos libros y planes para complacer a mis clientes, pero ... ¿alguien alguna vez había estado dispuesto a sacrificar tanto por mí? Sorpresa, sorpresa, no lo hicieron.

Unos pasos se acercaron a la puerta y mis dedos se detuvieron en seco . Juro que si alguien hubiese podido retratar ese instante hubiese sido realmente épico porque había adoptado la postura típica de un ladrón que estaba a punto de ser atrapado. Paradójicamente tanto ese sujeto que estaba apunto de ser capturado en medio de un crimen y yo estábamos por perder lo mismo ... Nuestra libertad.

—Me he vuelto loco o lo que estoy escuchando es el ruido del pestiño de las ventanas tratándose de abrí pregunto mí esposo desde el exterior.

Demonios, que asquerosa era mí suerte.

—No...No—respondí , maldiciendome por dentro por no haber optado por una alternativa distinta.

— Deja las payasadas ya—, bufo —Sal de ahí, el servicio a la habitación llegará , y conociéndote estarás muerta de hambre, apenas probaste un bocado en la recepción—hubo una pausa de unos segundos—En serio Amelia, si no sales de ahí en menos de un minuto me veré obligado a sacarte cargandote en mis hombros y creo que ni tu ni yo queremos eso. Después de todo este no era el contexto en el que quería recrear la típica escena que se produce en la luna de miel.

Lo admito me sorprendió no reconocer ni un atisbo de burla en su voz, evidentemente lo que había ocurrido le había afectado de sobremanera.Maldita seas Ronnie, tu y tu egoísmo.

—Estaré esperándote en la cama— anunció antes de desandar el camino que lo había traído hasta mí.

Mí estómago se revolvió en cuanto vio el babydoll negro colgado de una percha a un costado de la pared. ¿Se suponía que tenía que cumplir con sus responsabilidades maritales a pesar de que no sea real?

Ni así me ofrecieran un millón de dólares lo haría.

Si iba a hacer esto lo haría a mí manera. Ate mi cabello en un desprolijo moño y me decante por mí vieja sudadera de Oxford y mis pantalones con pizzas.

Solté un suspiro y sujeté con fuerza el picaporte, rogando que por algún misterio del universo se hubiera trabado y que los empleados fueran tan incompetentes como para desbloquearlas así podría pasar nuestra estadía aquí entre estas cuatro paredes.

¿Adivinen qué sucedió? Mágicamente se abrió.

—Vaya, que atuendo tan sexy—comentó William apoyando sus brazos detrás de su nuca y respaldandose contra el cabezal de la cama—Si así intentas excitarme para que yo me sienta animado como para consumar mí deber como tu marido, vas por muy mal camino, no me apetece que me hagan un striptease con eso puesto, si lo haces mí amigo no querrá salir de su letargo. Si hubiese optado por algo más ... Sexy , la situación sería otra.

Por algún motivo en particular una astilla se clavo en mí corazón, como cuando vas caminando por un piso de madera y pisas descuidadamente una de las tablas, sientes el dolor aunque lo que más te molesta no es eso, ni verte ridículo mientras saltas en tu pie sano y sostienes el herido, sino el haber sido lo suficientemente descuidado como para fijarte por donde vas para asi evitar lastimarte. Así era la cosa con William, si no tomabas precauciones a su alrededor, podrías terminar sangrando.

—Descuida — afirmé intentando camuflar mí incomodidad— No está en mis planes hacerte ningún tipo de baile sexual ni volver a tener un encuentro con ese monstruito— hice una seña con mis dedos simulando que estos reflejaban su tamaño.

Un silencio incómodo se formó entre ambos y hubiese dado los pocos centavos que había traído a este viaje para averiguar si estaba rememorando en su mente esa noche que pasamos juntos .

—No estoy esperando que lo hagas— refutó el— Aparte estoy siendo amable contigo preparándote para una posible decepción, si esperas tener algo de acción esta noche, no sucederá, porque tu no eres tu…

—No soy mí hermana ya lo sé está más que claro Punto aparte no me interesa en absoluto que me pongas al tanto de sus rituales de apareamiento .

—No tenemos ese nivel de confianza me temo —comentó por lo bajo buscando el control de la televisión.

Me mordí la lengua para no soltar lo que quería: La tuvimos y tu decidiste romperla quebrarla hasta que no quedó de ella nada . Ni una pizca. Cómo tampoco lo hizo de lo que nosotros éramos.

—La sola imagen de ti desnudo me dan ganas de vomitar así que no despreocúpate no te haré gastar tu tiempo en ello.

—Mmmm, no lo sé , hasta donde yo recuerdo tu estabas loquita por mí—añadió haciendo el típico gesto que se hace para simbolizar la pérdida total de sus capacidades mentales y lógicas.

— Estaba— contesté—Y hagamos un gran énfasis en el pasado. ESTABA— deletree la palabra letra por letra —Porque no se repetirá. Así que puedes ir sacando de tu retorcido cerebro cualquier posibilidad de que eso pueda pasar durante nuestro tiempo juntos porque quien se decepcionara serás tú.

—Oh, cuánto dolor, me muero no se si podré soportarlo—dijo retorciéndose sobre el colchón como si lo hubiesen apuñalado.

Ganas de hacerlo yo misma no me faltaban confíen en mí, desafortunadamente no tenía ganas de acabar tras las rejas.

—Cómo carajos supiste que quería escapar— inquirí sentándome lo más alejado que se pudiera de él en la king size repleta de pétalos de rosas.

—Sencillo, nadie se tarda media hora en lavarse sus dientes en cuanto transcurrieron más de 15 minutos que era lo que solías demorar supe que había algo que estaba mal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.