La hermana equivocada

14. Seremos eternos

18 años atrás.

Mientras las olas rompían contra la orilla podía oír el ruido de las carcajadas de los niños a mí alrededor, y como no hacerlo, eran demasiados, muchos más de los que esperaba, tanto al punto que se separaban en grupos.

Habían algunos remontando una cometa, otros intentando jugar al voley mientras se enterraban en la arena y algunos construyendo un castillo protegiéndolo de aquellos con malas intenciones y pies inquietos.

A mí costado mí madre se tumbó sobre su espalda en cuanto el reloj sonó y soltó un suspiro.

-No se porque mí querido esposo se ha empecinado tanto en traernos aqui- se quejo- Podríamos estar tranquilamente descansando en un nuestro chalet sin tener que lidiar con tanto - cerro sus ojos y apretó los dientes- Ruido.

Suzie puso los ojos en blanco.

-Ay querida, si tan solo pudieras oírte y darte cuenta de lo petulante y hasta me atrevería a decir clasista que estás sonando - soltó una carcajada - Por supuesto que estaríamos mejor allí pero no le veo nada de malo a estar aquí tampoco. Hasta te diría que es divertido.

-Divertido para quien?- mascullo- Cuando compre este traje de baño en Gucci el año pasado pensé que lo estaría luciendo en Grecia no … en este sitio- observó sus alrededores con la nariz fruncida como si estuviéramos vacacionando en un basural- Simplemente no encaja.

-Lo hace si así tu lo quieres- afirmo- Sabes que te amo y que eres una de las mejores cosas que me ha pasado , por supuesto luego de mí matrimonio y mí hijo, aún así creo que deberías bajar un poco a la tierra. Ninguna ha nacido en una cuna de oro, lo que lo has conseguido ha sido gracias al trabajo duro y al esfuerzo al igual que cada individuo que está con nosotros y espero, en serio lo hago que le inculquen lo mismo a su decencia. Aparte, si no quieres descender al plano terrenal de esa nube de privilegios en la que te has subido , considera lo siguiente, hasta María Antonieta se hacía tiempo en su agenda para mezclarse con la masa-bromeo.

Juro que lo único que deseaba más que nada en el universo era en un futuro encontrarme con alguien como Suzie, que no tuviera reparo alguna al aleccionarme cuando estaba desbarrancando y perdiendo la perspectiva de la vida.

-Los chicos la están pasando de maravillas - señaló a sus maridos que estaban tratando de imitar los movimientos de una bailarina hula, que sabe quién de dónde salio- Y los niños también . Ronnie parece que está haciendo grandes avances en esa tabla de surf- levanté la vista y la clave en mí hermana quien luchaba por mantener el equilibrio- En la última media hora solo la ha revolcado una ola. Y la pequeña Lía está  nutriendo su cerebro aquí al lado-Se giro hacia mi- La estás pasando en grande, o no?

Me límite a asentir porque si había algo que me habían enseñado mis padres es a que cuando los adultos hablaban los menores debían mantenerse en el molde.

La hoja que estaba a punto de dar vuelta quedó a suspendida en el aire en cuanto unos pasos se acercaron en mí dirección y la luz del sol quedó bloqueada por la silueta de un cuerpo.

-Que haces?- inquiri al atestiguar que él no se movía del medio y seguía obstruyendo mí campo de visión.

-Quieres?- pregunto William extendiendo un cono de helado de vainilla con su punta bañada en chocolate- Vi que un señor los estaba ofreciendo y me acordé cuánto amas este sabor- añadió - Lo que si es extraño es el “como” que se oculta detrás del motivo por el cual esa sustancia derretida permanece ahí quieta sin deslizarse.

Mis mejillas se ruborizaron de inmediato ante un gesto tan inocente como este. Para cualquiera esto habría sido una situación más del montón y no tendría nada en particular que la hiciera sobresalir sin embargo para mí significaba el mundo entero.

-Estoy firmemente convencida de que hay atrás de eso una receta que involucra a la física y da una explicación a semejante fenomeno- respondí continuando con mí lectura.

-Que lees?- inquirio acomodándose a mí lado, sentándose como si lo hubiese invitado a que me acompañase.

No me malinterpreten,su compañía no me molestaba, todo lo contrario, me encantaba, no obstante el ritual de leer para mí era sagrado y no me gustaba que nadie, ni siquiera el chico del que estaba enamorada lo interrumpiera.

-Uno de  de Nancy Drew que encontré en la librería de segunda mano por la que pasamos ayer - aclare.

Un detalle más que me distinguía de mí hermana es que en lugar de gastar los ahorros que tenía en comida y equipo deportivo, obtenidos de trabajos en casa y venta de limonadas ,lo invertía en libros porque era la fuente más confiable para nutrir mí imaginación.

Podía soñar que era quien quisiera, viajar a mundos sin moverme de casa y adquirir distintas personalidades sin convertirme en un caso de estudio para un psicólogo.

-Eso es algo fuera de lo común - murmuró - Ajeno a ti.

-Por que precisamente?

-Porque tu eres la clase de chica que se la pasa leyendo novelas románticas, no una repleta de misterios.

-Y es que acaso una chica no puede cambiar? Variar? Que de supone que debo permanecer encasillada en el estereotipo de la boba que suspira por los galanes de las novelas?- espeté, quizás de un modo más petulante del que pretendía.

-Hey, hey, nada de eso- se defendió. Simplemente es interesante que te hayas decantado por esta opción, es uno de mis favoritos.

-Como es ?- inquiri, escondiendo mí rostro detras de mí cabello, tratando de disimular mí vergüenza.

-Como es que?

-El estar rodeado de libros.

-Es maravilloso, porque siento que puedo estar en millones de lugares sin moverme del asiento de papá,el cual se parece a un trono. En el que espero estar  sentado… algún dia-suspiro- No sé cómo hay personas que prefieren una película al libro. Cómo es que no comprenden que es mucho mejor leer a ver? Cómo no ven que es majestuoso el poder crear en nuestras mentes los escenarios, las voces los paisajes. 




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