La hermandad de Delrich - Máleran 2 | libro 2.

Parte 3: Circo.

Tiempo:

9:10 pm, 1 de marzo de 1432.

Lugar:

Pueblo de Carqarkar, Sector dos, Continente Ranmer:

 

Otra vez no sabía donde se encontraba o tan siquiera si era él, se movía desesperado por un bosque era muy oscuro y en las copas de los largo árboles parecían haber casas muy pequeñas, entre los árboles cruzaban de izquierda a derecha incontables puentes eran diminutos o probablemente lo eran porque se encontraba varios metros sobre él, el rugir de una bestia hizo que Nailuj regresará en sí, y continuó huyendo miró para su costado se encontraba una chica, también corriendo, está tenía los ojos negros y sus brazos parecían haber sido cortados numerosas veces. A su derecha corrian otros dos muchachos parecían tener la misma edad que Nailuj, la chica se detuvo y de su brazo derecho salió su sangre despedida formando un especie de escudo el cual detuvo a la bestia, no tenía ojos y tampoco pelaje, su cuero era gris y gruñó cuando se golpeó con el escudo, parecía que ese líquido se había endurecido.

Uno de los chicos habló, pero no pudo escuchar lo que decía. Parecía que estaba mudo, o tal vez estaba jugando a las mímicas, algo totalmente descabellado para hacer en ese peligroso momento. Ahora la chica deformó su escudo y la sangre (o eso fue lo que logró deducir Nailuj) se regresó a su brazo, para sacarla nuevamente pero esta vez de ambos brazos, transformándose en dos espadas o palos no podía ver muy bien por la falta de visión. A lo lejos llegaron otras dos personas, también estaban hablando y a juzgar por el movimiento de sus bocas parecían totalmente alterados. Lo cuál era más que lógico.

Es otro de tus sueños se dijo a sí mismo en sus pensamientos Nailuj.

Otras dos bestias igual que la primera aparecieron, la pareja que había llegado y parecía conmocionada se pararon al costado de la chica con las espadas rojas. La otra chica tenía un largo cabello y la cara regordeta, una hermosa prensa de color plateado sustenia su cabello con una gema violeta en su centro. El chico tenía el cabello hasta sus hombros y era bastante alto. 

Los dos murmuraron algo, en frente de una de las bestias crecieron dos seres incorporeos de color dorado parecian emanar energia pura extendieron sus brazos y detuvieron a la bestia del lado de donde estaba el chico de cabello hasta su hombro.

Nailuj intentó hablar para felicitarlo hubiera sido él o no, pero a juzgar por su rostro de esfuerzo debía de ser él. Ninguna palabra podía salir de su boca, solamente eran él y su mente.

¡Maldición! ¿Dónde me he metido esta vez? Pensaba el chico. Gracias a su amigo Piniyal sabía que tenía esa clase de sueños aleatorios, pero nunca lograba recordarlos podían pasar en cualquier momento. Afortunadamente no había tenido uno en meses, pero ahora parecía estar en uno.

La chica regordeta de prensa plateada y piedra violeta se colocó en frente de la segunda bestia que estaba al otro costado. Cerró sus ojos con fuerza y probablemente soltó un grito de furia o de esfuerzo, Nailuj no podía deducirlo.

Desde el suelo creció un árbol en forma ascendente sus ramas se entrelazaron alrededor de la criatura de piel gris, aullando y quejándose a medida que era elevado metros por encima de su cabeza por el crecimiento exponencial del árbol, el mismo estaba brillando con una especie de aura dorada parecida a la de los seres que habían agarrado al otro animal, si es que podía llamarse animal a aquella cosa.

La chica de las espadas rojas se abalanzó sobre la bestia, Nailuj hizo un impulso para ir en su ayuda pero el chico que estaba a su lado lo detuvo, negando lentamente con su cara y gesticulando palabras que Nailuj no oyó. A su otro costado el otro chico se encontraba con sus ojos cerrados, regresó su vista rápidamente hacia la muchacha, está dió un salto en frente de la bestia y evadió una de sus garras, nuevamente la bestia centró sus fuerza en otra embestida con sus garras pero la tierra levantó a la chica por los aires, haciendo que la bestia desgarrara el aire. La chica de espadas rojas estaba parada sobre una masa flotante de tierra, esta se había descompuesto y estaba lisa como si fuera pavimento recién colocado. La masa subió un poco más elevando a la muchacha por encima de la espalda de la desorientada bestia y clavó su su espada en la espina dorsal del pelaje grisáceo, la chica dió un salto manteniéndose de cabeza a la espalda de la bestia la masa de tierra se movió rápidamente algunos metros quedando del otro lado flotando por encima de la cola del animal, para encontrarse con los pies de la muchacha que había terminado de dar su giro en el aire y corte con su espada roja, la masa de tierra regresó al suelo dejando un montículo. La bestia cayó al suelo desplomada y las espadas de la muchacha se deformaron y Nailuj pudo ver como se introducía nuevamente por sus cortes de ambos brazos.

Nailuj parpadeó tres veces parecía tener algo en sus ojos, los volvió a abrir y se encontraba a quince metros de altura a punto de tirarse por una de las cuerdas de su circo, parecía que había regresado de un sueño.

Miró para todos lados y en todas direcciones estaban mirándolo con sus ojos como platos dos grandes reflectores estaban apuntando hacia él, había tenido que subir por uno de los mástiles que sostenía la carpa de franjas rojas intercaladas con naranja. El otro mástil tenía a una chica que se veía borrosa pero Nailuj sabía que se trataba de Lardia. El chico seguía desconcertado y solo podía oír las risas de los espectadores.



#6122 en Fantasía
#8321 en Otros
#963 en Aventura

En el texto hay: poderes, poderes y fantasia, trauma infancia

Editado: 28.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.