La hermandad de Delrich - Máleran 2 | libro 2.

Parte 16: Dominio y verdad.

Tiempo: 

8:33 am, 11 de septiembre de 1432.

Lugar:

Costas de Delrich.

 

—Bien, el continente Delrich está dividido por cuatro partes —explicó Luxon, mientras los seis se juntaban a su alrededor—, en medio de Delrich hay un gran volcán que ha estado inactivo por más de veinte siglos, según mis compañeros. A su vez está rodeado por agua hirviendo la cuál sale despedida por cuatro huecos que se encuentran debajo del volcán.

Esta agua es esparcida por los cuatro ríos principales, que a su vez se usan para dividir las cuatro partes y a su vez para que las cuatro razas que viven aquí no sean capaces de cruzarse unas con las otras. Por la parte Norte, tenemos el territorio de los Vesuros. Son animales realmente inmensos que pueden destrozar árboles completos con una de sus pinzas, creo que si no mal recuerdo se alimentan de la misma corteza. Los otros tres todavía no tengo mucha idea, así que tendremos que averiguarlo por nosotros mismos —mintió el anciano.

—Será divertido —contestó Nedra.

—Me gusta la idea de no saber qué peligros aguardan —añadió Amvaquar.

—Al fin un poco de pelea, estoy ansiosa de sacar mis espadas —expresaba Elaisa.

—No creo que me guste tanto la idea de desembarcar en Delrich —dijo Zacarias. 

—¿Podemos volver a mi castillo? Ya no tengo tantas ganas de conocer el mundo —exclamó Makkia Vilril.

—Sin mencionar que aún tenemos a esas Buscadoras olfateandonos la cabeza —susurró Nailuj, mientras un escalofrío recorría toda su columna.

—Muy buen punto de partida hablar de las Buscadoras Nailuj —exclamó Amvaquar—. Primero tenemos que ver hasta dónde pueden llegar nuestras habilidades, y después en base a eso, ver que podemos usar a nuestro favor. Después de eso vemos los poderes de las Buscadoras y sus debilidades…

—Si es que tienen —interrumpió Nailuj.

—Tienen debilidades, ¿Verdad? —preguntó Makkia.

—No importa si no tienen debilidades, las haremos pagar —añadió Elaisa.

—¿Y si no tienen debilidades y son invencibles? —exclamó Nailuj.

—¡Tranquilos no son indestructibles! —dijo Amvaquar—. Son personas como nosotros, a pesar de que no tienen nuestro color de piel y parecen unos alienígenas, ¡No son deidades!

—Con que al fin lo dices —dijo Nedra.

—¿Decir qué? —preguntó Amvaquar de mala gana.

—Que son personas, tú mismo lo has dicho. Si son personas tienen sentimientos y si tienen sentimientos no son máquinas, eso quiere decir que podemos conversar con ellas y ver la forma de no llevar esto a un punto donde acaben con nosotros —dijo Nedra.

—Claro, intentemos recapacitar con ellas mientras nos matan, ¿Cómo no lo pensé antes? En realidad si se puede hablar con ellas, ¿No es así? Nailuj —contestó Amvaquar usando el tono más sarcástico que le salió de su boca, Nailuj no dijo una sola palabra—. Recuerdo que la última vez terminó herido de gravedad con su estómago perforado. Tú mismo —expresó Amvaquar golpeando el pecho del chico rubio con su dedo—, fuiste el que estuvo a punto de morir si Luxon no hubiera llegado a salvarte. 

—Por eso mismo te estoy diciendo que estaba arrepentida de lo que estaba a punto de hacer la niña Buscadora, ella no quería hacerlo.

—Pero iba a hacerlo, ¡Iba a matarte Nedra! —vociferó Amvaquar.

—Estaba siendo manipulada por otra persona, ¿Qué harías tú si la Buscadora toma de rehén a Makkia? —dijo Nedra señalando a la Alidaria que se encontraba ruborizada más que un tomate—. ¿Nos matarías? Anda contesta.

Amvaquar se quedó callado.

—No voy a contestar —dijo por fin el chico pescador.

—Es como elegir entre dos cosas iguales —interrumpió Makkia—, no se puede aplicar a la Buscadora, ella no nos conoce, no tiene relación con nosotros, más allá de que no quiera matar... No es lo mismo Nedra —Nedra la miró con sus ojos abiertos como platos, como si estuviera a punto de acusarla por algo. Cierto, pensó Makkia al mismo momento que se le hacía un nudo en la garganta, él sabe lo del Glumarum ¿Y si le cuenta a Amvaquar? ¿Y si él se termina alejando de mí? ¿Y si él no quiere saber más nada conmigo? Pensaba la chica de peineta plateada mientras tragaba saliva algo nerviosa.

—Bien dejemos esto para otro momento, si nos defendemos bien, no habrá necesidad de matar a nadie, ¿Verdad Amvaquar? —dijo Elaisa acercándose a los demás. — ¿Podríamos dejar de lado las discusiones y concentrarnos en lo que nos compete? Ya estamos cerca de Delrich. Tenemos que saber defendernos, nada más que eso, el hecho de armar una estrategía no quiere decir que vayamos a matar nadie, pero tampoco quiere decir que no nos vayamos a defender si nos atacan intentando hablar con las Buscadoras, ¿De acuerdo? —los siete se quedaron callados, inclusive Amvaquar y Nedra. Los dos chicos suspiraron y Amvaquar dijo:

—Me parece bien, ¿A tí Nedra? —el chico de cabello rubio se encogió de hombros. Eso es un sí para mí, pensó Amvaquar.

—El primero en mi lista es Nailuj, haber Nail, necesitamos ver que puedes hacer y hasta dónde pueden llegar tus habilidades —expresó el chico poniendo las manos en el hombro del preadolescente. El chico suspiró, es el momento, pensó el chico de flequillo negro.



#6107 en Fantasía
#8301 en Otros
#960 en Aventura

En el texto hay: poderes, poderes y fantasia, trauma infancia

Editado: 28.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.