La Hija De La Luna

Capítulo 00:00

He estado pensando mucho en cómo es que sigo aquí y creo que todo inició con la Tragedia de los Steel.

El príncipe Demián jamás ha sido un gran conversador. De hecho, no recuerdo cuándo fue la última vez que alguna vez me dirigió la palabra. No es que sea importante, pero siempre me he preguntado si el príncipe siempre ha sido así de impenetrable. Es decir, puede ser un príncipe, pero también es un hombre, uno de sangre, carne y huesos como cualquier otro. Desde su nacimiento se le aludieron deberes y responsabilidades, pero debería ser tan vulnerable como cualquiera.

No es que me importe… pero, después de la Tragedia de los Steel me pregunto si el príncipe puede dormir tranquilamente sin recordar la forma en que murió toda su familia. Es decir, a mí me pasa, no vi a mi padre morir, pero sufrí su muerte y aún a veces... tengo pesadillas con lo que pasó esa noche, cuando el castillo se incendió y los Greinlods invadieron el castillo.

—¿Estás segura de querer hacer esto? —pregunta ella —. Podríamos ir a Eralia, regresar a la nación de tu padre y asentarnos ahí.

Miro a mi mamá. Su figura es alta, esbelta, pero fuerte. No lleva consigo su armadura, pero sé que siempre lleva una debajo de la ropa debido a su posición como una de las Generales principales del Ejercito Real. Siempre la he admirado, no sólo por su fuerza y resistencia, también por lo hermosa que es. Tiene un hermoso cabello oscuro que casi siempre peina en una coleta alta, su frente es pequeña, sus pómulos son altos, sus extremidades son largas y lo que más la caracteriza son sus ojos verdes, como la esmeralda. Después de la muerte de mi papá tuvo muchos pretendientes, pero a ninguno aceptó.

—Quiero hacer esto—repito —, ya te lo había dicho. No me gusta la Corte, así que me instruiré como Sacerdotisa en la nación del Viento. Amice me dijo que lo arregló todo, así que... apenas tenga dieciocho, lo cual será dentro de muy poco... podré irme.

Lleva sus manos hacia mi rostro y luego me abraza suavemente.

—Voy a extrañarte —susurra.

—Y yo a ti... —respondo —, será extraño no verte, pero... tú tienes un deber aquí —le recuerdo —. Eres la General Esmeralda Collman, si fuese diferente... tal vez podríamos irnos juntos, Dorian, tú y yo.

—Eso podría cambiar muy pronto —su respuesta me sorprende.

—¿Qué ocurre? —la miro a la cara y aunque mi mamá es muy buena ocultando sus emociones, lo puedo reconocer.

—Los ataques de los Greinlods... tanto en las naciones de Fuego como de Agua empeoran —responde —. Se mueven con mayor organización, hasta ahora no han atacado las capitales, pero lo han hecho con los pueblos aledaños dejando un gran número de heridos y muertos. Eso sin contar todos los recursos que han destrozado en el campo y en los caminos principales de comercio.

—Se escucha bastante delicado —digo.

—Lo es —asiente —, es por eso que estoy considerando retirarme e irnos lejos antes de que las cosas empeoren. Tu hermano regresará para la Coronación del príncipe, con la lideresa Helena Laubery. Después de eso, si decides todavía irte a Eucrania... iremos contigo. Serviré a Ervania de otro modo, siempre podremos tener opciones en tanto permanezcamos juntos.

—¿De verdad harías eso? —pregunto —. Si la situación es tan delicada como dices... entonces...

—No quiero que cambies tus planes por mí —me interrumpe —. Quería que supieras la situación tan peligrosa en la que estamos y lo mejor que podemos hacer ahora es permanecer juntos. Así que, aunque mi deber como General está aquí, puedo servir de otra manera en la nación del Viento.

Quiero decir algo, pero no sé qué responder.

—Por ahora... no le digas esto a nadie —pide —. Partiré mañana con Lyla y Dayron rumbo a Arquidia, al parecer... ha habido otro ataque y nos necesitan de forma urgente. Volveré en unas semanas, te mantendré informada de todo, así que no me envíes una sola carta a menos que yo te escriba primero —pide.

—¿Mañana vas a irte? — pregunto, impactada y preocupado —, ¿es por eso que has estado actuando tan extraño? ¿es por eso que te ves tan preocupada?

—Estaré bien, y tú debes enfocarte en permanecer a salvo aquí —me pide —. Jase se quedará, al igual que Jane y Nathaly. No sé qué tan grave sea la situación, pero si han llamado sólo a soldados de alto rango... quiere decir que algo muy malo pudo haber pasado en Arquidia.

—Dime que te mantendrás comunicada —pido —, que volverás a casa.

—Lo prometo —sonríe —, lo prometo, Amber.




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