Alma: me pregunto cómo será mi prometido. Solamente que mi padre no me ha dicho como se llama y seguramente me sorprenderé cuando lo vea.
Luciana: será feliz y no debe de preocuparse por lo que hará el vizconde. Pero menos mal que se dio cuenta de que no era sincero con usted.
Alma: sé que fui una tonta al creerle y mi necesidad de ser amada no me hizo darme cuenta de lo que realmente pasaba a mi alrededor. Ahora solo necesito olvidar los momentos que viví con él y cuando me compromete con mi futuro esposo me olvidare de el para siempre.
Luciana: así será, señorita. Solamente que el único problema será cuando se case con su hermana, ya que tendrá que verlo cuando se reúna con la familia.
Alma: entre él y yo lo único que existieron fueron besos. Además, él nunca me dijo que me ama y el amor que sentí por él era no correspondido.
Luciana: no me quiero ni imaginar que hará algo esta noche. Porque siento que él no tardara en presentarse y el vizconde siempre me pareció que era un caballero posesivo con usted.
Alma: él está enamorado de mi hermana y lo que menos quiero es interferir en su felicidad. Seguramente serán felices al ser la pareja perfecta y será mejor que baje para que pueda esperar a mi prometido.
Ellas salen de su recámara para después bajar las escaleras y Luciana se despide de ella para poder continuar con su trabajo. Ella tiempo después llega a la sala y cuando lo hace toma asiento.
En la casa de Mateo Lawless vizconde de Lincoln
Mateo: es tiempo de que vaya a reclamar lo que me pertenece. Solamente que esta noche mi mujer estará a mi lado, así que será mejor que me vaya.
Leandro: me puede decir que es lo que piensa hacer. Porque primero necesitara pensarlo y sobre todo no puede hacerlo de esta manera, ya que no le conviene tener problemas con la familia de la señorita y también recuerde que es el mejor amigo de su hermano.
Mateo: por más que me decía que no pusiera mis ojos en ninguna de ellas lo hice. Pero precisamente esta noche me decidiré por Alma y es la única joven que quiero.
Leandro: necesitara dar demasiadas explicaciones si está decidido hacer esto. Seguramente a su padre no le gustara la idea de que sea su esposa.
Mateo: lo que realmente me interesa es casarme con mi mujer. Sabes perfectamente que jamás dejare que se case con nadie si ella está destinada a mí.
Leandro: todavía no está seguro de lo que siente y así la va a convertir en su esposa. Nada más que hará lo que ya decidió y espero que cuando eso pase pueda controlar sus celos.
Mateo: no soporto la idea de pensar que alguien más este a su lado. Además, soy celoso y sobre todo es la única joven que me vuelve loco.
Leandro: la manera en que siempre la miraba significaba algo. Porque no era normal y con los pasos de los años sus celos se volvieron demasiado intensos.
Mateo: la convertiré en mi mujer y le demostrare que la quiero. Solamente que cuando piensa ella me hace sentir tranquilo y que todo estará bien.
Leandro: entonces debe de irse. Espero que no haga un escándalo, ya que me imagino que piensa traerla a su casa y sería mejor que hablara primero con su suegro.
Mateo: primero la traeré conmigo y después hare lo demás. Pero no me importa hacer un escándalo con tal de tenerla a mi lado y sobre todo ella no se imagina nada de esto. Seguramente pensaba que me iba a quedar demasiado tranquilo sin hacer nada y le demostrare que estaba equivocada conmigo y solo necesitare llegar a su casa para que este conmigo.
Él se levanta de su asiento y cuando lo hace se despide de su sirviente. Mateo sale de su casa con una sonrisa para después subirse a su caballo y de esa manera se dirige rumbo a su destino. Ella era su mujer y lo único que haría sería reclamar lo que era suyo y esta noche se lo dejaría demasiado claro, solo que al fin había llegado el momento de robarse a su novia y él sabía que no tenía otra opción que hacer esto.