En la casa de la familia Reynolds
Alma: espero que esta noche sea demasiado tranquila. Pero no puede evitar sentir un mal presentimiento y sé que no debo de sentirme así.
Luciana: seguramente son los nervios, señorita. Además, su familia no debe de tardar en bajar y sobre todo nada puede pasar esta noche.
Alma: tienes razón. Debo de dejar pensar en otras cosas y ahora solo necesito pensar en mi futuro matrimonio, aunque se perfectamente que me van a elegir para ser una esposa de nombre y eso estaría bien ya que no quiero que mi familia se preocupe por mí.
Luciana: se va a casar y me imagino que la acompañare en su nueva vida. Siempre he sido su doncella y mi lugar es estar a su lado, aunque este casada o no.
Alma: si se lleva acaba mi matrimonio estarás a mi lado. Sabes que para mí has sido como una hermana y sobre todo una amiga con la puedo conversar.
Ellas guardan silencio cuando ven entrar a Mateo. El simplemente se dirige donde esta Alma para después tomar asiento y él sonríe porque no esperaba su visita.
Mateo: necesito decirte que solo he venido por ti. Solamente que lo hare de esta manera, porque con el único que te puedes casar será conmigo.
Alma: no pienso irme contigo. Pero te recuerdo que esta noche me comprometeré en matrimonio y tú no eres mi prometido, ahora te pido que te vayas.
Mateo: en verdad pensaste que esto se terminaría de esta manera. Sabes que nuestra relación no se puede terminar de esta manera y acaso quiere que te recuerdes que eres mía.
Alma: tus palabras no tienen ningún sentido. Nada más que a ti menos que nadie te conviene hacer este tipo de escándalos y después de que me haya casado seguramente te vas a casar con mi hermana.
Mateo: ya te dije que me voy a casar contigo. Siempre he sido un caballero demasiado tranquilo y no me importaría hacer un escándalo, así que vamos.
Alma: no pienso casarme contigo sabiendo que amas a mi hermana y únicamente te estoy dando la oportunidad de que seas feliz a su lado sin que tengas ningún remordimiento por mi culpa.
Mateo: te quiero a ti, solo que eso es lo único que me importa en este momento. No tengo nada de paciencia y debemos irnos antes de tu familia baje.
Alma: no me iré contigo y te pido nuevamente que te vayas. Porque estoy esperando a mi prometido y no quiero que malinterprete las cosas.
Él se molestaba con cada palabra que decía. Alma era su mujer y no iba permitir que nadie se la quitara, él se levanta de su asiento para después cargarla entre sus brazos, ella se sorprende ante esto y Alma estaba segura de que no sabía lo que estaba haciendo.
Mateo: te recuerdo que tú misma lo quisiste de esta manera. Además, intente hablar contigo y te negaste hacer lo que te estaba pidiendo que hicieras.
Alma: no soportas que alguien más me haya querido como su esposa. Seguramente por eso te estas comportando como un caballero celoso.
Mateo: eres mi mujer y estarás conmigo. Nada más que todavía no es demasiado tarde para hacer las cosas que quiero y una de esas seria que seas mi esposa.
Alma: mi padre no permitirá esto. Necesitas evitar los problemas con él, debes de bajarme y sobre todo quiero que te comportes como una persona normal.
Mateo: si me voy sin ti estoy seguro de que te comprometerás en matrimonio y yo evitare que eso pase, pero lo que más te conviene es irte conmigo.
Alma: eso no es verdad y tú lo sabes. No entiendo porque me quieres tener como tu esposa si no me amas y lo único que quiero es que te olvides de mí.
Mateo: nunca podré olvidarte. Debes de saber que siempre te he considerado como mi mujer y en nuestra casa podemos seguir con nuestra conversación.
Él sale con ella en brazos y los sirvientes que estaban cerca se dieron cuenta de lo que estaba pasando, ellos cuando llegan a la salida Mateo la sube a su caballo para hacerlo el también y de esa manera se dirigen rumbo a su destino. Luciana al ver que se la llevaba le avisa a su padre para que pudiera hacer algo por ella antes de que algo pasara.