La historia de una gran amistad

No te vayas

Las parejas tienen peleas, celos y demás, esos obviamente serían los problemas que querían tener Rocío y Leroy, pero no podían sentir celos ni nada, eran un pareja muy rara, no sentían celos, nada, se quedaban solos y parecía que no había química, algunas parejas son así, no?, pero se amaban, ella no podía vivir sin estar a su lado, aunque eran bruscos, idiotas, y la actitud de ambos no era la más adecuada que se pueda mencionar, ambos se querían tanto como Hitler amaba a los judíos tanto que llegó al punto de hacerlos jabón, ellos hablaban de sus cosas y mostraban interés mutuo, ella no era su pareja, era su mejor amiga.

-Qué haces?-dijo Rocío quitando el celular de la vista de su mejor amigo.

-No me jodas y déjame jugar-le quitó el celular y volvió a su videojuego.

-Soy tu novia, debes prestarme atención.

-Soy tu novio, déjame acabar mis cosas, ya no me jodas.

Esas palabras a todos les duele, pero cayeron en Rocío, que de por si ya estaba mal, ese fue el dolor que hizo que de su ser caiga la lágrima de sangre que derramó el vaso, ese vaso era muy pequeño y frágil.

Ella sólo se alejó, salió de la casa de Leroy y se fue a la de ella, pero, en su casa no tenía nada más que un edificio mediano con todas las planillas pagadas como para vivir sin problemas por unos veinte años más, pero esa casa estaba vacía, las luces no iluminaban la vacía alma de Rocio.

-Supongo que no todos me pueden soportar, ni mi mjor amigo quiere pasar un tiempo conmigo, y yo que quería darle esto- de su bolsillo sacó un pequeño llavero que era de forma de corazón el cual se complementaba con otro que tenía una llave- iba a decirte que tú tienes la puta llave de mi corazón, pero, pero.....-sus lágrimas recorrían por sus mejillas mientras con su mano intentaba abrir la puerta de su habitación, todo en su cuarto no se ha movido desde aquel día.

Un recuerdo pasó por la mente de ella, recuerdos dolorosos almacenados en un delirio fugaz que logró que logró que Rocío caiga y empiece a llorar amargamente en forma fetal, no se daba cuenta y ya estaba en su sueño, las voces que rondaban por ese cuarto eran las de su mamá y el abogado, ella buscaba una herencia que haya tenido su esposo ya muerto, pero, no podía sacarle nada, esa noche Rocío se había llevado un golpe de parte de la señora que a la mañana siguiente se fue con sus maletas dejando atrás a la supuesta carga de su hija, pero ella no se daba cuenta que su esposo antes de morir habia pagado todas las facturas por muchos años.

-Veo que estás mal-dijo una voz a sus espaldas-estás bien? mi niña-era su padre que sonriendo le tendía la mano para que se levante.

-No sé qué hacer, estoy confundida y tengo miedo.

-No llores, sonríe y tolera cada momento que pases con ellos-apareció Leroy sosteniéndola en sus brazos.

Ella demoró un momento en despertar y lo primero que vio eran los ojos de su mejor amigo cerca de sucara y lo primero que sintió fueron los labios de este junto con los de ella.

-No que no querías que te joda?

-Estaba comprando algo.

-No lo quiero.

-Bueno, no te daré ete collar que queda perfecto con tus ojos.

-Dámelo-mientras se lo ponía ella dijo en palabra bajas-no te vayas de mi vida.

-Qué dijiste?

-Nada.



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En el texto hay: humor, humor negro, drama

Editado: 08.10.2018

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